Irán continúa desarrollando clandestinamente sus reservas de uranio enriquecido

En diversas columnas internacionales, hemos hecho referencia a las intenciones del gobierno de Irán de desarrollar sus existencias de uranio enriquecido y a la permanente oposición que enfrenta en ese sentido por parte de las grandes potencias del orbe.

En este último sentido se ha conocido un informe publicado por el Organismo de Energía Atómica (OIEA), dependiente de las Naciones Unidas.

Incluso, la teocracia iraní ha recibido reclamos por parte de inspectores internacionales en razón de haber detectado partículas de uranio en una localización que no había sido declarada.

Irán cuenta con una reserva de 2.442,9 kilos de uranio cuando el límite autorizado es de 202,8 kilos. Ya el 25 de agosto los iraníes contaban con 2.105 kilos, por lo que se han producido 340 nuevos kilos más, con una pureza de 4,5 por ciento superior al 3,67 acordado.

El director general de la OIEA, Rafael Grossi, consideró que la respuesta del gobierno iraní es inconsistente y solo genera enfrentamientos entre la OIEA y Teherán.

Si bien Irán ha intentado aportar datos adicionales entre el 5 y 9 de noviembre, la agencia nuclear considera insuficientes e inadecuadas sus explicaciones.

El histórico acuerdo nuclear, conocido oficialmente como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), se firmó para frenar las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones económicas.

El objetivo era evitar que el país construyera un arma nuclear, algo que Irán ha insistido en que no tiene la intención de hacer, pero que la comunidad internacional pone en serias dudas.

Irán se comprometió a autorizar inspecciones regulares, a cambio de sanciones económicas por incumplimientos o al levantamiento de las mismas por lo opuesto, pero a partir del retiro de los Estados Unidos, del acuerdo en 2018, luego de que Donald Trump reemplazara a Barack Obama en la presidencia, el país volvió a imponer sanciones e Irán comenzó a incumplir como forma de presionar a los signatarios europeos, Francia, Reino Unido y Alemania, para que garanticen los beneficios económicos prometidos pese a la retirada de la potencia norteamericana.

Sanciones

Las sanciones por incumplimiento, incluyen un embargo de petróleo, profundizando ello la crisis económica iraní conduciendo, entre otras cosas, a una inflación vertiginosa y escasez de medicamentos. La pandemia empeoró aún más la situación en la teocracia islámica.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, prometió regresar al Acuerdo con Irán.

Los analistas, sin embargo, esperan que tanto Irán como Estados Unidos procedan con cautela en los primeros meses de la administración Biden, y algunos hasta pronostican que habrá que esperar hasta el 2022 para que ambos países amplíen nuevamente sus negociaciones.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com