La campaña arrancó con piernas fuertes
Desde mediados de julio la política y sus satélites sociales, gremiales y empresariales entraron a orbitar definitivamente en modo electoral. Los devaneos políticos y económicos del gobierno nacional – que no desaparecieron con la voluntariosa e hiperquinética presencia de Sergio Massa – pareciera que sirven de acicate y desafíos al mismo tiempo para oficialismos y oposiciones.
Sería altamente recomendable para los estrategas de campaña y sus correspondientes Community Manager, no ofender la inteligencia de la sociedad haciéndole repetir como loros a sus clientes políticos aspirantes a cargos electivos, la atávicamente previsible prosa: “todavía falta mucho para las elecciones, hoy solo estamos pensando en cómo resolverle los problemas a la gente, y mejorar su calidad de vida”. No sólo que el público no le creería, (sobremanera si actúa como si fuese un candidato) sino que lo predispondría a suponer que ya lo está tratando de engañar.
Lo más lógico sería decirle a quienes aspiran a seducir su voto: “soy un político, y como tal tengo pretensiones, pero – si así fuera- hoy día no sé muy bien para qué cargo me voy a postular”; lo honraría ante el electorado.
Los decididos y los que especulan en Juntos por el Cambio
Por ejemplo fue sincero el radical Maximiliano Pullaro, quien arrancó la campaña gubernamental el día después de haber salido segundo en las nacionales de Juntos por el Cambio el año pasado. Su correligionario norteño Dionisio Scarpín tímidamente balbucea intenciones, a la espera de que se decida la líder de su grupo: Carolina Losada, quien por ahora elude enunciaciones con evasivas de manual.
En el PRO ya anunció que se prepara para ser gobernador el diputado nacional Federico Angelini, quien no deja de aparecer muy cerca de Mauricio Macri, por ejemplo participando de la Mesa Nacional de definiciones como el viernes pasado, como para que no queden dudas del palenque en el cual se rasca.
En la maltratada – por sus socios – Coalición Cívica, su vicepresidente local Mauricio Amer espera la contraseña de la líder Elisa Carrió, pero comentó que Horacio Rodríguez Larreta les pidió en su paso por Santa Fe que vayan definiendo la mesa de Juntos por el Cambio “lo antes posible”. El diputado provincial Sebastián Julierac asegura que en caso de jugar con candidato propio a la gobernación, la mejor opción sería con la presidente del Partido Lucila Lehmann, pero eso lo decidirá el Partido en su momento.
Miguel Angel Pichetto está afianzando en Santa Fe su presencia a través de la diputada provincial Betina Florito, y el dirigente Cristian Hoffmann quien forma parte de la Mesa Nacional del sector.
Florito también espera el santo y seña para asumir el protagonismo y oferta electoral que Pichetto quiere darle a su espacio en todo el pais
¿Y en el Peronismo?
Dentro del abarcativo abanico peronista, el diputado nacional “perottista” Roberto Mirabella gasta cubiertas recorriendo millares de kilómetros como precandidato a gobernador, pero sin revelar abiertamente sus deseos.
Un poco menos trajinado, el senador nacional – allegado al kirchnerismo – Roberto Lewandowsky ilusiona a los propios, no se sabe si para llegar a la Casa Gris o al Palacio de Los Leones en Rosario.
El asumido kirchnerista diputado provincial Leandro “Kiko” Busato, ya fue ungido como aspirante gubernamental por su líder Agustín Rossi; mientras que el diputado nacional camporista Marcos Cleri visitó el jueves el bloque de senadores PJ para anunciarles su intención de – por enésima vez, después termina arreglando repetir en el Congreso – competir para la gobernación.
Los misterios del socialismo
La diputada provincial socialista Clara García también fatiga miles de kilómetros por la Provincia como si fuera a ser precandidata a gobernadora.
¿Qué haría el ex gobernador Antonio Bonfatti, por ejemplo?. ¿Llevaría el socialismo un candidato para pelear la gobernación?; ¿ó sólo se limitaría a engrosar la cantidad de bancas en diputados?.
Pero todos saben que sacarle una definición a un socialista es más difícil que saber lo que piensa un jesuita.
