Felipe Solá trató de «pelotuda» a senadora radical
«No significa que vayan a firmar algo para llegar y enfrentar la pandemia», los minimizó. Calculó que hay más de 24 mil argentinos que quieren volver.
Felipe Solá detalló en el Senado el operativo para repatriar argentinos varados en el exterior e insultó a una senadora que le recriminó no traer a los médicos que, consideró, podrían ser útiles para ayudar a combatir el coronvirus.
Para el canciller no es tan así. «Ser médico no significa estar listo para enfrentar la pandemia. Si les preguntan a los intendentes del conurbano, piden a gritos gente en los hospitales, pero es un trabajo que ha perdido prestigio, porque los sueldos son bajos».
«A mí no me basta que me digan que son médicos para volver, porque no sé si están preparados para la pandemia o se van a un consultorio de San Isidro a atender», se molestó.
Y relató que hubo muchos médicos que estaban de vacaciones en el exterior cuando estalló el coronavirus y les pidieron ser priorizados en los viajes de vuelta, «cuando no sé si estaban dispuestos a firmar un papel que los comprometía a ir a un hospital. Yo traigo a personas y priorizo por cuán vulnerable son, no por su profesión».
Cuando llegó la tanda de repreguntas, la radical Silvia Elías de Pérez entendió que había estigmatizado a los médicos de hospitales públicos y Solá no lo toleró. «Lo que quise decir es que en los hospitales del conurbano faltan médicos porque es una profesión mal paga. En Malvinas están mucho más seguros con los médicos argentinos que con los ingleses. Así que ¡Viva los médicos argentinos!, pero no me cambie la bocha».
«¡Tráigalo de vuelta entonces!», le reclamó Elías de Pérez, desde la pantalla. «Pelotuda», se escuchó al canciller, cuando acomodaba las cosas para irse el micrófono.
La tucumana tuiteó el video y Solá se disculpó. «Los insultos son injustificables», se lamentó, pero volvió a acusarla de tergiversar sus dichos. El canciller calculó que hay 24500 argentinos varados en el exterior, aun cuando hace menos de un mes dijo en Diputados que no había más de 10 mil.
«La lista se expande constantemente, como el universo de Einstein», comparó. Ocurre que a diario se inscriben argentinos que quieren volver de países en los que residían y esperan su turno. «Hay 6.600 están en Europa, 6.100 en América del Sur, 4.646 en EEUU y Canadá, 4.200 en América Central y 2.800 en Asia, África y Oceanía. Lo más preocupante es el sudeste asiático porque allí hay menos vuelos todavía», detalló el canciller.
Reiteró que si no llegan con más frecuencia es porque las aerolíneas no habilitan vuelos porque vuelven vacíos y Aerolíneas Argentina sólo viaja a algunos países como Miami y New York, donde pronto irá un avión.
«Nuestros problemas son los tripulantes, porque necesitamos dos equipos, debido a que no pueden quedarse allá», comentó. Informó que lleva un millón y medio de dólares gastados en más de 70 mil los retornos, con Aerolíneas y chárteres; y otro millón en esa moneda para asistir a ciudadanos vulnerables, una lista que no es fácil de actualizar porque el 60% de los encuestados por los cónsules dicen estar enfermos.
Prometió no «mezquinar un peso en la medida en que la cosa se vuelva más fea, pero no caeremos en el abuso de empresas que como no vuelan y están muy mal, caen en eso y piden 400 mil dólares para poner un avión a disposición».
El canciller indicó que hasta el 17 de abril habían ingresado 67 mil argentinos por Ezeiza y calculó que ese número subió a 70 mil, que se suman a los más de 180 mil que ingresaron por tierra.
«Estamos repatriando a entre 400 o 500 por día. Es un ritmo bajo viendo que la lista se engrosa del otro lado. Sabemos que la voz de los que están clavados afuera va a ser más desesperante cuanto más necesaria se vuelve conocer la certeza de cuándo volver. Pero tampoco puedo pedir que vengan 1000 porque no sé si puedo traerlso», sentenció.
Reconoció que hizo gestiones para que no les cobren el 30% del impuesto por gastos en el exterior pero la AFIP no le respondió y que sólo pudo discriminar entre quienes tienen más recursos para permanecer y quiénes no.