Crimen de Trasante: «La orden para matarlo fue dada desde la cárcel de Piñero»
Este martes la causa que investiga el asesinato de Eduardo Trasante sumó los dos primeros imputados y se ventilaron algunos detalles. Los fiscales sienten que están cerca de resolver el caso y siguen varias líneas de investigación.
Si bien aún no se confirmó quiénes planearon el asesinato ni quién apretó el gatillo, los fiscales tienen en su libreta un punto geográfico al que apuntan: un pabellón de la cárcel de Piñero donde residen varios jefes narcos y desde se cree partió la orden de matar al pastor.
El fiscal Matías Edery precisó en la conferencia de prensa: “La investigación recién comienza, y es un plan tramado entre más personas. Tenemos datos ciertos de que la orden vino desde adentro de la cárcel de Piñero, lo estamos investigando, responde a todas las teorías que tenemos de la motivación del crimen”.
De esta forma, Edery puntualizó que “la orden fue dada desde un pabellón donde hay varios jefes narcos, pero no podemos precisar si fue un jefe. No se descarta que se haya pagado por el trabajo”.
Trasante realizaba tareas pastorales dentro de la cárcel de Piñero, pero dejó de hacerlo en noviembre de 2019. Y sobre este detalle, Edery adelantó: “Estamos investigando la causa por la cual dejó de ir”, en vistas de algún indicio que lleve al móvil o autor intelectual del crimen.
El celular de la pareja ¿perdido o robado?
Poco después de conocerse el crimen del pastor Eduardo Trasante surgió el misterio sobre la desaparición del celular de su pareja. La señal del aparato fue hallada horas después en la vivienda de un policía que estuvo en la escena del crimen, pero nunca fue encontrado éste.
Este miércoles ambos fiscales descartaron sospecha alguna sobre la mujer, y también despeagaron al operativo policial posterior al crimen. La hipótesis: “Fue robado por un vecino o por los mismos autores”.
Sin embargo, la abogada querellante Gabriela Durruty, en representación de la familia, tiene otras sospechas. Criticó que «el celular de mi representada figura secuestrado por la policía en el lugar del hecho. En el expediente figura que la policía secuestró los dos teléfonos. Después en otras actas aparece solamente el teléfono de Eduardo. No sabemos si se lo robó la policía, pero sí asegurar que eso figura en el expediente».
Ante la duda sembrada por la querellante, el fiscal Ávila aseveró que “la policía no secuestró el celular, ya había sido robado. De eso estoy seguro porque estuve en el lugar del hecho, y lo que vio la querella fue la orden que emitimos con el fiscal Saldutti de secuestrarlo. En el momento de shock emocional la señora encuentra solamente el celular de Eduardo, el de ella no aparece”.
Para Avila, “la desaparición del celular tiene dos explicaciones, o bien se lo llevaron los autores del hecho ó una de las personas que entró a auxiliar a la mujer en la casa”.
Edery, que coincidió con esas dos hipótesis, aclaró en torno al personal policial que operó tras el crimen: “Se corroboró e investigó al personal policial que estuvo, pero descartamos que sea el personal policial”.
Finalmente, sobre las pericias realizadas sobre el celular personal de Trasante aseguró que “no hay ninguna información relevante a esta investigación. Esperábamos ver alguna amenaza o amedrentamiento pero no encontramos nada”.