«Ni la Presidenta me pidió que me afilie al peronismo», manifestó Bielsa

La candidata más votada del peronismo santafesino no es afiliada. Si accede a la presidencia de Diputados, eso no variará. «Ni la propia Presidenta me lo dijo», remarcó. Pero aclaró: «Los liderazgos no se imponen, sino que se consensúan».

María Eugenia Bielsa no sólo blanqueó ayer que quiere, acepta y agradece ser quien presida la Cámara baja de la Legislatura en el próximo período. Fue por más: postuló que el justicialismo también asuma la presidencia del Concejo Municipal de Rosario, en honor a que desde el 10 de diciembre en las bancas del Palacio Vasallo habrá más peronistas que socialistas. La diputada electa por el Frente Santa Fe para Todos pateó un hormiguero inesperado, cuando la escena política ya la proyecta en el armado de la oposición a nivel provincial. «El peronismo tiene legítimas intenciones de presidir el Concejo. Nadie discute la legitimidad del voto mayoritario que le confirió a Antonio Bonfatti y a Mónica Fein la responsabilidad de gobernar desde el Poder Ejecutivo. Pero también está claro que la sociedad quiso que en ambas cámaras del Poder Legislativo provincial, y también en el Legislativo municipal, haya mayoría justicialista para cogobernar democráticamente, en un ámbito de mayor respeto», planteó en «Cuando la radio suena», de Radio Nacional.

«Muchas veces las minorías no son respetadas si el Ejecutivo tiene la mayoría en el Legislativo. Ahora eso cambió y debería tener su reflejo en las presidencias», planteó quien ocupa una banca en el Concejo y que desde diciembre se mudará, posiblemente, al principal sillón del recinto de Diputados, en Santa Fe.

En diálogo con Rosario/12, afirmó: «El Concejo Municipal deberá estar presidido por un peronista porque habrá cinco socialistas y seis justicialistas, y además el concierto de aliados del PJ será mayor que el del socialismo». Bielsa tiró un puente previo con el bloque del PRO, que pasará de 1 a 4 miembros, al señalar que «ellos suelen declamar algunas coincidencias con nosotros. En cambio, el frente que integran los socialistas a veces funciona como coalición y otras veces no, con intermitencias en el caso de Jorge Boasso y ahora con María Eugenia Schmuck, y hace rato que no lo hace con Daniela León».

Esta vez no hubo clamoreo desde los distintos rincones del PJ santafesino para sentar a la arquitecta en la presidencia que hoy ocupa el socialista Eduardo Di Pollina. Fue ella misma, a caballo de los 579 mil votos obtenidos el 24 de julio, quien blanqueó las cosas.

«Debería ser la presidenta (de Diputados), pero los liderazgos no se imponen, sino que se consensúan. Entonces, habrá que ver si tendré el aval de los otros 27 diputados del PJ o no. Si no lo tengo, sería un apoyo lastimado», evaluó.

La semana pasada, los diputados electos del justicialismo definieron que postularán a la arquitecta rosarina para que presida la Cámara. Los kirchneristas del Movimiento Evita, Gerardo Rico y Eduardo Toniolli, tiraron la primera piedra en esa dirección. Y se plegaron Luis Rubeo, desde el Frente para la Victoria, los cuatro diputados que ubicó Alberto Maguid, de UPCN, y el obeidista Mario Lacava. Quedaron en volver a reunirse y seguir conversando. Todavía no lo hicieron.

Ayer desde el kirchnerismo aclararon que la elección de Bielsa como titular de Diputados no está acordada del todo, aunque nadie le discute ese derecho. Quieren discutir primero qué identidad tendrá el mosaico de 28 diputados peronistas, de los cuales 9 son kirchneristas puros, aunque casi todos dicen estar alineados con la gestión de Cristina Fernández. El resto se reparte entre los que responden a Maguid, a los candidatos a diputado nacional Omar Perotti y Oscar «Cachi» Martínez, al diputado saliente Gustavo Marconatto, y al ex gobernador Jorge Obeid.

El Frente para la Victoria quiere imponer su sello al nombre del bloque y hacerles jurar lealtad al modelo K al resto. Un intento similar al del congreso partidario de febrero que luego no fue cumplido.

Por eso hay quienes desean dejar el tema de la asignación de autoridades y cargos en Diputados para después de la elección nacional del 23 de octubre. Si, como se descuenta, la Presidenta ratifica su holgada victoria de las primarias, quizás ese recordatorio condimente el escenario de discusión en el que María Eugenia Bielsa deba exponer su necesidad de consensos.

Ayer, la diputada electa rechazó de plano esas elucubraciones. «Es probable que esas especulaciones existan, pero yo no llegué a la política para esas mezquindades menores. Llegué con vocación de transformar la realidad cotidiana, y por eso estoy aquí, porque el modelo de país actual se acerca en mucho a lo que soñamos siempre», enfatizó.

Aunque esquivó esas probables escaramuzas de toda negociación política interna, Bielsa igual advirtió con destino tácito: «Después del 23 de octubre discutiremos legitimidades y aspiraciones, pero una elección no se mira por la última, sino que hay que mirar desde febrero. Aquí hay todo un proceso de construcción».

La candidata más votada del peronismo santafesino no es afiliada. Si accede a la presidencia de Diputados, eso no variará. «Ni lo he pensado ni nadie me lo ha pedido. Ni la propia Presidenta Cristina me lo dijo. Hay cosas, como la conducta pública, que pesan más que una ficha de filiación», se defendió.

La diputada manifestó reparos al descongelamiento de nombramientos para la Legislatura, que el Senado le dio media sanción. «Cuando me tocó presidir el Senado no fuimos propulsores de que se reabrieran los cargos. Antes, hay que analizar el organigrama para ver si hay necesidades reales de cargos», dijo. De todos modos, en Diputados no prosperará ese proyecto por falta de acuerdo. Peronistas y socialistas están decididos a ignorar la iniciativa del Senado. (Rosario/12)