Bolivia: Ganó en primera vuelta Luis Arce, el candidato de Evo Morales
El Tribunal Superior Electoral suspendió el conteo rápido, pero el ex presidente aseguró que su postulante triunfó en primera vuelta y tendrá mayoría en ambas cámaras.
Evo Morales sostuvo este domingo que su ex ministro de Economía Luis Arce ganó las elecciones presidenciales de Bolivia y acusó al Tribunal Superior Electoral (TSE) de «esconder» el resultado, por la suspensión del conteo rápido y la demora en cargar los datos oficiales que explicarían su triunfo en primera vuelta.
«Se ha producido una victoria del movimiento al socialismo (MAS): Luis Arce, presidente; y David Choquehuanca, vice. Además, tendrá mayoría en las dos cámaras en la asamblea legislativa. Es una gran responsabilidad», celebró Morales, a las 0.40, cuando casi no había cargados datos oficiales.
«Lucho será nuestro presidente. Sabrá resolver a nuestra patria al camino de desarrollo económico, político y social. Y especialmente, aportará al crecimiento. Debemos dejar atrás diferencias regionales para lograr un gran acuerdo», propuso el ex presidente, desde el Hotel Quaglialo, de San Telmo.
Una hora más tarde, la presidenta Jeanine Añez, reconoció el triunfo del MAS. «Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia».
El ex presidente siguió la elección desde Argentina, donde se asiló luego que el gobierno de Jeanine Añez lo denunciara en varias causas. Lo acompañaban dirigentes de la kirchnerista Central de Trabajadores Argentinos (CTA), como el secretario general Ricardo Peidro y el adjunto Hugo «Cachorro» Godoy.
El triunfo de Arce será posible porque además de superar los 40 puntos habría aventajado por más de 10 a su inmediato competidor, el ex presidente Carlos Mesa. El cruceño Luis Fernando Camacho, candidato de Creemos, quedaría en un lejano tercer puesto.
Los resultados oficiales recién comenzaron a cargarse con lentitud a las 21.30 horas por el Tribunal Superior Electoral, que ese sábado sorprendió al anunciar que no realizaría la Difusión de Resultados Preliminares (Direpre), un trámite habitual en los comicios para informar las tendencias el día de la votación.
«Ayer denunciamos que era sospechoso el levantamiento del Direpre a pocas horas del día de las elecciones. Ahora, las empresas encuestadoras se niegan a publicar los resultados a boca de urna. Están escondiendo el gran triunfo del pueblo representado por el MAS-IPSP», posteó Morales en Twitter.
Temprano, el ex presidente, había leído otro comunicado en el que pidió a sus militantes no caer «en ningún tipo de provocación. La gran lección que nunca debemos olvidar es que la violencia solo genera violencia y que con ella perdemos todos», señaló. Y reclamó que se tomen en cuenta los votos rurales, la zona de mayor adhesión al MAS.
La reacción de Morales llegó después de la conferencia del presidente del TSE Salvador Romero, quien pasadas las 21.30 anunció un pronto flujo de información de «manera limpia, transparente, con la presencia de delegados políticos que tienen las copias de las actas, por lo que pueden contrastar la información».
«Pedimos paciencia a la ciudadanía, comprendemos que existe un deseo de conocer los resultados lo más rápido posible. Vamos a demorar, sí, pero cuando se concluya el conteo al 100% serán los datos oficiales y el TSE habrá cumplido», prometió.
Por la tarde, Añez, quien asumió hace un año después del derrocamiento de Evo mediante un golpe de Estado, había anticipado que los resultados se demorarían lo que fuera necesario. «Paciencia, todos debemos tener paciencia para esperar los resultados sin generar ningún tipo de hechos violentos. Les aseguro vamos a tener resultados creíbles», garantizó, pero no dio horarios.
La directora de Política Institucional de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Dolores Gandulfo, quien viajó a La Paz como parte de una misión de observación de las elecciones, dijo que los resultados podrían conocerse recién en tres o cuatro días.
El contingente de legisladores del Frente de Todos que arribó el viernes y fue agredido por las autoridades locales, se reunió este mediodía con Arce y luego permaneció en la embajada argentina, para preservar la seguridad. LPO habló con algunos de ellos y ratificaron que la expectativa es un triunfo contundente y definitivo de Arce. Hasta se habla de un gobierno interino de transición hasta su asunción, porque Añez no querría seguir.
Un contingente de la Organización de Estados Americanos (OEA) permanecía en la sede del TSE. Antes de la aparición de Morales, emitió un comunicado en el que informó que los cómputos «avanzan con lentitud» y pide a la ciudadanía y a los actores políticos «esperar con paciencia».
«Los próximos días serán cruciales para el futuro de Bolivia y todos deben estar a la altura de este momento histórico», señalaron. Hace un año, la comitiva del organismo presidido por Luis Almagro objetó el conteo rápido de la elección presidencial, acusó de fraude a Morales, que renunció después de 20 días de cortes de rutas y enfrentamientos callejeros. Lo decidió cuando las fuerzas armadas le quietaron apoyo y le sugirieron que diera un paso al costado.
El sistema electoral de Bolivia consagra a quien supere por 10 puntos al segundo o alcance el 50%, por lo que la diferencia que obtenga Arce es clave para saber si puede consagrarse este domingo. Sin un conteo rápido oficial, los referentes del MAS tenían uno propio y desde la tarde estaban convencidos de su victoria definitiva.
«Estamos seguros de haber ganado y no habrá venganza con los otros candidatos», sostuvo el dirigente masista Juan Guzmán ante de conocerse un número oficial y hasta prometió que «no habrá represalias con los candidatos perdedores. Yo creo que eso es perder el tiempo. El MAS no va entrar en esa línea, antes se practicaba eso, pero ahora la línea es trabajar por el pueblo».
Para ese entonces el TSE sólo había publicado el voto del exterior. En Argentina, Arce ganó con un 95%, con mucha afluencia de votantes en ciudades bonaerenses como La Matanza o La Plata.