Síntomas decadentes para una sociedad en descomposición
¿Podría transformarse la foto del cumpleaños de la pareja presidencial en el “cajón de Herminio Iglesias”?. Muchos lo dudan; en el país pasaron cosas peores. “Los políticos y gobernantes no salen de un repollo”, es un aforismo que nos intercepta moralmente para inmediatamente interpelarnos socialmente. Hace una semana en esta misma columna nos preguntábamos si la pandemia cambiaría o reforzaría nuestra “conducta electoral”. ¿Estaremos ante una elección histórica como la de 1983?. ¿Los candidatos orientan sus consignas y propuestas para una sociedad estragada social, moral y económicamente por el Covid-19?.
¿El gobierno está arrepentido de la fiesta en Olivos, o lamenta haber sido descubierto como ocurrió con el vacunatorio VIP?. Dijo el periodista Alejandro Bercovich: “no se dan cuenta que en un momento así, de tanta bronca y miseria es algo que puede ser explosivo, están cabeceando granadas en un gasoducto”.
Hay una sociedad que se escandaliza porque el Presidente responsabilizó a su pareja por la organización del cumpleaños del cual él formo parte, pero hace unos meses escribíamos que era sociológicamente alarmante que jovencitos militantes mostraran felices y desafiantes fotos vacunándose por izquierda, sin importarles la salud de sus seres queridos.
Autoridades provinciales reconocían que el 45% de quienes debían realizar cuarentena por haber llegado del exterior, la incumplían. El ex Presidente de la Nación Mauricio Macri fue multado por no haber pasado lo cuarentena en su domicilio tras regresar de Europa.
“Los políticos y gobernantes no salen de un repollo”.
Encuestas: las pitonisas de estos tiempos
Estamos ingresando en el período estacional donde la mayoría de los candidatos adoptan la paranoica actitud conspirativa, recelosa y desconfiada hacia quienes no les dicen que van a ganar, porque “las encuestas”, clarividentes de estas épocas, les dicen otra cosa. ¿Estarán los candidatos “pasados de encuestas” que han perdido su capacidad de observación?.
¿Alcanzará solo con ser opositor?
En esta columna nunca publicamos encuestas, ni siquiera insinuamos resultados; pero las leemos atentamente y las cotejamos con nuestra intuición y observación. Carlos Reutemann nos supo decir: “si usted no tiene olfato para la política, dedíquese a otra cosa”. El era un intuitivo nato, su encuestador de cabecera Néstor Murillas, nos confesó que él solo corroboraba técnicamente lo que el “Lole” ya sospechaba.
¿Qué sospechamos de estas elecciones nacionales de medio término?. En primer lugar, que sería un error compararlas con las presidenciales de hace dos años. Y en segundo lugar, que si bien ser oficialista es una tarea de alto riesgo (electoral), tampoco alcanzaría con ser opositor sólo porque “garpa”, repitiendo como loros “no tenemos que permitir que el kirchnerismo tenga hegemonía en el Congreso”. Sospechamos que la sociedad quiere otra cosa; por ejemplo mostrar una línea de conducta coherente con lo que se pregona; aunque dé la impresión que podría pasar desapercibido, quizás no sea así.
El electorado, ¿usará las PASO para “entretenerse”, o amonestar porque “el bueno” son las generales?. ¿O irá directamente al grano para que no queden dudas de su decisión?. Y aunque este interrogante – razonamiento parezca insólito: ¿quedó un “estrés post traumático” de las PASO 2019?.
¿Cómo marchan las campañas?
A menos de un mes de las elecciones, los precandidatos afinan sus estrategias para conciliar las elecciones unificadas en la Provincia de Santa Fe. En la mayoría de los casos apelan al recurso “osmosis”: esto es pegar los candidatos locales con los nacionales, y éstos con alguna referencia supranacional (caso Agustín Rossi con CFK, o Angelini con Larreta y Bullrich).
A la caza de los independientes
Con tres poderosos frentes enfrascados en internas, el desafío será conseguir que el apreciado “elector independiente” ingrese en esas coaliciones para, como dijo el Gobernador Perotti “ordenar la lista definitiva” (evitó hablar de “interna”) que no sería otra cosa más que cumplir con el espíritu de las PASO.
Hay nueve bancas de diputados nacionales para renovar; son las que se lograron en el año 2017. Juntos por el Cambio (Cambiemos en el 2017) tiene el mayor compromiso, ya que pone cinco en juego. El peronismo (Frente de Todos) tres; y Luis Contigiani (FPCyS en el 2017) disputará la suya contra el Frente Amplio Progresista y “Locomotora” Oliveras de UNITE.
También, luego de seis años se elegirán los tres senadores nacionales; de allí la icónica e inédita participación – con foto y todo – del Gobernador Omar Perotti en “su” lista de precandidatos nacionales como senador suplente (del rosarino senador provincial Marcelo Lewandowski) quien junto al senador por La Capital Marcos Castelló como tercer precandidato a diputado nacional, aspiran a chupar votos independientes en los dos grandes centros electorales de la Provincia.
En las playas de Normandía lo espera a Perotti y su tropa el “Chivo” Rossi, sin más pertrechos que la militancia, en el duelo con el Gobernador para dirimir cuál de los dos es más auténticamente kirchnerista ante ese electorado cautivo.
De ésa gema preciada: el electorado independiente, dependen además de Perotti, los aspirantes de Juntos por el Cambio, y quienes pugnan por la “novena banca” de diputados nacionales.
Pero a diferencia del 2017, la boleta nacional estará precedida por el cuerpo de precandidatos a senadores nacionales con sus fotos; allí jugará el golpe de vista del elector y su inmediata asociación mental con las imágenes de campaña y la “marca” de las listas (y naturalmente la decisión tomada al salir de casa).
Luego de haber votado para los candidatos nacionales, el elector deberá regresar, esta vez al box, con la distrital boleta única santafesina. Otra elección; en todo sentido.
Tienen 25 días los candidatos para convencer a un electorado enojado y para nada esperanzado. Peligroso combo.