La revolución industrial 4.0 llegó: ¿Qué discute la política nacional?

Tanto el frente oficialista como el opositor no se están planteando cómo encarar este nuevo escenario. Ambos están en problemas por la falta de un líder único en cada uno de ellos y por la falta de reglas de convivencia para el funcionamiento de las coaliciones.

Estamos transitando la cuarta revolución industrial 4.0. En Argentina la protagonizan sólo algunos sectores, dado que muchos otros pujan por salirse del límite que los mantiene prisioneros de un pasado absolutamente pasado: el de las changas, el del trabajo informal, el de los planes sociales, el de los asalariados bajo la línea de pobreza. Mientras esto ocurre van apareciendo voces de politólogos, analistas y también desde la política que reflejan un fin de ciclo dentro de la primera etapa de nuestra última democracia. Esa que se reinstaló con el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, acuñada, apropiada por los ciudadanos desde 1983 –por suerte-, pero se quedaron sólo en esa conquista, no menor, la de la continuidad democrática.

El politólogo Hugo Quiroga insiste en que puede surgir un modelo superador a la actual democracia, generado por la gente en la calle y no desde el escritorio de politólogos o sociólogos. El ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey le dijo a Infobae: “Nuestro sistema de representación clásica está en crisis, el viejo modelo ya no es representativo”. Esta advertencia guarda lógica ante el inminente ensanchamiento de la base electoral con nativos digitales. Ahora bien, la política en general no está discutiendo ni planteando cómo encarar este nuevo escenario, sólo discute temas de su propio poder.

Tanto la coalición oficialista como la opositora están en problemas por dos cosas: a) por la falta de un líder único en cada una de ellas. Mauricio Macri fue un ordenador en el 2015, hoy es uno más. Cristina de Kirchner ejerce un fuerte liderazgo, pero sigue siendo minoritario. Y b) el otro problema que debiera convertirse en una necesidad, es la falta de reglas de convivencia para el funcionamiento de las coaliciones. La hoy opositora no llegó a ser coalición ejecutiva, fue sólo legislativa. La oficialista se va conformando a través de tensiones internas que desgastan y mucho al presidente Alberto Fernández. En ambas hoy sólo discuten cargos. Por ahora plan, proyecto, son palabras sin contenido. Pobreza, desocupación, angustia, pesimismo, son palabras concretas que duelen pero siguen ignoradas por la política.

El realismo mágico del boom latinoamericano, aplicado a la política según Octavio Paz, es la distancia que hay entre la realidad que debió haber muerto hace tiempo pero sigue viva.

Queda claro que la política del gobierno nacional se mueve a través del humor bonaerense. Los gobernadores extra AMBA –que en algún momento fueron por directa expresión del Presidente sus coequipers de gobierno- se ven marginados de la decisiones del gobierno nacional, decisiones que afectan la gobernabilidad de los mismos, pero no son consultados. La improvisación forma parte de este modelo de gestión.

En febrero del presente año el presidente Fernández, en la provincia de Santa Fe, en la ciudad de San Lorenzo, dio a conocer la creación de la Unidad Ejecutora de la Hidrovía conformada por los gobernadores de la mesopotamia, quienes tendrían injerencia y protagonismo sobre la fábrica de dólares del río Paraná. Tal Unidad fue disuelta y, tanto la renovación de la licitación corta y de la licitación definitiva, quedaron en manos de un funcionario de la AGP. El ministro del área, Alexis Guerrera, y el gobierno insisten en la no estatización de la misma. Sin embargo, el senador Taiana y muchos otros desde el Instituto Patria sostienen lo contrario. Lo único certero es que este martes tendrá dictamen en la Comisión de Petición y Poderes, la creación de la Bicameral que controlará el proceso para garantizar transparencia.

La tensión dentro de la coalición gobernante pasa por momentos muy álgidos. En el tema de exportación de carnes, el gobernador Kicillof era partidario nuevamente de imponer la postura del cierre total. El presidente Fernández entendió que esa política es absolutamente perjudicial y se inclina por fijar un porcentaje de cuota de exportación, que podría aumentarse dependiendo de que los precios internos no se desboquen. También habría ampliación de cortes destinados al mercado interno con precios razonables. Entre paréntesis, la prohibición de exportar la vaca vieja a China es parte de los errores garrafales por desconocimiento absoluto del tema. El flamante presidente de la Sociedad Rural Nicolás Pino, le dijo a Infobae: “creo que la reapertura de las exportaciones de carne con cuotificación es una realidad. Entiendo que es una mala decisión. Así como cerrar la exportación y/o abrirla parcialmente. Llena de dudas a quienes hacemos producción de carne, pero fundamentalmente es una pésima decisión para el país”.

