Banderazos contra el Gobierno nacional en distintos lugares del país
Con epicentro en el Obelisco y réplicas en más de 70 localidades del país, una multitud de personas encabezó ayer un «banderazo por la libertad». Marcharon en rechazo de las medidas oficiales vinculadas a la cuarentena por el coronavirus, la intervención de Vicentin, la excarcelación de Lázaro Báez y en defensa de la libertad de expresión, entre otros motivos.
En la ciudad de Buenos Aires, una caravana de autos, frenados, ocupó más de seis cuadras de la avenida 9 de Julio. Desde sus vehículos, los manifestantes flamearon banderas y acompañaron con bocinazos, palmas y cacerolas a quienes se encontraban marchando de a pie.
«Somos privados y necesitamos trabajar. Me voy a tener que convertir en político; solo así se puede facturar», decía Fabio Cuggini, peluquero, de 54 años, cuyo local, en Monserrat, permanece cerrado desde el comienzo de la cuarentena.
Paz Carla Andrea, afiliada al partido Unión por la República, participó de la marcha junto a otros referentes de la coalición. «Con la excusa de esta ‘plandemia’, tapan otras cosas. Tienen a la gente encerrada, con miedo y sin trabajar», se quejaba Andrea, de 39 años, empleada doméstica.
Para las 17, una hora después del comienzo del banderazo, el tránsito por la 9 de Julio estaba prácticamente frenado. «Respeten la propiedad privada», «Basta de jubilaciones de privilegio», decían algunos de los carteles que se levantaban desde los autos.
Julieta Dicio, de 18 años, viajó con su madre desde Tigre. En su auto, colgaron una bandera argentina y un cartel con la frase «República, no mafia». Dicio y su madre reclamaban «por la excarcelación de Báez, por Vicentin y por el asesinato de Gutiérrez, que, de seguro, está vinculado al kirchnerismo», según expresó la joven.
Alrededor de las 17.30, los aplausos y los cacerolazos se pausaron para dar lugar a la entonación del Himno Nacional. Los manifestantes mantuvieron en alto sus banderas y se sumaron al canto.
Hubo también cacerolazos en distintos barrios porteños.
Llegadas las 19, algunas personas trasladaron la protesta a la Plaza de Mayo y se congregaron frente a la Casa Rosada. Permanecieron allí algunas horas.
Si bien la marcha fue pacífica, la presencia de un móvil de C5N generó revuelo entre algunos de los manifestantes, que se amontonaron, a los gritos, y golpearon las puertas del vehículo.
Además del centro porteño, la movilización tuvo lugar fuera de la quinta presidencial de Olivos y en la zona de Pilar, donde los vecinos del barrio privado Ayres reforzaron su postura en contra del ingreso de Lázaro Báez -quien cumpliría allí su prisión domiciliaria-.
Otras ciudades
El «banderazo federal» también se hizo sentir en Tucumán. Decenas de personas se congregaron en inmediaciones de la Plaza Independencia, principal paseo público de la capital provincial, para expresar su descontento contra el gobierno nacional y la gestión de la cuarentena.
«Libres sí, sometidos jamás», «Luchemos por nuestra libertad» y «Basta de impunidad», fueron algunas de las consignas pintadas en las pancartas de los asistentes a la movilización. También se sumaron automovilistas, que llegaron a la plaza tocando bocinas.
En la ciudad de Córdoba hubo marcha y contramarcha. El grupo con la consigna «en defensa de la República y la libertad» se congregó frente al Patio Olmos, en pleno centro de la capital, y los bocinazos hicieron eco en diferentes puntos de aquella ciudad. Se vieron carteles con imágenes de los periodistas Jorge Lanata, Luis Majul y Baby Etchecopar, con la frase «la libertad no se negocia».
Desde otro punto de la capital cordobesa, en el Parque Sarmiento, partió una caravana a favor de la administración de Alberto Fernández. Llegó al Centro Cívico, para pedir a los diputados que voten a favor de la estatización de Vicentin y apoyar el impuesto «a las grandes fortunas». También hubo una movilización en rechazo del Gobierno en Rosario, que sirvió para contrarrestar la marcha en apoyo de la expropiación de Vicentin que se dio en la localidad santafesina de Reconquista.
En Santa Fe
Con epicentro en la ciudad santafecina de Reconquista, donde se levanta la sede de Vicentín, los trabajadores agrupados de la cerealera, con el respaldo de organizaciones sociales y sindicales, se movilizaron con banderas argentinas como réplica a la protesta contra el Gobierno que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires y en otros 70 puntos del país.