Se “picó ” la campaña entre Pullaro y Mirabella
Insólitamente – para los observadores foráneos – el diputado Maximiliano Pullaro dentro del marco de un reportaje en el Canal de TV La Nación+, donde criticaba con rudeza la política en materia de seguridad de Omar Perotti, exhumó la causa juego clandestino en Santa Fe, señalando al propio Gobernador y al ahora diputado nacional Roberto Mirabella, como beneficiarios de aportes para la campaña en el año 2019 por parte del zar del juego clandestino rosarino Leonardo Peiti, aludiendo (Pullaro) a las declaraciones en sede judicial del propio Peiti para conseguir, como colaborador arrepentido, que le aminoren la pena, cosa que por tales testimoniales, finalmente consiguió.
Ofendidísimo, Mirabella tuiteó que le iniciaría acciones legales al diputado radical, comenzando por reflotar un pedido a la Fiscalía del año 2021 para que le informe si en la causa de juego clandestino recaía sobre su figura alguna sospecha de participación “en los hechos que se investigan”. Desde el Ministerio Público de la Acusación, le respondieron a Mirabella que de las declaraciones de Peiti surgía que no habría motivos para una investigación criminal hacia su persona.
Mirabella le iniciará una querella a Pullaro por calumnias e injurias.
El líder de la bancada de diputados radicales consolidó sus dichos televisivos publicando el pasado viernes en la red twitter un extracto de las declaraciones – vía zoom- de Peiti donde lo menciona a Mirabella (y Perotti) como beneficiarios, a través de un tercero, de sus favores económicos para la campaña.
Esta inesperada zaga continuará, según prometen sus actores, después del fin de semana largo. Y convengamos que le agrega un condimento bien picante a una campaña que, si bien comienza a bullir, aún está en una etapa de precalentamiento.
Radicales y socialistas frenaron las aspiraciones de Javkin.
Radicales NEO Evolución y socialistas le pusieron freno al vuelo político que quería emprender el lord mayor rosarino Pablo Javkin, impulsando un proyecto de Ley para que los intendentes – de las cabeceras departamentales – puedan nombrar a los jefes de las unidades regionales. El propio Gobernador Perotti clausuró esa discusión diciendo que es potestad constitucional del Gobernador designar a los jefes de las unidades regionales.
Los socialistas votaron a favor la Ley, que previamente habían modificado en comisiones, circunscribiendo las aspiraciones de Javkin a las ya existentes “mesas de coordinación con gobiernos locales” (Jorge Lagna antes de ser ministro trabajaba en ese tema con Sain); mientras que el bloque presidido por Pullaro se abstuvo invocando el rechazo del Foro de intendentes radicales, y que de última se circunscriba a Rosario y zona de influencia.
Seguridad: Perotti jugó la “bala de plata” con un comisario retirado.
Después de haber fracasado rotundamente con el sociólogo y teórico experto en seguridad Marcelo Saín, quien le dejó paso al bueno de Jorge Lagna, un peronista leal, comprometido, afecto a los consensos, pero sin carácter para imponer sus criterios dentro del gobierno, ahora el Gobernador Perotti confía el aplacamiento de la inseguridad, violencia y muertes sin precedentes en Rosario, a un comisario retirado: Rubén Diego José Rimoldi.
Rimoldi es la última bala en el cargador político de Omar Perotti. ¿Quién podría venir después si fracasare?
El Ministro de Gestión Pública Marcos Corach lo venía haciendo precalentar al borde del campo de juego desde hace dos meses como asesor en seguridad de su cartera. Lagna, avezado ex jugador de fútbol debería haber advertido que el cambio era inminente.
Pero eso ya no interesa; ahora la prioridad de Rimoldi es achicar diferencias, en un partido que el gobierno lo viene perdiendo por goleada en Rosario a minutos del final, y sin alargue.
El plazo máximo que tiene el ex comisario, y aspirante político a la intendencia de Casilda en el 2015, vence con el inicio formal de la campaña electoral. Pero la ciudadanía rosarina quiere resultados inmediatos: un par de goles en los próximos minutos no le vendrían mal.
Diríamos que fue la exigencia del técnico Perotti en el abrazo final al borde de la línea de cal antes de entrar al campo de juego.