Rosario Central: Lo que dejó el primer partido dirigido por González
El encuentro ante Unión mostró algunas señales legibles de la propuesta Canalla para el corto plazo.
La victoria amistosa ante Unión mostró, mas allá del resultado final, un primer bosquejo de la propuesta que deberá perfeccionar Cristian González en el Central versión 2020. En ese sentido, la definición del entrenador al destacar que cometieron «muchos errores» reafirma los pies sobre la tierra y sabiendo a la perfección que esta clase de duelos tiene como finalidad aceitar esquemas y «ablandar» piernas.
Josué Ayala fue uno de los puntos altos del Canalla y esa sentencia se sostiene en tres o cuatro apariciones en momentos claves donde el Tatengue percutía con insistencia aunque sin puntería. En materia defensiva, la propuesta es clara: marcadores laterales que tengan libertad para sumarse y pasar al ataque y, en ese ítem, fue Torrent el mas audaz, quizás acostumbrado a ese recorrido en Arsenal.
La mitad de cancha mostró a Ojeda como el volante central mas posicional y a Rodrigo Villagra como una rueda de auxilio para que la cancha no le quede tan ancha al correntino. El Kily utilizó a tres futbolistas de buen pie para tratar de ir alternando los protagonismos. En el primer tiempo, casi que esa idea no se pudo evidenciar, pero en el complemento se observaron algunos movimientos que invitan a una medida ilusión en que esa faceta pueda ser cubierta satisfactoriamente, especialmente por la cuota de «desenfado» que mostró Luciano Ferreyra una vez que superó las ataduras de los minutos iniciales.
En ataque, toda la previa se consumió entre múltiples pedidos por la llegada de un nueve. Es mas, la semana última, Rosario Central gestionó sin éxito el arribo de Patricio Cucchi. Sin embargo, el mendocino Lucas Gamba tomó nota de esa marcada y repetitiva puntualización, marcó un doblete a puro oportunismo y acalló, momentáneamente, ese inusitado interés por un centrodelantero.
Es un primer ensayo y, en una producción de menor a mayor, se pudo trazar las primeras líneas de una nueva versión con un resultado positivo en 70 minutos de fútbol que obliga a repasar las múltiples falencias observadas y a acomodarse en la buenas insinuaciones que pudo haber evidenciado.