Argentina ante el pibe más roto de los rotos
El contexto político y la lapidaria frase de un cura villero.
Argentina no tiene cultura de alianzas. Originalmente el peronismo tuvo aliados. Pero nunca hubo una alianza con cohesión. La de De La Rúa y Chacho Álvarez fue un gran fracaso. Ante esto los partidos políticos fueron desguazándose en cambio de intentar fortalecerse. Finalmente apostaron al formato coalición, integradas por partidos rotos, con dirigentes que priorizaron sus ambiciones y/o problemas personales, sin proyectos para el país.
Esto termina en coaliciones con fragmentaciones internas, con desgarros, sin sutura. Resultaron ser más un “amuchamiento” que coaliciones. Esto queda demostrado tanto en la coalición gobernante como en la opositora, que hace un año creía – y tal vez era así- tener ganadas las elecciones presidenciales. En aquel momento Mauricio Macri decidió ejercer su poder político subiendo al ringside a dos boxeadores que siguieron la pelea fuera del cuadrilátero. Ahí fue cuando el árbitro, la sociedad, los sancionó.
En el caso de la gobernante, Cristina de Kirchner desautorizó una vez más al presidente Alberto Fernández, impidiendo que haya una PASO competitiva entre Massa y Scioli. Hoy la vicepresidenta está abocada a que Kicillof gane provincia de Buenos Aires. Massa está solo. Esta cronista ignora si la ausencia del Presidente y la Vice en su campaña lo inquieta. Sí, ser minsitro de Economía en medio de una inflación en ascenso. No obstante en las PASO fue votado por un tercio del electorado. Su hombre de confianza, el ministro de Transporte Diego Giuliano, fue consultado ¿qué haría Massa Presidente qué hoy no hace? Él contestó: “Massa está haciendo algo distinto, sin ajuste y recesión. A la inflación la superaremos sin rotura de puestos de trabajo, con el plan de recuperación de pymes y el empleo, con crecimiento y desarrollo y sin enfriar la economía. Esa es la actitud que lo distingue”.
Argentina no tiene tradición política de coaliciones. No hay cultura política de ellas. Los dirigentes políticos no tienen cultura política de alianzas. Nunca la hubo.
Como tantas cosas en Argentina que se hacen de arrebato, las consecuencias impactan mal en la sociedad; no hay autocrítica y no se puede volver atrás.
No se puede desandar la Historia. El sistema de partidos políticos está disuelto. Por lo tanto sólo se observa en el horizonte un sistema de coaliciones (alianzas) frágiles y fluctuantes.
Argentina está en bancarrota, pero increíblemente con potencialidad para enfrentarla, si la política no estorba.
Ya hay dos fracasos de quienes intentaron ser el cambio de sí mismos. Alberto Fernández representaba el cambio dentro del kirchnerismo, y en Juntos por el Cambio Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich pretendían hacer lo mismo. Ahora es Bullrich quien debe demostrar que representa el cambio de Mauricio Macri.
Infobae supo que el alejamiento de Macri fue consensuado con la candidata para que esta tenga mayor protagonismo. Dentro del espacio apuestan a que la presencia de Melconian suba las acciones de Bullrich que demoró en levantarse del efecto cachetada de las PASO. Confían en que se gane Santa fe y Chaco.
Como los cambios vienen fracasando, una porción de la sociedad ve en Javier Milei el auténtico cambio. Son los que creen que tanto la UCR como el peronismo e incluso el PRO, tuvieron la oportunidad y fracasaron. Hay que advertir que las sociedades tienen hoy un reloj con tiempos muchísimo más acelerados que el de la política. En este escenario Milei podría representar el cambio. Ahora bien: nadie sabe qué rumbo tiene ese cambio. No hay pronósticos.
Gane quien gane, Argentina está en bancarrota y no sólo por escasez de dólares. La mayor escasez se da en la falta de confianza social, es decir en la gran desconfianza hacia la política.
Esto lo saben los tres candidatos presidenciables. Milei no tiene pasado político, pero tiene archivo. Hay gente como Guillermo Francos o Diana Mondino, que intentarán poner cierta racionalidad en un campo donde los desbordes del presidenciable rayan la locura. Ahora bien, intuye esta cronista que de llegar Milei a Presidente, tendrá en cuanto a las expectativas por lograr una mejora personal en la gente que lo vote, casi tolerancia cero.
Los escenarios políticos son complejos, pero la realidad de muchísima gente lo es aún más.
Nos decía el Padre Leo Silio (cura villero): “Atravesamos la pobreza más pobre. Lo que más nos golpea es la droga. Y en lo personal lo que más me desgarra es la desesperación de una mamá que viene buscando ayuda para su hijo adicto, y cuando llega pidiendo auxilio el pibe más roto de los rotos. A propósito Jesús llegó a este mundo para ser entonces, un outsider de la política, En su plataforma, los evangelios, tuvo centralidad la justicia social con la que Francisco se dirige al mundo”.
Tanto Milei, como Bullrich y Massa, deben saber que algo cambió definitivamente en Argentina. Ignora esta cronista si lo advierten y están dispuestos a protagonizar ese cambio, que ya está entre la gente pero aún no en los dirigentes políticos.
En Santa Fe todo indica que la noche del domingo Maximiliano Pullaro verá concretado su deseo: ser gobernador. Marcelo Lewandowski habría acortado distancia, acercándose a los guarismos históricos del peronismo. Pullaro le dijo a Infobae que si es electo gobernador el domingo, el lunes pedirá una reunión al actual gobernador Omar Perotti y dará a conocer el equipo que lo acompañará desde diciembre.
La intendencia de Rosario encuentra a Pablo Javkin buscando su reelección con la mochila pesada principalmente por el desgaste del oficialismo, versus Juan Monteverde que expresa lo nuevo, corre con la escudería del peronismo a pesar que no lo reconoce y se atalona solo, en su partido.
En cuanto a la Legislatura también hay dudas. Tanto el gobernador Omar Perotti como Clara García y Amalia Granata quienes encabezan las listas de diputados provinciales, dicen estar ganando. En Santa Fe de 50 diputados provinciales, el candidato que resulte ser el más votado se queda con 28 bancas.
Pullaro confirmó que el domingo a la noche estarán presentes en mi bunker en Rosario Martín Lousteau, Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich a la espera del resultado final