Mala praxis: médico y clínica condenados
Una clínica privada de la ciudad de San Lorenzo y un médico deberán resarcir a un paciente por mala praxis, ya que se comprobó que la persona padece un 70 por ciento de discapacidad luego de someterse a una operación quirúrgica de vesícula que, en principio, no presentaba mayores complicaciones.
La Justicia rechazó la demanda que la víctima habría realizado contra la obra social Iapos, que era la prestadora que tenía el paciente y que no dejó elegir ni médico no clínica para que se sometiera a la operación, y cargó contra la clínica y el médico que lo operó, quienes tendrán que pagar 240 mil pesos más intereses.
Las operaciones ocurrieron entre septiembre y octubre de 1991 y recién ahora la víctima obtuvo un fallo judicial. Cabe destacar que en primera instancia, el juez había rechazado la demanda y es por eso que la víctima apeló el fallo, donde ahorala Cámarale da parcialmente la razón, ya que el Iapos quedó afuera de la condena.
La decisión fue tomada porla Sala IVdela Cámarade Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, integrada por los jueces Edgar Baracat, Avelino Rodil y Ricardo Silvestri, quienes revocaron de manera parcial el fallo de primera instancia e hicieron lugar al pedido de la demanda iniciada por Claudio A., que tenía menos de 40 años al momento de la operación y ahora cobrará unos 300 mil pesos en concepto de indemnización.
Según consta en el fallo judicial, Claudio A., afiliado a Iapos, se internó “en buen estado de salud” en septiembre de 1991 en una clínica privada de la ciudad de San Lorenzo para someterse a una operación de colicistectomía (consiste en la extracción de la vesícula biliar). Después de ser intervenido, volvió al quirófano en otras tres oportunidades, sin que le explicaran por qué motivo había fracasado la primera operación. Además, luego del primer día de internación, se extravió la historia clínica. En todas las ocasiones fue operado por el doctor M. quien unos días más tarde se ausentó del país y se desentendió del caso.
Luego de semejante trajinar el estado de salud de Claudio A. no era bueno: presentaba “dehiscencia anastomótica y peritonitis infecciosa generalizada”. Por tal motivo, fue derivado “de urgencia y con grave riesgo para su vida” a un hospital rosarino, donde se le hicieron otras tres intervenciones y permaneció largo tiempo internado.
En el peritaje médico se determinó que, luego de las operaciones, el paciente quedó con una incapacidad del 70 por ciento permanente, además de padecer diversas secuelas en el aparato digestivo y en los abdominales.
Los jueces hicieron responsables de manera compartida a la clínica privada y al médico que estuvo a cargo de la operación. Entre ambos deberán abonar una suma cercana a los 300 mil pesos. En cambio, rechazaron la demanda contra Iapos, la obra social a la que pertenece Claudio A.(El Ciudadano)