Hoy el ministro Kulfas daría a conocer en paralelo un plan ganadero el cual debiera haber sido discutido y consensuado –para equivocarse lo menos posible- , con los protagonistas del sector en un ministerio que no acierta demasiado. En este terreno hay que saber que se trata de ciclos biológicos largos, donde la confianza es fundamental, el ámbito federal es el otro ítem insoslayable donde debiesen tener principal protagonismo los representantes del campo

Con respecto a la insistencia de la Vicepresidenta en cuanto a la necesidad del reordenamiento del sistema de salud, especialmente el de las obras sociales; la CGT no piensa darle entidad hasta que aparezca un proyecto impulsado por el PEN. Algunos creen que es una manera que elige Cristina Fernández para mantener su electorado – a veces buscar un buen destinatario para criticar suele ser una estrategia-. Otros consideran que no se debiera descartar que el objetivo final sea poner en tela de juicio el modelo sindical en sí. Recordar que CFK dijo que “entre ella y los trabajadores no debía haber interlocutores”.

Política en Santa Fe

Esta semana que pasó, el gobernador Perotti caminó por Olivos junto al presidente Alberto Fernández. Esto trajo algún alivio para ambos. En la extensa charla el gobernador le manifestó la continuidad de vocación de pertenencia al Frente de Todos, y también se explayó sobre el motivo por el cual dio luz verde a la conformación orgánica de su propio espacio político días atrás denominado “Hacemos Santa Fe Al presidente Fernández, Perotti le marcó su vocación de liderar un espacio dentro del peronismo santafesino que le permita poner un candidato propio a gobernador en el 2023, pasando primero por este 2021, consolidándolo con su candidato a senador nacional Roberto Mirabella. Cree además que a través de este espacio reasegurará la continuidad del peronismo en el gobierno de Santa Fe.

La aparición de Hacemos Santa Fe provocó molestias en la geografía peronista. El gobernador Perotti cree que hacía falta que a las líneas nacionales representadas en la bota, se agregase el espacio del sector que gobierna.

Tanto en el oficialismo santafesino como en la oposición, hay grandes movimientos típicos del cierre de lista que se aproxima tanto en el ámbito provincial como nacional.

Miguel Del Sel fue el anfitrión de los actores PRO: Luciano Laspina, Federico Angelini, Roy López Molina. Le solicitaron que sea el árbitro en las ambiciones de estos dirigentes. Dirigentes que terminaron pidiéndole, una vez más, que sea candidato. “Volví a encontrarme con una vida normal. Dí todo las veces anteriores. Mi hora pasó”, dijo Miguel.

El PRO pertenece a Juntos por el Cambio. Si bien todos desearían para la interna dos o tres listas; la de José Corral, la de Federico Angelini, la de Mario Barletta; aparece el NEO –este sector radical abandonó el frente con el socialismo- debutando por primera vez en el encabezamiento de una lista, lo proponen al diputado Maximiliano Pullaro. Este sector tiene una territorialidad apetecible para los candidatos de las otras listas. Aún nada está cerrado. Sí se supo que Eduardo Macchiavelli, secretario general del PRO a nivel nacional; les transmitió que si el PRO integra más de una lista, no habrá apoyatura en particular a ninguna de parte de Mauricio Macri, Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta.

De parte del Socialismo, el tercer espacio, aguardan la decisión del ex gobernador Bonfatti. Si se presentase como candidato a senador, el intendente rosarino Pablo Javkin respetaría la decisión. Bonfatti duda porque sabe que haría un esfuerzo enorme para colocar diputados nacionales, sin tener el incentivo de presentarse en el 2023 como candidato a gobernador. La estrategia de Pablo Javkin es blindar Rosario y si debe presentar listas en todas las categorías, realizar una elección digna. Para ello está conversando con el último senador nacional del socialismo Rubén Giustiniani. El actual diputado provincial intenta lograr una confluencia de centro izquierda progresista. Hasta se entusiasma con la posibilidad de modificar el nombre del Frente Progresista Cívico y Social. El tema hoy es si los espacios que lo conformarían aceptan presentarse a la interna.

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María Herminia Grande

Periodista. Analista política