Un triunfo inesperado de Macri
En la primera elección estratégica del año, el jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri , asestó ayer un severo golpe político a la Casa Rosada al vencer por una ventaja virtualmente irreversible en una segunda vuelta, más de 19 puntos, al candidato oficialista, el senador Daniel Filmus .
Si bien la definición será en el balotaje del 31 de este mes, Macri logró una contundente ratificación de sus cuatro años de gobierno, con un porcentaje de votos mayor al de la primera vuelta de 2007 (había tenido 45,62, contra 46.1 ayer, computado casi la mitad de los votos), incrementado por una asistencia de votantes récord (74 por ciento, sobre 71 en 2007).
Macri fue el primero en hablar. Sobre las 22, una hora después de finalizada la veda, envió un mensaje conciliador como el que caracterizó su campaña; llamó a “la unidad nacional” y “bendijo” con su triunfo a sus candidatos. Entre éstos, al aspirante a la gobernación de Santa Fe, Miguel del Sel, en lo que será la próxima elección relevante, el domingo 24.
Una hora después, Filmus admitió la derrota y confirmó que irá al balotaje, una cuestión que había sido puesta en debate dentro del oficialismo ni bien se conocieron los primeros resultados. “Es posible construir una nueva mayoría”, insistió, en un mensaje de “gobierno de coalición” como el que marcó su campaña electoral.
El desafío para Filmus estará en atraer a los votantes de fuerzas de centroizquierda, como el Proyecto Sur de Pino Solanas , tercero, con un magro 12 por ciento. Pero la dificultad mayor radica tanto en la diferencia que le sacó Macri como en la extrema polarización del comicio: sólo un 24 por ciento se repartió entre la restante decena de fuerzas políticas.
Considerable. Sorpresiva hasta para su propio PRO, la magnitud de la diferencia a favor de Macri dio oxígeno al conjunto de la oposición que se apuró a subirse al triunfo del empresario-político para asegurar que significó un mentís de la “invencibilidad” que el Gobierno le atribuye a la presidenta Cristina Fernández en su búsqueda de la reelección en primera vuelta en octubre.
La amplia diferencia lograda por Macri, quien optó por ir por la reelección en vez de postularse a la Presidencia, puso además al oficialismo en un debate interno sobre las causas de la derrota y sobre la conveniencia o no de que el candidato del Frente para la Victoria compita en la segunda vuelta.
Cristina Fernández siguió desde Olivos la elección que terminó por depararle la derrota a su candidato, pese a que Filmus mejoró algo lo que había hecho cuando hace cuatro años perdió en el balotaje contra Macri: ayer sacó alrededor de 28 por ciento contra casi 24 en 2007.
También la magnitud del triunfo del PRO estuvo dada por su victoria en toda la capital, desde los barrios acomodados como Recoleta, Belgrano y Núñez (más de 50 por ciento) hasta los postergados del sur como Villa Lugano y La Boca (en torno a 44 por ciento).
Además ganó en las 15 comunas en que está dividida la Capital, en la primera elección para integrar sus consejos, en un esquema de descentralización similar al de los CPC cordobeses. Y aumentó su representación en la Legislatura, aunque seguirá siendo la primera minoría.
El gran derrotado fue Solanas, que había declinado su postulación presidencial: pasó del 25 por ciento en la legislativa de 2009 al 12 por ciento. Pero también salieron golpeados la Coalición Cívica y la UCR, con alrededor de dos por ciento cada uno.
Sin embargo, sobre el triunfo de Macri se montaron los candidatos presidenciales Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde y Elisa Carrió. Coincidieron en que fue una desmentida a la “invencibilidad” de la Presidenta y se esperanzaron en los próximos comicios en Santa Fe y en Córdoba. Alfonsín hasta llegó a decir que, si fuera porteño, en el balotaje “votaría a Macri”. (La Voz del Interior)