Fuerte comunicado de Vicentín tras el anuncio: «Nos llena de incertidumbre y preocupación»
La empresa agroexportadora afirmó que protegerá sus derechos y los de sus accionistas. También dice que tiene «voluntad de honrar» sus deudas.
El directorio de la empresa Vicentin se manifestó en contra de las medidas de intervención y expropiación anunciadas este lunes por el Gobierno, al afirmar: «El camino elegido nos llena de incertidumbre y preocupación».
La empresa se colocó sorpresivamente en el centro de la atención pública luego de que Alberto Fernández anunciara que será intervenida y, tras la aprobación de una ley en el Congreso, expropiada.
La empresa, que se encuentra en default y acumula deudas por más de u$s1.300 millones a bancos y acreedores, salió en defensa de su autonomía y manifestó ser capaz de resolver sus problemas.
«Desde diciembre de 2019 el Directorio de Vicentin viene explorando distintas alternativas para refinanciar su deuda y recobrar el nivel de operación que supo tener en el pasado», explica la compañía en un comunicado emitido en la noche del lunes.
«Los activos de la empresa son muy importantes y están intactos», continúa. Y agrega que «No se ha despedido durante todo el proceso a un solo trabajador. Más allá de que muchos no han podido trabajar por la pandemia, todos han cobrado como corresponde».
En rechazo al proyecto de expropiación, el directorio de Vicentin afirma: «Reivindicamos la legitimidad de proteger los derechos de una empresa argentina y de sus accionistas».
Además, señala que la empresa «se encuentra ajustada al marco legal vigente, dentro de un concurso preventivo de acreedores y que ha manifestado reiteradamente la voluntad de honrar los compromisos asumidos».
A continuación, el texto completo del comunicado emitido por Vicentin
«Desde diciembre de 2019 el Directorio de Vicentin viene explorando distintas alternativas para refinanciar su deuda y recobrar el nivel de operación que supo tener en el pasado, que de ninguna manera se remonta a los últimos 4 años, sino que puede medirse en décadas de esfuerzo e inversión. Vicentín tiene 90 años de historia en la Argentina. Noventa años de cumplir siempre con nuestros trabajadores, nuestros proveedores y nuestros clientes.
Los activos de la empresa son muy importantes y están intactos. Todos los que participan en ésta actividad lo saben perfectamente. No se ha despedido durante todo el proceso a un solo trabajador. Más allá de que muchos no han podido trabajar por la pandemia, todos han cobrado como corresponde.
Entre las alternativas en análisis siempre estuvieron la venta de activos y la posibilidad de asociación con compañías nacionales. Dentro de esas opciones estuvo siempre contemplada ypf Agro.
Todos sabemos lo que representa ypf para Argentina en el negocio de hidrocarburos, y también su muy importante vinculación con nuestro Agro, por lo cual en ningún momento descartamos que puede ser un actor importante en el futuro de Vicentin.
El camino elegido nos llena de incertidumbre y preocupación. Nos hemos enterado de la decisión por los medios y estamos realizando las consultas necesarias para entender las características y la profundidad de las medidas anunciadas.
Por último reivindicamos la legitimidad de proteger los derechos de una empresa argentina y de sus accionistas, de origen familiar y del interior del país, que se encuentra ajustada al marco legal vigente, dentro de un concurso preventivo de acreedores y que ha manifestado reiteradamente la voluntad de honrar los compromisos asumidos.
El gobierno explica por que va por la expropiación
En un documento difundido en la tarde de este lunes, el gobierno enumeró los motivos para intervenir la compañía y proponer expropiarla, y advirtió que a fines de 2019 se anunció una «repentina crisis financiera» que contrasta con los balances.
Allí, argumentó que decidió tomar el control de la firma para evitar la caída definitiva y que con ello se afecte la economía en general, se concentre aún más el negocio, provoque unos 1.200 despidos y termine golpeando financieramente al Banco Nación, uno de sus principales acreedores.
Explicó que la facturación de la compañía -ocupa el sexto lugar entre los agroexportadores- creció desde u$s3.535 millones en 2017 hasta 4.256 millones en 2019, el 71,9 % originada en el aceite y los subproductos de la soja.
En el detallado trabajo, expresó respecto de los estados contables que: «Ninguno de los números disponibles justifica la repentina crisis financiera de Vicentin».
Explicó al respecto que «en relación a los montos de facturación de los años 2017 y 2018, los mismos ascendieron a la sumas de 61.000 y 118.000 millones de pesos, respectivamente, es decir aumentaron un 93% de un año a otro».
«Respecto de los pasivos financieros, según se indica en el informe representa un 20% del total de la facturación, con lo cual todo indica que la situación de liquidez y endeudamiento era razonable y controlada», sostuvo.
Advirtió que, «según la indicación de los balances 2018 y anteriores, la empresa venía atravesando una situación de expansión más que de crisis o endeudamiento».
«La compleja trama societaria, la existencia de empresas controladas en el extranjero, la naturaleza rentística que denota el comportamiento de la empresa a través de la información contenida en sus balances, obliga a desplazar el argumento empresario que vincula la crisis de la firma con lo que denominan estrés financiero», explicó.
Para el gobierno, la posibilidad de una quiebra o de dilación de procesos judiciales haría que el volumen agroexportador de Vicentin -9 por ciento del total de oferta exportable- «pase a manos de sus competidores y consecuentemente el mercado se concentre aún más en los mismos actores transnacionales».
«Si la crisis de Vicentin se convierte en su caída definitiva tendrá resultados negativos sobre la actividad económica nacional, en primer lugar se verificará una mayor concentración y extranjerización del comercio exterior de granos y de la cadena de producción alimentaria», alertó.
Además, señaló que también impactará en empresas afectadas, cooperativas agrícolas y sus asociaciones, acopiadores, productores agropecuarios de la zona de influencia y podría generar un efecto dominó.
«Tampoco puede soslayarse la exposición del Banco de la Nación Argentina en esta situación», consideró el gobierno en el estudio realizado sobre la firma.
La historia de Vicentin
El origen de Vicentin se remonta a 1929 en que funcionaba como acopiadora de algodón y almacén de ramos generales en Avellaneda, Norte de Santa Fe.
En 1943 comienza con la fabricación de aceites vegetales y la industrialización de semillas de lino, algodón y maní y en 1966 incorpora el proceso de extracción por solventes para la producción de aceites y en 1979 incorpora una segunda planta industrial localizada en San Lorenzo, lindera a Ricardone, al Sur de la provincia de Santa Fe.
En 1987, la Sociedad comienza a operar desde su propia terminal de embarque, erigida en San Lorenzo, en el km 442 del río Paraná.
Diez años después más que duplica su capacidad de molienda de soja alcanzando las 10.000 toneladas por día y durante 1998, la empresa comienza a comercializar aceites de girasol y de oliva en el mercado interno.
En el 2000 incursiona en el mercado de productos agroquímicos encarando la producción de herbicidas (glifosato) e insecticidas (cipermetrina y endosulfán) y en 2007 con la producción de biocombustibles.