La Argentina entró en default, pero sigue negociando con los acreedores
A las 18 horas, por el impago de los USD 503 millones de intereses, quedó abierta la posibilidad de litigios contra el país. En el mercado hubo optimismo por la posibilidad de un acuerdo.
Es oficial: la Argentina entró formalmente en default. A las 17 horas de Nueva York (18 hora local), se venció el plazo para el pago de los 503 millones de dólares de intereses pendientes desde el 22 de abril. Por lo que, a partir de ahora, para las calificadoras de deuda, el país entró en la zona formal de incumplimiento y los acreedores quedaron habilitados a litigar contra el país.
En consecuencia, ya pueden dispararse los pagos de los seguros contra la deuda argentina (CDS) y muchos de los acreedores que hayan comprado estos activos cobrarán por el seguro y luego, además, cobrarán o bien los nuevos bonos que emita Guzmán, o bien los que ya tienen si van por la vía del litigio judicial.
«El día de hoy, después de haber concluido un período de gracia de 30 días, el Gobierno de Argentina incumplió un pago de intereses por USD 503 millones que originalmente vencía el 22 de abril pasado. Este incumplimiento de pago es consistente con la opinión crediticia soberana de Moody’s que, tal como refleja nuestra actual calificación de Ca, incorpora pérdidas significativas para los inversores. Viendo hacia adelante, Moody’s anticipa que el panorama para la reestructuración de la deuda de Argentina muy probablemente se tornará más complicado», dijo Gabriel Torres, vicepresidente y Senior Credit Officer de Moody’s Investors Service.
En el mercado local, el default formal ya estaba descontado. En cambio, lo que primó en el día fue la expectativa de un pronto acuerdo con los acreedores por la inminente presentación de una segunda propuesta de canje de Martín Guzmán. En este sentido los bonos en dólares subieron hasta 6,4% y el riesgo país cedió a los 2.765 puntos básicos.
Medida con una tasa de descuento del 10%, la oferta de Guzmán llegaba a los 40 centavos por dólar de deuda emitido y fuer rechazada por el 80% de los acreedores. En cambio, las contrapropuestas que le hicieron van de los 59 a los 63 centavos por dólar sobre los casi 66.000 millones de dólares a reestructurar.
Por lo pronto, como anticipó LPO. el Gobierno trabaja en una enmienda a la propuesta original y extendió hasta el 2 de junio la negociación, con el trascendido de que la oferta llegaría a los 48 centavos de dólar. En tanto que algunos de los bonistas se mostraron dispuestos a una reducción de sus pretensiones a los 50 centavos por dólar, lo que entusiasma al mercado con un pronto acuerdo entre las partes.
Pero el optimismo no es generalizado. Los principales fondos acreedores temen que nuevamente el ministro no tenga en cuenta sus posiciones y repita una oferta «unilateral», lo que sería una suerte de patada al tablero e incentivo a acelerar los pagos de la deuda. Es que algunas series de bonos les permiten a los que reúnan un cuarto o más de las acreencias reclamar que se les pague la totalidad de lo adeudado por este incumplimiento.
«Sería el colmo de Guzmán: por no pagar los 500 millones de dólares, los acreedores ganan mucho poder de negociación en términos del valor presente neto del a nueva oferta por el riesgo de aceleración con el 25% de una serie. Además tienen el bonus track dado que algunos inversores que tomaron cobertura cobrarán los CDS si se gatilla el credit event, según ISDA. Y en el medio, el BCRA vendió 1000 millones entre abril y lo que va de mayo por el ruido que generó el default, aún en un contexto de hard cepo, pico de estacionalidad en la cosecha y de no pago de los vencimientos de deuda con los acreedores privados», dijo a LPO el economista Federico Furiase.
Foto de tapa Martín Guzmán