Crisis en la industria: Para preservar puestos laborales, la UOM aceptará suspensiones masivas y bajas de sueldo
Los recortes llegan al 50% en los sueldos de bolsillo. Se abre el debate en la CGT para conservar los puestos de trabajo con las fábricas cerradas.
Antonio Caló dio el primer paso en un terreno que la CGT comenzará a debatirse: aceptar suspensiones y recortes de sueldo mientras las fábricas estén cerradas, a cambio de la preservación de los puestos de trabajo.
La UOM se reunirá mañana con las cámaras empresariales para negociar los esquemas de suspensiones de trabajadores, en contrapartida ya aceptó cobrar el 70% de los salarios básicos y todos los adicionales como el presentismo en aquellas actividades no esenciales para preservar las nóminas y no abultar más las cifras de los 45 mil puestos de trabajo perdidos desde el comienzo de la cuarentena. Esto representará para muchos recibir la mitad de los salarios de bolsillo que venían cobrando.
La parálisis por la cuarentena obligó a muchas empresas a endeudarse para pagar sueldos, las que lograron calificar para los créditos bancarios al 24% no necesariamente estarán en condiciones de calificar para un nuevo crédito el mes próximo y con las fábricas cerradas esta va a ser una solución transitoria que en muchos sectores se va a barajar independientemente del «goce íntegro de sus haberes habituales» que dispuso Alberto Fernández por decreto.
Lo cierto es que por más que Kicillof diga que no van a permitir que se pierdan puestos de trabajo en su paso por Dánica, la realidad se impone, las pymes están al borde de la quiebra luego de un mes sin facturación y ya se perdieron 45.000 puestos en blanco y tantos más en la economía informal. Por eso, para la CGT los esfuerzos deben concentrarse en preservar los puestos.
En especial en la cadena de proveedores de las grandes empresas paralizadas. Todas ellas generan un cordón de pymes que, sin demanda y sin la posibilidad de virar hacia otro comprador, quedaron entre la espada y la pared.
En este sentido, el caso de Siderar (Ternium Argentina) del grupo de Techint actuó como caso testigo: los casi 10.000 empleados de las plantas de San Nicolás, Campana, Ensenada, Canning, Haedo y Florencio Varela accedieron a cobrar el 75% de los salarios conformados del mes de abril a cambio de preservar la estabilidad laboral. Cabe aclarar que son salarios más altos que la media de la siderurgia (de entre 40 mil a 100 mil pesos) y que la media del resto de la economía.
El primer gran aviso de que el decreto presidencial que prohíbe suspensiones y despidos hasta mayo inclusive no puede tapar el sol con un dedo también vino de la mano de Techint. En este caso, de su constructora, que despidió a casi 1500 empleados en tres provincias porque las obras estaban paradas, aduciendo la falta de pago desde 2019.