Desplazaron al embajador argentino en China y pusieron a hijo de ex dirigente montonero
De forma sorpresiva, el presidente Alberto Fernández desplazó al embajador argentino en China, Luis Kreckler. Según dejaron trascender fuentes oficiales, el motivo fue la falta de resultados en la negociación para la compra de la vacuna de ese país contra el coronavirus.
«Se va por su falta de capacidad. Alberto quiere una Cancillería que trabaje y gestione, se acabaron los especialistas en cócteles», dijeron a medio local fuentes oficiales.
Aunque formalmente el reemplazante de Kreckler será Juan Manuel Navarro, jefe de Cancillería de la embajada, el virtual número uno será Sabino Vaca Narvaja-hijo de Fernando, histórico líder de Montoneros, y hermano de Camilo, expareja de Florencia Kirchner, que tiene oficina en la Casa Rosada-, que hasta ahora oficiaba como un embajador paralelo bajo el título de «representante especial para la Promoción Comercial e Inversiones».
Si bien quien lo propuso fue la vicepresidenta Cristina Kirchner, en Balcarce 50 aseguraron que el Presidente «lo banca a full». «Queremos que los embajadores generen negocios para el país. Y que nos representen dignamente, que se ganen el sueldo», expresaron fuentes oficiales.
Kreckler, además, según aseguraron fuentes del Palacio San Martín, mantenía una «muy mala relación personal y laboral» con el canciller Felipe Solá. En las próximas horas, posiblemente el lunes, salga en el Boletín Oficial el decreto con la remoción del diplomático.
En medio del escándalo, fuentes oficiales deslizaron que Kreckler se encontraba de vacaciones, lo que fue desmentido por el funcionario. «No me fui a ninguna playa ni estoy en ninguna playa. Estoy en Beijing adonde pasé la Nochebuena con mi esposa y mi hija. No sé quién dice que me fui a Hainan», respondió Kreckler a Infobae.
Sí, en cambio, en medio de las negociaciones con el laboratorio asiático Sinopharm, el embajador confirmó que se había tomado una «licencia ecológica» por la contaminación que hay en Beijing, lo que cayó muy mal en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Durante las últimas horas, Kreckler dijo que aún no fue notificado de la decisión del jefe del Estado de prescindir de sus servicios y negó que se haya ido de vacaciones a la isla de Hainan, en medio de las tratativas por la vacuna. «Esto se hace por canales formales. La Cancillería notifica a un embajador que será removido. Pero esto no ocurrió», remarcó Kreckler.
Diplomático de carrera y sociólogo, Kreckler, de 66 años, pasó por las gestiones de Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Tiene una extensa trayectoria en la Cancillería, donde ocupó puestos clave. Pero desde su llegada a Pekín nunca logró hacer pie. Incluso, según pudo saber LA NACION, una de las primeras decisiones que tomó fue mudar la residencia oficial, pese a que la residencia había sido remodelada por el exembajador Diego Guelar.
Antes de conducir la embajada en Pekín, Kreckler fue secretario de Comercio y Relaciones Económicas de la Cancillería y embajador en Brasil, Alemania y Suiza. También ocupó, entre otros, los cargos de cónsul en Los Angeles y en Panamá, y fue representante alterno de la Argentina ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Durante el gobierno de Cristina Kirchner, Kreckler tenía lazos con el funcionario más poderoso de la primera etapa del kirchnerismo: Julio De Vido, entonces ministro de Planificación Federal. Es más, se lo mencionaba como uno de los eventuales reemplazantes de Héctor Timerman.
Durante las últimas semanas, la Casa Rosada aceleró las negociaciones con empresas privadas, con el gobierno de Rusia y con China, para obtener las primeras dosis de las vacunas contra el coronavirus. Pero mientras el acuerdo con el gobierno de Vladimir Putin se aceleró, las tratativas con los representantes de Xi Jinping se estancaron.
Ahora, con la salida de Kreckler, Vaca Narvaja tiene el camino allanado para avanzar con los chinos para formalizar un acuerdo de 30 millones de dosis.