Es goleador en Europa y se pasea con la imagen de Maradona y Argentina
En la Argentina apenas se lo conoce por su fugaz paso por Huracán. Pero en Europa todo el mundo lo registra gracias a sus goles en el fútbol italiano y español. Se trata del delantero Pablo Daniel Osvaldo, que acaba de ser transferido de Espanyol de Barcelona a Roma de Italia en 17,5 millones de euros, es un futbolista con una personalidad extravagante que supo ganarse un lugar en el fútbol europeo e incluso en el seleccionado juvenil italiano.
De todos modos, nadie podía creer lo que veía la primera vez que apareció en el entrenamiento de Espanyol de Barcelona con un Mini Cooper «patriótico»: la conveniencia lo llevó a nacionalizarse italiano, pero el delantero expresa su orgullo de ser argentino de varias maneras. Y las más elocuente se advierte en su auto, donde además de estar pintado con los colores argentinos, tiene en las puertas una imagen de Diego con la inscripción «D10S es argentino».
Osvaldo es un destacado delantero del fútbol europeo. Y el público argentino pudo verlo en acción hace un mes, cuando dio la nota en un partido amistoso entre el equipo catalán y Boca,. en el que el equipo dirigido por el ex Newell’s Mauricio Pochettino ganó por 3 a 1, con dos tantos de Osvaldo, que no los gritó porque es un confeso fanático del xeneize y gran admirador de Juan Román Riquelme.
Osvaldo arrancó su carrera en Huracán, luego se fue al Calcio, donde pasó por Atalanta, Lecce, Fiorentina y Bologna. En 2007 se nacionalizó italiano y al poco tiempo fue citado para vestir la camiseta de la selección azzurra e integró el seleccionado Sub-21.
Sin embargo, el delantero aceptó la invitación tras confirmar que eso no le cerraba las puertas a la selección albiceleste. Es que esos colores no los lleva en el auto por demagogia. «Daría cualquier cosa por tener una chance en la selección argentina. Prefiero un partido en la selección antes que jugar un Mundial para Italia», declaró hace menos de un mes.
Desde enero de 2010 estaba en Espanyol de Barcelona, donde su carisma y su buen fútbol le permitieron ganarse la simpatía de todos: en menos de un año se transformó en ídolo del club, que le compró el pase. Tras una excelente campaña (20 goles marcados en 52 partidos disputados), Osvaldo llamó la atención de clubes españoles, italianos e ingleses.
Mientras crecían los rumores sobre su pase a Atlético de Madrid (estuvo a un paso de hacerse y al final recaló el colombiano Radamel Falcao García), Osvaldo dejaba en claro que Argentina siempre está en su cabeza: “No me desagradan los colores rojiblancos… pero también me gustan el azul y el blanco, que son, además de los de mi actual club, los colores de la selección argentina”.
Espanyol se negó una y otra vez a transferirlo, hasta que chocó contra la voluntad del futbolista: harto de que ninguna oferta conformara a los dirigentes, el delantero decidió meter presión y abandonó la pretemporada. Entonces, los dirigentes no tuvieron más remedio que vendérselo a la Roma, donde será compañero de equipo de Erik Lamela, el ex River.
Ayer desembarcó en el aeropuerto Leonardo da Vinci y, a diferencia de los futbolistas que llegan como fichajes estrella, no vestía un traje caro ni lucía ropa de moda: bajó del avión en bermudas y mostró su mejor sonrisa con una actitud totalmente descontracturada. Un aviso, para que nadie se sorprenda si uno de estos días llega a un entrenamiento con un Mini Cooper (o un nuevo auto) totalmente pintado de celeste y blanco.(La Capital)