Noir habló sobre sus dos primeros goles en Newell’s
Ricardo Noir salió del vestuario con paso sereno y la mirada perdida, antes de que caiga la tarde en Bella Vista. Las conquistas que marcó ante Belgrano no lograron modificar su ritmo habitual. El delantero leproso mantiene su cadencia y una timidez campechana que no comulgan con el fulgor de su campera. Si bien por cuestiones de personalidad no se distiende ante los micrófonos, igual se entregó a la producción de fotos de Ovación y puso la lupa sobre sus dos primeros goles con la camiseta de Newell’s. «Siento que se me abrió el arco. Venía buscando situaciones y no podía convertir. En Córdoba pudieron empezar a entrar y además sirvieron para que el equipo logre el primer triunfo en el torneo», contó Tito con una sonrisa instalada como mueca permanente de conversación.
«Estoy con una gran alegría no sólo por los goles, que son importantes para los delanteros, sino porque conseguimos una victoria muy importante», recalcó el ex punta de Boca. «Sólo había marcado dos tantos en Ecuador, en Argentina sólo lo había logrado en inferiores», recordó.
—¿En lo personal sos de disfrutar este tipo de partidos?
—Disfruto el momento. Después pongo rápido la cabeza en el otro partido porque esto no termina acá. Faltan muchas fechas, necesitábamos ganar y por suerte lo hicimos. Fue una victoria muy esperada y la conseguimos de visitante.
—¿Tenías pensado pegarle rápido en el primer gol?
—Sí, me di cuenta de que estaba muy solo y traté de rematar. Sentí que le tenía que pegar y por suerte entró. La verdad que me quedó justa.
—El segundo te lo sirvió Sperduti.
—El Gordo me tiró un centro espectacular, yo sólo tuve que poner la cabeza. Hubo más mérito de él que mío. Por suerte ese gol sirvió para ganar.
—¿Sos de ir a buscar de cabeza a pesar de no ser muy alto?
—No, pero siempre se dice que siempre hay que buscarla en el primer palo. Por suerte cayó ahí y pude meterla.
—Los defensores de Belgrano no te tenían ahí.
—Yo tampoco me tenía cabeceando (risas). Por suerte fue gol.
—¿Cuál te gustó más?
—Los dos fueron importantes. El segundo porque fue el empate y el último porque fue el triunfo.
—¿Cómo fue tu día después de ser figura en todos los medios?
—Ahora hice dos goles y no soy el mejor. Pero si el viernes me toca hacer un partido malo, tampoco voy a ser el peor. Lo único que hago es pedirle a mi señora que me grabe el partido para ver después los errores, nada más.
—¿Fue importante que conviertan los delanteros?
—Es una tranquilidad y sirve mucho en lo anímico para todo el equipo. (La Capital)