Fracaso: Con poca convocatoria, se llevó a cabo el «cacerolazo» contra el Gobierno
Un movimiento opositor en redes sociales logró consolidar el llamado a un cacerolazo en todo el país que se realizó este jueves a las 20.
La que en principio fue promocionada como una «rebelión de los barbijos» y que pretendía desafiar el aislamiento obligatorio, se transformó en un tibio cacerolazo que se escuchó en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y otros distritos del país este jueves a partir de las 20 hs.
El movimiento había comenzado a gestarse en las redes sociales como un repudio a la posible extensión de la cuarentena más allá del 10 mayo, una medida que probablemente el Gobierno anuncie en las próximas horas.
Los argumentos a favor del cacerolazo de este jueves fueron dispares, pero los unió la intención opositora. Así lo evidenció el hastag #7McontraelGobierno que, junto a #CacerolazoHistorico crecieron en las redes sociales.
«Hacete oír, largá tu bronca», invitaba uno de los tuits promotores de la acción. «Tronará el repudio contra la impunidad y la pandemia económica. Es contra el hombre pequeño que nos gobierna», aclaraba otro.
Otros apuntaron a la «liberación de presos» como uno de los motivos, situación que ya generó otro cacerolazo que se hizo escuchar en todo el país (el pasado 30 de abril), a pesar de los intentos del Ejecutivo de despegarse de esa situación.
A diferencia del cacerolazo contra las excarcelaciones, que tuvo una gran adhesión, el de este jueves se vio disminuido. Es probable que el amplio abanico de consignas -«recorte a jubilados», «la libertad», «no ser Cuba», «la pobreza», «la cuarentena», entre muchas otras-, en lugar de sumar voluntades haya conspirado contra la iniciativa opositora en un momento tan delicado de la vida social y política argentina.
También puede haber jugado en contra el hecho que la mayoría de los argentinos se manifiestan a favor de extender la cuarentena incluso hasta el mes de junio, según detalló una encuesta publicada por iProfesional este jueves.