La Unión Europea expulsó a casi 200 diplomáticos rusos en 48 horas
Francia, Alemania, Italia, España, Dinamarca, Suecia y Eslovenia declararon personas non gratas a funcionarios del Kremlin bajo el argumento de cuestiones de seguridad nacional.
Francia, Alemania, Italia, España, Dinamarca, Suecia y Eslovenia expulsaron en dos días a decenas de diplomáticos rusos, un gesto que marca una nueva degradación de las relaciones con Moscú después de que salieran a la luz masacres de civiles en Ucrania de las que se acusa a Rusia.
El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell anunció el martes que fueron declarados «persona non grata» a varios miembros de la representación de Rusia ante la Unión Europea, a causa de «actividades contrarias» a su estatuto de diplomáticos, sin precisar ni el número ni la fecha de su expulsión.
Italia decidió expulsar a 30 diplomáticos rusos por razones de «seguridad nacional», declaró el martes el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio.
«Esta medida, tomada en común acuerdo con nuestros socios europeos y atlánticos, fue necesaria por razones vinculadas a nuestra seguridad nacional y en el contexto de la situación actual de crisis relacionada con la agresión injustificada de Ucrania por parte de Rusia», destacó el jefe de la diplomacia italiana.
Por su parte, Mario Draghi, jefe del gobierno de Italia, confirmó que «la decisión se tomó de acuerdo con otros socios europeos y atlánticos», y precisó que su país apoyaba «con convicción» las nuevas sanciones presentadas el martes por la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la Unión Europea).
Eslovenia también decidió expulsar a 33 diplomáticos rusos para expresar su «fuerte protesta» y «conmoción» tras el hallazgo de los civiles muertos.
Los países occidentales manifestaron este fin de semana su repulsa tras el hallazgo de decenas de cadáveres vestidos de civil en Bucha, al noroeste de la capital de Ucrania, tras la retirada de las fuerzas rusas.
Rusia niega su implicación en los hechos y denuncia un «montaje» de Kiev para denigrar la imagen de los soldados rusos.
Tras salir a la luz las informaciones de Bucha, Lituania anunció el lunes la expulsión del embajador de Rusia «en respuesta a la agresión militar de Rusia contra la Ucrania soberana y a las atrocidades cometidas por las fuerzas armadas rusas».
Ese mismo día, Alemania comunicó que expulsaba «un elevado número» de diplomáticos rusos destinados en Berlín, según la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock. De acuerdo con informaciones de la AFP, serían 40.
Estos empleados de la embajada de Rusia son una «amenaza para las y los que buscan protección entre nosotros», dijo. Alemania recibe a más de 300.000 refugiados ucranianos que han huido de los combates en su país desde el 24 de febrero.
Poco después, Francia anunciaba la expulsión de 35 diplomáticos rusos «cuyas actividades son contrarias a los intereses» del país, según una fuente cercana al ministerio francés de Exteriores.
Dinamarca también decidió expulsar a 15 diplomáticos rusos acusándolos de ser «agentes de inteligencia» que llevaron a cabo «actividades de espionaje en suelo danés», declaró el jefe de la diplomacia danesa, Jeppe Kofod.
Otro país escandinavo, Suecia, se sumó a la media con la expulsión de tres diplomáticos rusos.
Y España decidió expulsar a «alrededor de 25» diplomáticos rusos que representan «una amenaza para los intereses de seguridad» del país, anunció el ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares.
Según un recuento efectuado por la AFP, cerca de 300 diplomáticos rusos han sido expulsados en total de varios países de la Unión Europea desde el inició de la ofensiva rusa.
El Kremlin denunció, de su lado, «la falta de visión» de Europa al expulsar a numerosos diplomáticos, ya que el movimiento implica «la reducción de las posibilidades de comunicar en el ámbito diplomático en estas circunstancias difíciles», según expresó el vocero, Dmitri Peskov.
«Y esto conllevará inevitablemente medidas de represalia», añadió.