El Estado nacional tomará el control de la Hidrovía Paraná-Paraguay por 12 meses
En un primer período se licitará el mantenimiento bajo control de la Administración General de Puertos. El año próximo, una licitación de obras y servicios de dragado con «fuerte presencia del Estado Nacional y participación de las provincias».
El Gobierno cedió por un año a la Administración General de Puertos (AGP) el control y administración de la denominada Hidrovía Paraná-Paraguay, la vía navegable de 3500 kilómetros por la que pasa el 80 por ciento del comercio exterior argentino, que estaba en manos de la empresa belga Jan de Nul junto a su socio local Emepa.
Así se oficializó este jueves a través de un decreto firmado por Alberto Fernández, el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Transporte, Alexis Guerrera. Los funcionarios ya habían estampado su firma días atrás y esperaban que el proyecto tuviera luz verde del presidente.
En paralelo a ese decreto, se prepara otro, que estaría algo más demorado, y que establece la creación de un ente de control estatal de todas las vías navegables del país, que estará bajo la órbita del Ministerio de Transporte.
El ministro de Transporte, Alexis Guerrera, informó ayer que se facultará a la AGP a llamar a una licitación corta» para las tareas de mantenimiento de la red fluvial troncal del Río Paraná, llamada Hidrovía, por el término de doce meses. Por ese lapso, «el sistema va a estar bajo control estatal, en cabeza de la AGP», señaló el ministro, quien agregó que «el objetivo de esta licitación corta es darnos tiempo suficiente para la confección de la licitación larga (que se materializará en un segundo decreto), que es la que incluiría las nuevas obras que plantea el sistema Hidrovía, por ejemplo las que piden los gobernadores» de las provincias costeras de este sistema fluvial.
Anunció, además, que en este período de doce meses «ya comienza a funcionar el cobro del canon del Estado por parte del AGP y a través de la cuenta derivadora a la que ingresan, se le paga a las adjudicatarias de las tareas de dragado y balizamiento por las tareas realizadas». Es decir, el sector privado deja de cobrar directamente a las empresas exportadoras el «peaje» o canon por el uso del río.
Para cuando finalice esta contratación corta, de un año, «ya tendremos un ente nacional de control de la Hidrovía funcionando, que seguramente va a ser el encargado de la licitación grande», comentó Guerrera.
Esa futura licitación, que adjudicará las tareas de obras y mantenimiento de un período que probablemente no baje de dos décadas, «ya va a contener las nuevas obras de mayor profundidad del dragado, el acceso a los puertos públicos, y demás, convirtiendo al nuevo ente de control de la Hidrovía prácticamente en una secretaría o ministerio que se dedique exclusivamente a tener presencia en la red troncal fluvial que es una arteria fundamental para la producción y el desarrollo de la Argentina».
Durante la vigencia de la anterior contratación, adjudicada en 1995, «el Estado ni siquiera materializó este ente de control que preveían los pliegos originales», cuestionó el ministro. «Lo que va a suceder a partir de esa nueva licitación, que va a llegar a su adjudicación probablemente en un año y medio, es una presencia fuerte del Estado Nacional y una participación activa de las provincias que también están involucradas en estas vías navegables».