La Argentina que (ya) viene

Dos especialistas brindaron una mirada sobre temas trascendentales: inflación y ambiente.

En la agenda (aún pendiente), los candidatos presidenciales hablan por aproximación y no de todos los temas. “No puede haber economía sin ecología”, insiste una y otra vez el Dr. Pablo Canziani, con la esperanza de penetrar la impermeable piel de quienes pretenden conducir la Argentina que (ya) viene.

Este científico participó junto a otros del Premios Nobel de la Paz 2007, y se alegró cuando de la mano del Papa Francisco apareció la Encíclica “Laudato Sí”. “El Papa logró poner al Hombre como parte del ecosistema, no por encima”. Se advierte que hoy en el mundo la naturaleza está hablando por las buenas o por las malas.

Infobae entrevistó a propósito de la ecología y de la economía a dos destacados argentinos. El mencionado Dr. Pablo Canziani y el economista Leonardo Leiderman, éste último con un rol clave en el plan de desinflación de Israel.

Canziani contó: “El planeta muestra la “fiebre” que tiene ante la destrucción del ambiente. Durante 5/6 mil años la Humanidad se desarrolló con normalidad porque no le dio la espalda a la naturaleza, como viene ocurriendo junto a la economía en el mundo en los últimos doscientos años.”. A su vez, subraya: “la economía argentina es naturaleza dependiente. Parte de la crisis económica de los últimos meses tiene que ver con la sequía”.

Consultado sobre las posibles soluciones indicó: “Para enfrentar el Cambio Climático hay dos aspectos, mitigación o eliminación de las causas del problema, por un lado, y adaptación, que es la búsqueda de resiliencia ante los cambios por los excesos ya cometidos. Es necesario implementarlas antes de llegar a un punto de no retorno. Estamos a pocos años de poder reducir el cambio climático. Es reversible, más allá de que los gases emitidos hasta hoy, van a perturbar el sistema climático durante los próximos 180/300 años y tendrán incidencia en los hielos árticos y antárticos en los próximos 1000 años. Todavía no hemos llegado a los puntos de quiebre o saltos”.

Agregó asimismo que “un salto es el cambio de estado de la Amazonía que puede darse si seguimos aumentando la temperatura más el terrible desmonte que sufre el Chaco-Amazonia. Podría hacer desaparecer la selva amazónica. Estos cambios bruscos disparan problemas graves sociales y económicos”.

Además consultamos al especialista su opinión sobre las decisiones políticas: “Ante las crisis ambientales o sociales, la política no tiene receta tipo llave en mano. No hay soluciones únicas. Por ejemplo, en territorios extensos como Australia o Argentina hay que pensar para la movilidad, en autos impulsados a hidrógeno y no eléctricos. Hago un llamado de atención para evitar soluciones bruscas, tanto de izquierda como de derecha. Así como también solicito que acudan a la comunidad científica que debe ayudar a la política a evaluar, monitorear y corregir en la medida que lo aplicado funcione o no para optimizarlo o cambiar el rumbo”.

La conversación con Leonardo Leiderman, en tanto, giró sobre un problema similar en Israel (superado) y Argentina: la inflación. “Hay que enfocar a la Argentina en tres etapas: a) hasta las elecciones; b) los dos primeros años del próximo gobierno y c) todo lo que venga después”.

En ese sentido agregó: “Hay que ser realistas: el FMI no va a venir con un nuevo programa económico hasta el resultado electoral. Tampoco es momento de abrir una nueva página, pero sí es necesario que no se aumenten los desequilibrios en lo cambiario, en lo fiscal, en lo social, en lo monetario, hasta llegar a las elecciones”.

En cuanto a la segunda etapa, insistió en que “todo comienza por lo político”. “Ir a un programa sólo ortodoxo para una inflación de tres dígitos como hoy tiene Argentina e Israel en su momento, no es suficiente. Se necesitan medidas adicionales: pacto social y económico. En Israel lo hicimos con empresarios y sindicatos. Argentina tiene un problema que no tuvo Israel: distintos tipos de dólar. Mi opinión profesional es que debe haber un solo dólar, un solo mercado cambiario. Si el Banco Central quiere intervenir, puede hacerlo; pero se deben establecer con precisión los criterios para ello”, explicó.

Leiderman además advirtió: “el gran desafío después de las elecciones en cuanto a lo económico, es cómo hacer ese ajuste de comienzo antes de implementar un nuevo programa económico. Realinear los tipos de cambio puede terminar en una devaluación, lo que puede significar aumento de inflación, por eso es necesario el diálogo social para explicar que es parte de un cambio”.

Finalmente subrayó: “para tomar estas medidas que en el corto plazo tendrán un impacto social bastante negativo, se necesita una gran solidaridad política”

Ante el nivel discursivo liviano y a su vez muy confrontativo que se evidencia hoy de parte de quienes aspiran a conducir la República Argentina, parece muy difícil que en un futuro se pongan en práctica lo que no existe en este presente, dentro de las propias coaliciones: solidaridad, conciencia y coincidencia para lograr dañar lo menos posible a quienes ya lo están.

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María Herminia Grande

Periodista. Analista política