A 84 años, asoma la “nueva” Terminal Mariano Moreno
“Estamos haciendo una Terminal totalmente nueva sobre la vieja, y funcionando, con todas las dificultades que eso implica”, remarcó a El Ciudadano, con palpable emoción, el arquitecto Eduardo Fornarini, presidente de La Terminal de Ómnibus Rosario, como se llama la empresa del Estado municipal que administra la histórica estación Mariano Moreno. El entusiasmo del funcionario tiene una razón: a fin de mes la empresa a cargo de la remodelación dela Terminal entregará lista la “primera etapa” de la ambiciosa obra, pasarán a ejecutarse la segunda y última parte de los trabajos, con lo que se cambiará por completo la vieja estética del lugar: mientras conservará, y remozada, la histórica fachada exterior de lo que fue la antigua estación de trenes, por dentro se transformará en un amplio espacio en el que ya no primarán los bares sino todo tipo de comercios, en un paseo que incluirá muestras artísticas y actividades culturales. La mixtura se asemejará así a los shoppings más imponentes del país, como pueden ser el Abasto o el Patio Bullrich porteños. Si el ciclo histórico es para celebrar o no es otra discusión: lo cierto es que desde2003 aesta parte porla Mariano Morenovienen pasando cada vez más pasajeros hasta alcanzar los 13 millones y medio durante el año pasado, y que los que visiten la ciudad cuanto todo esté concluido tendrán un paseo al pie del colectivo que en nada hará recordar al oscuro y casi vacío apeadero de la crisis de 2001 y 2002.
Según las cuentas de la empresa del Estado municipal, desde2003 a2010 el tráfico de ómnibus enla Terminalaumentó un 39,1 por ciento: de 243.455 colectivos que ingresaron a la estación hace ocho años se creció el año pasado a 338.674.
En similar porcentaje –por lógica– se multiplicó el número de pasajeros: con una base de cálculo de 40 por micro, de los 9.738.200 que pasaron en 2003 se saltó a 13.546.960 personas en 2010.
Solamente un bajón se registró en una tendencia ascendente que tras un lustro parecía imparable: 2008, en coincidencia con el lock out pos vacaciones de verano de las cuatro grandes entidades agropecuarias. De los pasajeros registrados en 2007, que habían sumado 13.491.920, se cayó a 13.262.960. Aunque la merma sobre el total representa un porcentaje menor, apenas un 1,7, lo cierto es que se cortó la tendencia y que pasaron 228.960 personas menos, casi un cuarto de millón.
Pero al año siguiente, en 2009, la curva ascendente volvió y en 2010 se llegó a un nuevo récord. Y en coincidencia se lanzó, en mayo, “la más ambiciosa obra de remodelación desde su fundación” con la mira puesta en hacer dela Mariano Moreno“una de las terminales más modernas del país” que brinde “servicios de excelencia al usuario en un entorno seguro y confortable”.
La descripción, por una vez, parece escueta ante el diseño de los trabajos, sobre todo de la segunda etapa, en la que directamente se demolerán los comercios que estaban en el medio de la terminal –lo que se conocen como “islas”– para liberar la vista y el desplazamiento de personas sobre espacios amplios y con más iluminación, tanto natural como artificial. “Serán halls más amplios, con una nueva imagen, más bancos para sentarse, cestos para residuos, nueva señalética”, enumera el arquitecto Fornarini.
El funcionario completa que junto a la nueva estética, también se diversificarán los rubros comerciales enla Terminal.“A los 30 locales que había vamos a sumar diez nuevos, es decir que pasarán a ser 40. Y aunque los que había antes se mantendrán, en los nuevos pasaremos a tener rubros que antes no había enla Terminal”, anticipa.
Fornarini explica que en el mecanismo de adjudicación de espacio a nuevos comercios –la llave se garantiza por 20 años– se hace en forma directa, pero como resultado de una previa asignación de puntaje. Para calificar las propuestas, dice, se toma en cuenta un “mix de cuestiones”, entre ellas la antigüedad en el rubro de cada postulante y su capacidad para sostener el emprendimiento que propone. “Bares, ya no”, aclara como ejemplo. Y en ese marco una ventaja comparativa es que la propuesta represente a un rubro que no está actualmente en la estación. Así, el funcionario marca que ya fueron adjudicados tres de los 10 nuevos locales: uno es para una librería que venderá libros y otras obras culturales, el segundo para una librería de útiles y regalos, y el tercero para un delicatessen.
El funcionario espera además que en la transición de la vieja estación hacia el que será un nuevo “paseo de compras” rosarino se sumen, por ejemplo, un comercio de artículos electrónicos y de informática y hasta un punto de venta de electrodomésticos, rubro hoy volcado en buena parte a las llamadas “nuevas tecnologías”, con cámaras de todo tipo, televisores planos, y celulares multifuncionales, entre otros chiches.
La lógica es clara: además de pasajeros, la idea que subyace es que la estación Mariano Moreno reciba visitas de rosarinos que no necesariamente estén por viajar. Un típico paseo de shopping que además se complementará, con sólo cruzar Cafferata, con el Patio dela Maderay las propuestas permanentes u ocasionales que albergue, además del espacio verde que lo rodea.
La base para la apuesta –aunque muchos estén de paso y hoy ni siquiera bajen del colectivo– va rumbo a sumar 14 millones de personas al año, una cifra descomunal que representa 14 veces la población local.
Todo empezará a estar listo, concluye Fornarini, en pocas semanas, cuando se entregue y luego se inaugure la primera etapa. De allí en más, el arquitecto estima que en un plazo que va de ocho meses a un año –los trabajos continuarán, mudanzas incluidas, sin que la estación y los comercios dejen de funcionar– quedará lista la segunda y última etapa de la obra. Tras ello, desde afuera, desde el hall central y desde el despejado espacio interior, el esplendor recordará al proyecto original de los arquitectos Giusseppe Micheletti y Enrique Chanourdie: pensada como Estación Central del Ferrocarril Provincial de Santa Fe, la Mariano Morenos e comenzó a construir el 1º de diciembre de 1927 y tras lustros sin destino se inauguró comoTerminal el 1º de diciembre de 1950. (El Ciudadano)