Reunión entre dirigentes de Newell’s y Central
En el bar El Cairo, en la famosa mesa de los galanes que aúna los sentimientos futboleros de unos y otros, las dirigencias de Newell’s y Central se juntaron a tomar un café, nada más tradicional en la vida cotidiana rosarina, nada más simbólico del espíritu de convivencia que buscan instalar. Y del que decidieron dar ellos el primer ejemplo.
O acaso, lo que pretendieron los presidentes Guillermo Lorente y Norberto Speciale, junto al vice y secretario auriazules Rubén Pitu Fernández y Gustavo Battagliotti, y al tesorero y secretario leprosos Jorge Riccobelli y Pablo Morosano, fue hacer notar como normal lo que ocurre habitualmente en cada familia rosarina, escuela, trabajo o lugar de esparcimiento, donde hinchas canallas y leprosos conviven perfectamente, soportando la cargada sin devolver violencia. “El mensaje es para la mayoría de los rosarinos, que estamos seguros que desean ir a una cancha en paz y disfrutar nuestro fútbol con pasión, sin agresiones”, dijeron. “Esto también es para esa minoría que lo entiende de otra manera. Decidimos juntarnos y asumir el costo del qué dirán, porque creemos que son más los que aprueban este tipo de gestos”, agregaron.
“Estoy seguro de que los hinchas buenos son la mayoría y el mensaje es unirse”, señaló Morosano. “Y debemos proteger más a los socios y potenciarlos”, se explayó Speciale. “Por eso debemos dar el ejemplo los dirigentes”, insistió Lorente, “porque no hay lugar como Rosario para el fútbol, pero no debe desvirtuarse”. “Por eso, este café es un inicio”, refirió su par canalla, “para asumir el compromiso de trabajar juntos por lo mismo”.
Claro que, además de la foto que transmite conciliación de una reunión única (“es la primera vez que los dirigentes se juntan porque quieren y no porque un organismo los llamó”, acotó Morosano), los canallas y leprosos decidieron pasar del dicho al hecho para encarar acciones concretas conjuntas. Así, hicieron mucho hincapié en articular con la Provincia la seguridad ciudadana cotidiana, un ítem sensible porque notan que “hay agresiones que no documentan los medios y sea dan por el sólo hecho de portar una camiseta”, expresó Battagliotti. “Pasa en boliches también y nos preocupa mucho”, agregó Riccobelli.
En ese aspecto, abordaron la cuestión de las pintadas y se comprometieron a atender el pedido que le bajó la Municipalidad, haciendo campañas para desanimar esas acciones. Y de hecho, no financiarlas.
También coincidieron fuertemente en presentarse al Ministerio de Seguridad provincial, porque entienden que los operativos policiales para los partidos son costosos y la Provincia debería asumir la responsabilidad de los mismos. “Juntos haremos más fuerza que si vamos por separado”, señaló Speciale, algo en lo que asintió sin dudar Lorente.
La organización de futuras competencias (ver aparte) también se llevó parte de la reunión, como la coincidencia en que “recibimos a los clubes en un estado calamitoso”, sostuvieron los presidentes. “Por eso esta reunión refleja madurez”, dijo Pitu Fernández y “la institucionalidad se fortalece”, acotó Morosano. Y todos esperan igual ejemplo de funcionarios, el periodismo y la gente.
La mesa de los galanes recuerda a un canalla de siempre como el Negro Fontanarrosa pero fue diseñada por un artista leproso, Belmondo Perassi, y en su superficie confluyen los colores de ambos, así como los charrúas y salaítos (también los tirolenses). Todo un símbolo de una reunión de grandeza, que la dirigencia de los clubes de la ciudad espera se proyecte como un gran rayo de luz hacia el resto de la sociedad. (La capital)