Ordenaron la detención del fiscal Gustavo Ponce Asahad por presuntos vínculos con una banda delictiva
El funcionario del MPA está en su domicilio de bulevar Oroño al 1200 . Habría pasado datos a un miembro de un grupo vinculado al juego clandestino y que además se dedicaba a realizar extorsiones.
El fiscal de Flagrancia de Rosario, Gustavo Ponce Asahad, será detenido en los próximos minutos bajo sospecha de ser quien facilitó información que recibió el miembro de una organización delictiva. La información surgió de la Fiscalía Regional Rosario y el tema se hizo público en una audiencia realizada la semana pasada.
El procedimiento se realiza en una vivienda ubicada en bulevar Oroño al 1200, según indicaron fuentes de Fiscalía. En el lugar se encuentran la auditora general del Ministerio Público Fiscal, María Cecilia Vranesich, y la fiscal Gisela Paolicelli.
Este año, Ponce Asahad fue designado a cargo de la Unidad Especial Covid-19 para liderar los operativos por infracciones a las medidas dispuestas para detener el avance de la pandemia. Incluso participó personalmente de varios operativos de control del uso de barbijos en la calle junto a personal policial y agentes municipales.
Las sospechas de que un integrante de la Fiscalía facilitaba datos a miembros de esa organización delictiva quedaron expuestas en una audiencia pública en la que se ventiló una trama de extorsiones que llevó a descubrir una red de casinos clandestinos en el Gran Rosario y en la que fueron acusadas cinco personas, entre ellas un oficial retirado de la policía y un hombre que está preso por instigar el atentado cometido en enero pasado contra el Casino City Center donde un apostador resultó asesinado.
Uno de los acusados en esta causa es Maximiliano “Cachete” Díaz, acusado de participar de extorsiones al Sindicato de Peones de Taxis que incluyeron ataques a balazos, y de ser organizador de la balacera de hace seis meses al casino de Rosario, donde murió alcanzado por un balazo el gerente bancario Enrique Encino. Por estos hechos “Cachete” está con prisión preventiva por dos años desde el 15 de enero.
La notable revelación sobre la complicidad presunta entre personal del MPA y personas de este grupo delictivo surgió precisamente tras el atentado al Casino. Dos días antes de este hecho, el 9 de enero, dos individuos fueron detenidos con armas en un operativo de Gendarmería Nacional. A partir de la apertura de un teléfono de “Cachete” Díaz, que había sido destruido a propósito, los investigadores supieron que el acusado le pidió a una persona que moviera contactos para lograr la liberación de estos dos hombres.
El que recibió ese pedido debía estar sentado en la audiencia pero no fue hallado. Es Leonardo Andrés Peiti, un hombre de 46 años con reiteradas causas por controlar empresas de juego ilegal y buscado sin éxito en varios allanamientos.
Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery dijeron que Peiti recibió el pedido de “Cachete”. Primero se contactó con un policía (sería el comisario mayor retirado Alejandro Torrisi, ex jefe de la Unidad Regional VI de Villa Constitución y con larga trayectoria en el área de Investigaciones de Rosario) quien le dijo que no podía hacer nada porque el operativo era de Gendarmería y ya estaba judicializado. Frente a eso, según los fiscales, Peiti se comunicó con alguien en el Centro de Justicia Penal.
El llamado fue a una persona que trabaja en una Fiscalía y le pasó el nombre del que había quedado detenido, Hernán Horacio Quinteros, para que intercediera en su favor. Desde adentro de la Fiscalía, el consultado respondió con información fina: dijo que Quintero se había comido un encubrimiento por circular en un auto robado al ser detenido y que tenía un arma calibre 9 milímetros por lo que le imputaron portación de arma de guerra. También agregó algo significativo como para señalar que poco se podía hacer para beneficiar al detenido. “No tengo la causa yo”. No obstante dejó ver que haría una última gestión intercalando “un comentario”. Agregó por último que al no tener antecedentes al imputado en un mes podrían darle la libertad.
Peiti recibió el mensaje de su contacto dentro de la Fiscalía y se lo reenvió a “Cachete” Díaz para que le quedara claro no sólo que había efectuado la consulta, sino que se la habían respondido.