El divorcio entre política y sociedad profundiza la incertidumbre de los argentinos
La oposición pareciera que no sabe qué hacer, mientras el Gobierno no genera salidas a esta situación caótica.
¿Cómo sincronizar la política con la realidad? Se supone que la política es la encargada de transformar la realidad, para bien, de un país. Pero se advierte que la misma está totalmente desconectada de la sociedad. Mientras los números humillantes de la pobreza ocupaban por no más de 24 horas la atención mediática y política, la dirigencia oficialista y opositora siguió ocupándose de su propia realidad; es decir, si la realización de las PASO y las generales se extenderán un mes. A tal punto preocupa esto soslayando la gran realidad, que hoy la coalición opositora analizará posturas sobre la conveniencia o no de acordar la prórroga con el gobierno.
Con claridad se advierte que el mundo de la política empieza y termina en sus problemas, que a su vez integra la gran realidad que vive el resto de los argentinos. Este divorcio entre política y sociedad profundiza un universo de incertidumbre que genera malestar y descontento. Todo esto ocurre en momentos donde debieran reunirse para frenar el crecimiento de la pobreza y revertirla. Pobreza que impacta por la magnitud de sus números-personas. En este vasto mundo de millones y millones de personas hay pobres que se volvieron más pobres porque el valor de la canasta básica se alejó de sus posibilidades. Hay personas que pertenecían a la clase media y de golpe integran este nuevo “status” del cual no conocen sus códigos, funcionamiento, idiosincrasia, ni siquiera saben cómo -ni quieren- llegar al Estado a pedir socorro.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, hace todo lo que puede para ir más allá del mero clientelismo. Para que el desocupado se encuentre con el trabajo. Pero para que estas políticas sean sustentables debe haber más empleo privado. Su tarea es ciclópea, pero no obtendrá resultados si el contexto económico no lo acompaña. Solo un dato: con cuatro puntos del PBI, el empleo crece un punto. Ante esta situación, consultado el sector de grandes empresarios generadores de empleo, manifiestan como síntesis que la principal preocupación es que no ven en este contexto la posibilidad de realizar nuevas inversiones; podríamos decir que solo realizan reposiciones. La cuestión es que al día de hoy no se evidencian políticas para crecer, más allá del rebote post pandemia de este año. Sucede que sin inversión, tecnología y estabilidad de la economía (que implica reglas claras), no habrá crecimiento.
Impacta escuchar a los curas villeros diciendo que en general los pobres, tanto adultos como jóvenes, quieren trabajar. Saben que la educación es su salvavidas. Y valoran, en el caso del conurbano bonaerense, que la universidad haya ido a ellos.
Se conoció, además, a través de un organismo oficial que monitorea programas sociales y mide la pobreza multidimensional, que los números ascenderían a 21 millones de personas, un 47% de la población. Más allá de la falta de ingresos para la satisfacción de sus necesidades, se evalúa las carencias en diferentes dimensiones: educación, salud y nivel de vida.
Ante esto, la oposición, que parece no saber qué hacer, discute sobre la fecha de las PASO. Sobre ello hay opiniones divididas y es transversal a los integrantes de Juntos por el Cambio. Algunos piensan que es mejor setiembre porque da más tiempo para armar. Allí están Jorge Macri, Vidal, Rodríguez Larreta y radicales como Lousteau y Storani. Otros creen que sí o sí deben realizarse en agosto, como Mauricio Macri, Patricia Bullrich y el otro sector del radicalismo. Según las fuentes consultadas, nadie piensa seriamente que en agosto haya un pico de la pandemia. Lo que prevalece es la especulación política, pensando en que la recuperación económica pueda favorecer al Gobierno.
En el caso del Gobierno, que es quien mayor responsabilidad tiene, no genera las políticas necesarias para salir de esta situación caótica, con boicot de fuego amigo al ministro de Economía, Guzmán, y sus políticas; y se lo observa enfrascado en los problemas judiciales de la Vicepresidenta.
¿Cómo sincronizar la política con la realidad? Una incógnita.
Política en Santa Fe
El 18 de abril el socialismo dirimirá en internas la conducción nacional y provincial del histórico “partido de la rosa”. A días de su definición, el sector de los ex gobernadores Lifschitz y Bonfatti, quienes unieron fuerzas, creen que ganarán en la provincia de Santa Fe. Y es una incógnita lo nacional, a pesar de representarlos la ex intendenta de Rosario Mónica Fein, quien aspira a ser la primera mujer a presidir el PS. Sus contendientes serán Eduardo Di Pollina y Roy Cortina. La última interna fuerte fue la protagonizada por Héctor Tigre Cavallero y Hermes Binner en 1994. Las listas, el padrón, no están actualizadas. Es más, el padrón a nivel nacional corresponde al socialismo democrático. El resultado no va a desviar la decisión de Miguel Lifschitz de ser candidato a senador nacional, aunque aún no lo ha expresado públicamente, y desde allí intentar regresar en el 2023 a gobernar Santa Fe. Su candidatura seguramente ordenará al socialismo post contienda y al radicalismo como el NEO, que seguramente volverá al redil.
La fortaleza de Lifschitz está en los intendentes Emilio Jatón y Pablo Javkin. Ambos exigen lo que el socialismo entiende: los territorios son de los intendentes. Desde el sector del intendente rosarino aseguran: “Si los acuerdos se cumplen somos parte del Frente Progresista. Si no cada uno trabajará sus listas”. Javkin desde CREO -de no haber acuerdo- presentará sus candidatos en todos los niveles. El joven intendente genéticamente radical-alfonsinista no volvería a la UCR , pero mira con entusiasmo la construcción de una tercera vía integrada por Rodríguez Larreta (genéticamente peronista), Florencio Randazzo (genéticamente peronista) y el socialismo. Interpreta que Juntos por el Cambio, debido a la tensión que genera Mauricio Macri en el sector, propugna la grieta que permitiría esta construcción política.
En el día de ayer Marcelo Sain pudo regresar al organismo de Inteligencia del MPA, del cual había sido licenciado para ser ministro de Seguridad. La notificación lo repone en el cargo, pero aún habrá movimientos políticos. El Frente Progresista continuará con el juicio político iniciado cuando aún era ministro. Se basa en que la Constitución provincial prevé dos instancias: A) remoción (esto no se aplicaría porque Sain renunció a su cargo), y b) inhabilitación para ejercer cargos públicos. Este último es el argumento para continuar con el juicio político.