Perotti mueve la estantería
Omar Perotti hará dos cambios -tres en rigor- de gabinete para encarar los dos años calendarios que le quedan de mandato, para generar mayor “volumen político” a la gestión, con Celia Arena en el Ministerio de Gobierno – veremos cómo ensambla su tarea con el influyente Marcos Corach- y Carlos Bermúdez a cargo de la relación con los medios de comunicación.
En tiempos de impensados pero previsibles “pasaportes sanitarios”, la política hace poco y nada para sosegar ánimos destemplados de una sociedad angustiada y desesperanzada, a 20 años de la tragedia social cuyas consecuencias socioeconómicas aún estamos sufriendo.
“Esto no es un 2001… Sólo hay más de 50 por ciento de pobres, una inflación que vuela, piquetes como hormigueros. El presidente y la vicepresidente simulando mal en los escenarios la complicidad que no tienen. La coalición gobernante que se fragmenta, entre la CGT, la estentórea y dogmática Cámpora y, como un detalle “al margen”, esta semana incendiaron la Casa de Gobierno de Chubut”, escribe el maestro periodista Miguel Wiñazki.
Presupuestos. Los unos y los otros
El boicot de la Vicepresidente a través de su hijo Máximo al presupuesto 2022, llegó justo un día después del que el Fondo Monetario remarcara que un amplio consenso político interno y externo era un pilar “crítico” para garantizar el éxito de la negociación y del nuevo programa.
El Gobernador Omar Perotti, hizo un gambito de dama dialéctico para no desentonar con el discurso oficial, pero tampoco quedar en “off side” frente a semejante dislate, y opinó que “para que haya gestión que resuelva necesidades de los argentinos, debe haber presupuesto. El Congreso debe debatirlo y aprobarlo. Dejar sin presupuesto a la Nación, afecta a todos. Las diferencias políticas no pueden estar por encima de las necesidades del país y las provincias”.
En la Provincia las cosas, a pesar de todo, son distintas; oficialismo – fragmentado- y oposición – sobremanera radicalismo Neo-Evolución y PS – trajinaron los pasillos y llegaron a un acuerdo sobre el presupuesto 2022 que tuvo media sanción del Senado el jueves pasado, y que básicamente contempla: la autorización a crear cargos por pases a planta se limita hasta los necesarios para cumplir los acuerdos paritarios firmados hasta el 30/6/2021. El uso de mayores recursos que se reciban por encima de lo presupuestado se limita a cumplir con política salarial, transporte público, convenio de Salud con Municipalidad de Rosario y programas de gestión de Residuos Sólidos Urbanos.
Se dejó la autorización de endeudamiento por $7.700 millones para obras, pero se establece que las obras deberán ser establecidas por otra ley, como así también la autorización de endeudamiento por $17.000 millones para cancelar amortización de deuda, y la posibilidad de ampliar gasto corriente reduciendo gasto de capital hasta el límite del 40% del gasto de capital.
Se establece que los recursos que se cobren de la Nación por los fallos, deberá coparticiparse a municipios y comunas e invertirse solo en gasto de capital o amortización de deuda, y en el caso de la Provincia sólo podrá invertirse en gastos que no estén incluidos en el presupuesto 2022.
Así mira la sociedad a “la casta”
Un habitual relevamiento del politólogo Patricio Hernández sobre 1,5 millones de reacciones en Instagram, Facebook y Twitter fue demoledor en diciembre: más del 70% de los usuarios tiene una percepción negativa de su dirigencia. El 32% considera a los políticos como una “casta repleta de privilegios”, el 17,5% cree que son “empleados públicos que trabajan para su beneficio”, el 16,2% los ve como “oportunistas” y un 6,3% los vincula con la corrupción. Apenas 27,9% los considera “servidores públicos que trabajan para alcanzar el bienestar general”.