Atacaron sede céntrica de Rosario Central y la prendieron fuego con nafta
Un custodio que estaba en el lugar sufrió heridas. El fuego destrozó las oficinas y llegó a la galería lindera.
Por segunda vez en 48 horas vandalizaron instalaciones de Rosario Central. Este miércoles a la madrugada prendieron fuego la sede del microcentro. Una persona que estaba en el lugar resultó herida y el incendio provocó daños en los inmuebles adyacentes.
Al amanecer, los bomberos habían sofocado las llamas que se propagaron hasta el primer piso y también hacia la galería lindera a las instalaciones en Mitre al 800. El vigilador del club sufrió quemaduras y lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Según la denuncia que recibió la policía, durante la noche prendieron fuego la entrada al edificio. Los vidrios de la sede explotaron y buena parte de la estructura montada sobre la vereda quedó destrozada. Si bien inicialmente se pensaba que habían arrojado bombas molotov, un video develó que tiraron nafta con un balde para generar la combustión.
A raíz de este acto vandálico, bomberos y demás personal de las fuerzas de seguridad provinciales se encontraban trabajando a la mañana en la sede canalla para esclarecer el episodio. La zona quedó vallada a metros del cruce con la peatonal Córdoba para facilitar la tarea de funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Por otra parte, la policía informó que el vigilador herido se encontraba fuera de peligro luego de la agresión. El episodio se registró horas antes de las reuniones que programó el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, por la serie de actos vandálicos que comenzó el domingo con el destrozo del busto de Isaac Newell en el Parque de la Independencia.
Luego de la denuncia, el presidente de Newell’s, Ignacio Astore, repudió el episodio en Mitre al 800 y reclamó que paren los incendios y ataques contra las instituciones. El médico que conduce la comisión directiva rojinegra anticipó que pretende un pronunciamiento junto con Central contra la violencia en la ciudad.
Después del atentado, la Academia emitió un comunicado en el que definió la situación como un acto de “vandalismo institucional”. Además anticipó medidas para sostener la atención a socios y socias ante la clausura de la sede del microcentro.