Socios del Barça podrían convertir el Camp Nou en un espacio sin humo
Mañana habrá una votación donde quedaría definido que no se podrá fumar en el estadio. Además, decidirán si resignan los «petrodólares» de Qatar Foundation para volver a lucir la camiseta sin sponsor.
El Barcelona vivirá mañana su momento institucional más trascedente desde que Sandro Rosell es presidente con la celebración de una asamblea de socios. Se decidirá el futuro del patrocinio de Qatar Foundation, la posibilidad de declarar al Camp Nou como «espacio sin humo» y la creación de una «grada joven» para animar.
En un acto tan responsable como arriesgado, Rosell decidió someter al juicio del socio el millonario y polémico acuerdo de patrocinio firmado con Qatar Foundation.
El Barcelona cerró dicho compromiso en diciembre de 2010 y esta temporada se hizo efectivo, enseñando la publicidad remunerada en la camiseta de los jugadores por primera vez en la historia del club.
Dicha esponsorización le aportaría hasta 170 millones de euros (más de 232 millones de dólares). Son 30 millones de euros por temporada (casi 41 millones de dólares), más unas bonificaciones por títulos.
«Es el contrato más alto de la historia del fútbol», aseguró Xavier Faust, vicepresidente del club, quien añadió que este acuerdo sitúa al Barcelona como «la primera marca en el mundo del fútbol». Pero desde la firma, las voces críticas han sido incesantes desde
todos los sectores de la sociedad.
«Qatar Foundation es el logo surgido de una férrea dictadura, que no reconoce los derechos de las mujeres ni de las minorías religiosas, ni de los homosexuales, ni de los trabajadores extranjeros, y que promociona la visión wahabista del Islam en todo el mundo», afirmó la periodista y ex dirigente política Pilar Rahola.
Johan Cruyff, antiguo entrenador del Barcelona y una opinión muy influyente, aseguró que «el dinero no lo es todo» y que hay que «usarlo con conocimiento». Además, calificó el acuerdo de patrocinio como una «mancha» para la camiseta y de «mala maniobra» desde un punto de vista social.
Pero el Barcelona, desde el presidente a su entrenador, lo defiende. Rosell aseguró que «el acuerdo es vital para la supervivencia económica del Barcelona», un club que cada temporada aumenta su deuda porque no es capaz de equilibrar ingresos y gastos, pese a ser el equipo más exitoso del momento.
Además, envió un mensaje de alerta al hincha: «Si la Asamblea no ratifica el acuerdo con Qatar, espero que ese dinero no vaya al Madrid…». Hasta Guardiola, quien apenas habla de cuestiones extradeportivas, aseguró el martes: «A mí siempre me trataron bien en Qatar. Hay cosas que hacen que cuesta entenderlas, como allí no se entenderán
determinadas cosas que hacemos aquí. Qatar es el país del mundo islámico más abierto».
El entrenador catalán jugó en el Al-Ahli de Doha en 2004 y es embajador del Mundial que se celebrará en Qatar en 2022. El Barcelona se metería en un enorme enredo si finalmente los socios votan en contra del acuerdo. Porque, como ya recordaron el propio Rosell y las autoridades de Qatar Foundation, no existe en el contrato ninguna cláusula que contemple la rescisión unilateral del acuerdo.
Este será el punto álgido de la asamblea, aunque también quedará espacio para debatir la original propuesta de convertir el Camp Nou en un espacio sin humo.
«Entiendo que si los socios van con sus hijos al Camp Nou, pidan al de al lado que no fume. Todo esto acabará siendo natural», explicó Rosell para defender una medida inédita en el fútbol profesional español.
Menos trascendente es la aprobación de la creación de una «grada joven» para el Camp Nou, un grupo de socios del Barcelona que animen apasionadamente al equipo, pero sin violencia. (infobae)