Cambio de época: incertidumbre, fragmentación y polarización
De acuerdo con diferentes autores, tanto la Argentina como la región y también Europa “están pasando por un período de fuerte erosión de la democracia”.
Kant afirmó que cada generación educa a la siguiente. Educar es mucho más que proporcionar conocimientos y/o habilidades a una persona para darle una determinada formación. Veamos qué recibirá la que nos suceda. En principio, tres grandes temas con un anexo: ausencia de autoridad presidencial; democracias jaqueadas, agendas políticas que pierden sentido y/o son cambiadas por las circunstancias. El anexo: “cambio de época, incertidumbre, fragmentación y polarización”, como lo define el politólogo Hugo Quiroga.
Según Rosendo Fraga, la baja institucionalidad en la Argentina tiene que ver con que la composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los últimos 85 años fue modificada diez veces, por razones políticas y por los sucesivos golpes de Estado, con complicidad política en ellos. De 1983 a la fecha, y por razones puramente políticas, se la modificó tres veces, provocando inestabilidad en lo que es la columna vertebral de toda República: su Justicia.
Según Carlos Leyba, el huevo de la serpiente anidó en la desindustrialización que se produjo en Argentina y que nadie, desde 1975 a la fecha, osó interrumpir.
Recordar que la ayuda social en el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín comenzó con las cajas PAN a cargo de su hermano Fernando. Fue ampliada por los sucesivos gobiernos de todos los signos, sin intento de sustitución por trabajo digno. Entre otras cosas, generó el aumento del Estado cuando este sustituyó al privado a la hora de dar trabajo.
Leyba lo definió como industricidio: “Se inició con Isabelita –Rodrigazo-, lo continuó la dictadura genocida (Martínez de Hoz: endeudamiento, atraso cambiario, apertura irrestricta), y sigue a hoy con estanflación, sin inversión ni empleo productivo y el 60% de los menores de 14 años en la pobreza”.
Volviendo a Hugo Quiroga, cree que “Argentina, la región y también Europa está pasando por un período de fuerte erosión de la democracia”. “Lo central es el cambio de época en donde los gobiernos con políticas liberales han fracasado. Hay un resurgimiento de los nacionalismos de extrema derecha, fragmentación del sistema de partidos, falta de liderazgos sustentables con alianzas políticas volátiles. Con amenazas a las democracias de parte de sectores diversos”, sostuvo.
Consultamos al Dr. Rubens Antonio Barbosa, ex embajador de Brasil y actual Presidente del Consejo Superior de Comercio Exterior de la FIESP: “Tres consideraciones: Brasil va a continuar con extrema polarización, cuyo ejemplo visible fue la depredación ocurrida el 8 de enero. En segundo lugar: la luna de miel del gobierno de Lula terminó a la semana de asumir. No solo tiene problemas con la oposición, sino con un sector de los militares. Tercero: luego de lo sucedido el domingo 8, hay una nueva agenda para el gobierno brasileño. Ese día se interrumpió la agenda económica-social que empezó a desarrollarse el 2 de enero. Hoy lo principal es la defensa de la democracia y las instituciones. No obstante, esta semana el ministro de Hacienda divulgó medidas económicas positivas. El gobierno tiene muchos desafíos políticos, de gobernabilidad y la pregunta es cómo será la relación con el Congreso. Cómo se afirmará la autoridad de Lula. Cómo avanzará en la economía. Cuál será la relación con los militares. Pero no veo una incertidumbre muy grande, creo que el gobierno está en control de la situación política”.
Infobae también consultó al abogado constitucionalista peruano Joseph Campos Torres sobre la situación en su país. Considera que “hay un problema de fondo opacado por las lamentables muertes”. “No es una protesta, es una movilización con objetivos políticos, cuya centralidad y desde siempre es lograr una nueva Constitución, siguiendo el derrotero de las nuevas constituciones de Ecuador, Bolivia, Chile. Pedro Castillo intentó un golpe de Estado que no prosperó porque no le hicieron caso, porque en Perú aún hay una cultura constitucional que está por encima de los textos. El objetivo es instalar un populismo autoritario, dado que les incomoda las estructuras constitucionales que le ponen límites, recordar la cadena de ex presidentes vivos: todos sentenciados, procesados, investigados, extraditados, uno de ellos suicidado; porque aquí las instituciones actúan con niveles de autonomía e independencia. Quiero aclarar que Dina Boluarte puede ser de agrado o no, pero es la Presidenta de acuerdo a la Constitución, quien ha encauzado todos los procesos políticos conforme a la Constitución. Es más, aceptó la reducción de su mandato, lo que requiere una reforma constitucional. De lo contrario, todo será un caos presente y futuro”.
Ante este cambio de ciclo, debiera recordarse a aquel emperador japonés Meiji, palabra que significa “era de culto a las reglas”, quien fue el encargado de producir las reformas necesarias para que su país, Japón, se convierta en una potencia mundial.