Justo en el Día de la Independencia, y después de que el presidente Alberto Fernández haya brindado un mensaje conciliador, en el país se desarrollaron dos movilizaciones con consignas diferentes.
En la marcha a favor del oficialismo, una fila de diez autos se dirigió hasta la sede central de Vicentín. Allí hubo banderas argentinas y consignas a favor del Gobierno. Los manifestantes se mostraban a favor de la intervención de la cerealera, que tiene una deuda con la AFIP de 1118 millones de pesos.
En tanto en Rosario, por la tarde, se llevó a cabo una contramarcha, para rechazar la intervención del Estado en la firma santafesina. A medida que se iban acercando los vehículos y las personas a la zona del Monumento, quedaba cada vez más clara que la movilización iba más allá de la empresa y que era contra el gobierno de Alberto Fernández, la figura de la vicepresidenta Cristina Kirchner y «el populismo». Y también hubo voces críticas hacia el aislamiento por el coronavirus y las medidas sanitarias que se han tomado desde el Estado.
«Estamos acá para por la democracia, para que nuestros nietos puedan vivir en paz. Estamos acá con mis amigas por la libertad, porque este gobierno nos está dejando sin reservas, sin exportaciones, sin libertad», sostuvo una manifestante, según medios rosarinos.
Muchos manifestantes también expresaban su «repudio» a la liberación de Amado Boudou y Lázaro Báez.
«Esta marcha es un poco por Vicentín, pero en general es porque estamos hartos de la corrupción en este país», agregó un médico rosarino de unos 80 años que estaba en el lugar, según el sitio rosarino.
En Tucumán
El «banderazo federal» también se hizo sentir en Tucumán, donde los manifestantes se congregaron con banderas celestes y blancas en inmediaciones de la Plaza Independencia, principal paseo público de la capital provincial, para expresar su descontento contra el Gobierno nacional y la gestión de la cuarentena. «Libres sí, sometidos jamás», «Luchemos por nuestra libertad» y «Basta de impunidad», son algunas de las consignas pintadas en las pancartas de los asistentes a la movilización. También se sumaron al banderazo automovilistas que llegaron a la plaza tocando bocinas.
La marcha luego se trasladó hasta el frente de la Casa Histórica, donde hoy tuvo lugar el acto central por el Día de la Independencia, que fue encabezado, de manera virtual, por el presidente Alberto Fernández
En Mendoza
Mendoza también se sumó al banderazo en pleno microcentro provincial, con mensajes claros hacia el Gobierno nacional estampados en pancartas: «No a los atropellos institucionales», «Basta de mentiras», «No al autoritarismo K», «No somos boludos» y «Defendamos la obra Portezuelo del Viento». Así, un importante grupo de ciudadanos, en su mayoría familias, con las medidas de protección adecuadas por la pandemia, decidieron salir a las calles a expresar sus reclamos durante el festejo patrio del 9 de Julio, exigiendo también una «Justicia transparente», en relación a las decisiones de los tribunales con las principales figuras kirchneristas acusadas de corrupción. Asimismo, hubo expresiones en favor del «MendoExit»; esto es la «independencia» de la provincia del resto del país.
Embanderados, con carteles y barbijos, los manifestantes se congregaron pasadas las 16 en el punto neurálgico de la Ciudad, en Avenida San Martín y Peatonal, con el objetivo de «defender la República» y manifestar su malestar con algunas de las actitudes de la Casa Rosada sobre tierra cuyana, principalmente por las demoras en el envío de fondos para mitigar los efectos de la pandemia y por frenar la «obra del siglo», un megaproyecto hidroeléctrico en el sur provincial. También, quienes protestaron le solicitaron al gobernador Rodolfo Suárez mayor fuerza en los planteos y reclamos a las autoridades nacionales.
En Córdoba
Escasa participación hubo en Córdoba de la caravana convocada por la agrupación Campo Más Ciudad en protesta «contra el avance del Gobierno sobre el campo y la Justicia». Solo se escucharon bocinazos durante algunos minutos. Ni en magnitud ni en intensidad se pareció al del 20 de junio pasado, cuando uno de los temas era el rechazo a la estatización de Vicentín. De hecho, esta vez la convocatoria se redujo a nueve ciudades de la provincia, cuando la anterior fue en 30. También hubo en la ciudad de Córdoba una caravana en apoyo al Gobierno nacional: arrancó en el Parque Sarmiento y llegó al Centro Cívico para pedir a los diputados del peronismo cordobés que voten a favor de la estatización de Vicentín. Ese proyecto todavía no ingresó al Congreso y los legisladores que responden al gobernador Juan Schiaretti adelantaron que no lo acompañarían. Además, los manifestantes apoyaron «el impuesto a las grandes fortunas».