Guzmán pidió «tiempo» al Club de París hasta que acuerde con el FMI
En julio se deben liquidar u$s2.400 millones y la negociación con el Fondo se demora. Otra alternativa sería disponer de los DEG que se girarían en agosto.
Martín Guzmán les hizo a Bruno Le Maire y a Emmanuel Moulin una promesa de “buena fé”: el Gobierno de Alberto Fernández hará todo lo posible por llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, el ministro de Economía argentino les reconoció a su par francés y al secretario general del Club de París, que un final feliz en las negociaciones por un tratado del tipo Facilidades Extendidas con el organismo que maneja Kristalina Georgieva demandará tiempo. El suficiente como para no llegar en los plazos estipulados para el pago de los u$s2.400 millones que se le deben al sindicato de países desarrollados que representa Molin; y que deben ser liquidados, a más tardar, a fines de julio. Ante el panorama; Guzmán pidió formalmente a los dos funcionarios franceses un “puente de tiempo”, hasta que la Argentina esté en condiciones de presentar al Club de París el acuerdo con el Fondo, o que esté en condiciones de utilizar los fondos de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que girará en agosto el FMI para aplicarlos al pago del dinero que se le debe al organismo radicado diplomáticamente en la capital francesa.
Le Maire y Moulin, que por cuestiones de tradición ocupan la conducción del Club de París, tomaron nota el viernes del pedido y prometieron analizar la alternativa de “perdonar” el vencimiento, y darle un plazo extra a la Argentina. Sin embargo, reconocieron, esto dependerá de lo que se decida dentro del directorio del Club, lo que será sometido a votación.
El tiempo apremia. Argentina debe pagar ese dinero en mayo, y tiene 60 días más para cumplir con esa obligación. Luego de ese plazo, entraría técnicamente en default. Lo que implicaría ingresar en una espiral de aumento en el riesgo país. Nada nuevo para la Argentina. Pero sí muy negativo para cualquier empresa internacional (de capitales locales o extranjeros) que quiera tomar dinero para invertir en el país. Para peor, tampoco el gobierno podría disponer oportunamente de los ansiados u$u4.354 millones provenientes de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Ese dinero ya confirmado por parte del FMI y con varios de los altos referentes europeos con los que se reunió Guzmán en su gira, estará disponible para el país en agosto, un mes después del vencimiento con el Club de París. Por otro lado, nada le garantiza al ministro de Economía argentino que el ala política del gobierno de Alberto Fernández esté de acuerdo con utilizar ese dinero para pagar deuda al contado; en lugar de aplicar los dólares que girará el FMI para el verdadero destino que recomienda el organismo: las consecuencias del Covid y la nueva pandemia. Como ya contó este diario, no son pocos los referentes del kirchnerismo que quieren tomar al menos parte de este dinero para financiar ayuda sociales y económica a los afectados por las últimas medidas de restricción sanitaria; financiando nuevos IFE o ATP con ese dinero. Tampoco se sabe si a este sector importante y últimamente ampliamente influyente de la alianza oficial, le cae bien la idea de utilizar dinero contante y sonante para liquidar deuda con acreedores internacionales.
Analiza Economía que otra alternativa con la que puede contar Guzmán, es liquidar el pago de mayo/ julio con reservas acumuladas del Banco Central. En las últimas semanas se conoció el dato que el organismo que maneja Miguel Pesce superó los u$s40.000 y recuperó todo lo que había vendido durante 2020 para sostener la política cambiaria. Desde la entidad se reconoce que puede existir este “pedido” desde el palacio de Hacienda y no se alarman. Saben que los u$s2.400 millones están disponibles y que si bien sería un golpe duro para las siempre insuficientes reservas; el BCRA podría hacer el esfuerzo ante un panorama positivo para la oferta de dólares.
El directorio del Central considera que continuarán llegando divisas sojeras hasta al menos junio; y que, en todo caso, habría que adelantarle a Guzmán un dinero que unos meses después (en agosto/ septiembre) serían cubiertos por la llegada de los DEG. Sin embargo, se le advierte indirectamente al ministro, que esta sería una decisión política que deberá llegar desde la Casa Rosada. Guzmán tiene un argumento sólido para acelerar el pago, con reservas o con DEG. Cada año el país tiene que pagar unos u$s 300 millones por los altos intereses del acuerdo firmado en su momento durante la gestión de Mauricio Macri; cuando pasaron del 3% que había negociado en su momento Axel Kicillof como ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, a un 9% que cerró Nicolás Dujovne. Sin embargo, para liquidar al contado la deuda con el Club de París, habrá que escuchar también a los referentes del ala dura del gobierno. El antecedente es duro. Kicillof se negó a una medida de este tipo en 2014; en un contexto sin pandemia y con reservas disponibles.
La decisión final la tomará Alberto Fernández, cuando desde llegue la respuesta planteada por Guzmán. El ministro ya hizo su parte. Explicó pacientemente en Berlín, Roma, Madrid y París, la posición argentina de disponibilidad para un tratado con el Club de París, la buena fe para cerrar un acuerdo con el FMI que pueda pagarse y la alternativa de contar con más tiempo. Habló también sobre un hecho concreto del pasado que el organismo radicado en París debería tomar en cuenta: durante el gobierno de Mauricio Macri se tomó deuda por unos u$s 44.800 millones, dinero que no se usó en un sólo dólar para liquidar la deuda; sino todo lo contrario. Macri decidió, a propuesta de Dujovne, postergar el pago de 2019; pese a tener dólares disponibles del organismo con sede en Washington para cancelar deuda. Recordó Guzmán en su encuentro con Le Maire y Moulin, que en la misma época que debían pagarse los vencimientos del Club de París, el stand by del FMI se utilizaba para contener al dólar oficial; alterando el estatuto del oraganismo que manejaba, curiosamente, Christine Lagarde. La ex ministra de economía francesa, durante su gestión como funcionaria en su país, detentaba el cargo de titular formal del Club de París, con lo que sabía luego como titular del FMI que el dinero del stand by no se estaba utilizando correctamente. Mientras se espera la respuesta del organismo, hoy continúa la gira de Guzmán por Europa, con una nueva misión encomendada por Alberto Fernández. El ministro de Economía deberá negociar más envíos de la Sputnik V y avanzar en la construcción de una planta en la Argentina para la fabricación de la vacuna; la que se instalará en Pilar.