Designaron a Gabriel Leegstra como nuevo director del Servicio Penitenciario de Santa Fe
Tiene 62 años, ingresó a la Policía de Santa Fe en 1978 y llegó a ser Jefe en 2007.
El gobierno provincial designó como nuevo director del Servicio Penitenciario al comisario general Gabriel Leegstra, actual director del Instituto de Seguridad Pública por concurso, cargo que vence en los próximos días.
Se trata de un puesto que quedó vacante hace 90 días. El área que asumirá Leegstra es conflictivo por la superpoblación carcelaria y los ya conocidos problemas de los presos de alto perfil en las unidades más grandes de la provincia, tales como Piñero y Coronda.
Leegstra tiene 62 años, ingresó a la Policía de Santa Fe en 1978 y llegó a ser Jefe de Policía en 2007. Además, siguió siendo profesor de distintas materias en el Instituto de Seguridad Pública.
Asimismo, se recibió de licenciado en Seguridad Pública, se presentó a concurso y ganó para ser el director del Instituto de Seguridad Pública, asumiendo el 16 de agosto de 2017 ante el gobernador de ese momento, Miguel Lifschitz.
En mayo, el decreto 798 oficializaba al ex coronel José Alberto Bernhardt en dicho cargo, pero al mismo tiempo organismos de Derechos Humanos, políticos y sociales cuestionaron el nombramiento por su participación en el batallón que funcionó como centro operacional de la represión en la última dictadura cívico-militar.
Ante las críticas, el gobernador Omar Perotti decidió dar marcha atrás con el nombramiento del teniente coronel retirado, José Alberto Bernhardt, ex agente del Batallón de Inteligencia 601 durante la dictadura, como director del Servicio Penitenciario provincial.
José Alberto Bernhardt fue funcionario de entre 1995 y 2007, en los gobiernos de Jorge Obeid y Carlos Reutemann. Desde 1995 hasta 1999, ocupó el cargo de subsecretario de Seguridad Pública y su segundo al mando era un ex suboficial del Destacamento de Inteligencia Militar 122, Nicolás Correa quien, según se reveló después, integró el grupo de tareas que persiguió y fusiló a una militante de la Juventud Peronista en diciembre de 1976.
Además, Bernhardt está denunciado desde noviembre de 2015, incluido por el Programa Verdad y Justicia del ministerio de Justicia y Derechos Humanos entre los oficiales y suboficiales que integraron el Batallón de Inteligencia 601, considerado el sistema neurálgico de la dictadura cívico militar, que conectó las máximas autoridades con los campos de tortura y desaparición de personas.