El 54% de las MiPyMES dejó de trabajar y se pierden 115 millones de dólares por día en el sector
Más de 325.000 pequeñas y medianas empresas dejaron de funcionar completamente en etapa de aislamiento y se pierden por día 115 millones de dólares.
Solo el 10% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyME) de la Argentina continuaron completamente operativas durante las semanas que el país lleva en etapa de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
De acuerdo a un relevamiento dado a conocer hoy por la Fundación Observatorio Pyme, el 54% de las MiPyME entraron directamente en situación no operativa. Se trata de alrededor de 325.000 firmas de distintos sectores. La Fundación evaluó que el costo diario de esta inactividad alcanza a 115 millones de dólares.
El informe al que accedió iProfesional indica que en ese segmento de firmas que no están trabajando por completo predominan las de Construcción (74%), Manufactura (65%) y los Comercios (65%).
Otro 36% de las empresas se encuentra parcialmente operativa, son 215.000 aproximadamente.
«Se observa una mayor proporción de micro y pequeñas empresas entre las no operativas. Las empresas medianas muestran mayor presencia entre las parcialmente operativas», indica el informe.
El sector de los servicios, por ejemplo, fue el que solo fue relativamente afectado. Consultada por iProfesional sobre el motivo de esa diferenciación, Ayelén Bargados, coordinadora de Análisis e Investigación de la Fundación Observatorio Pyme respondió que «por un lado, es cierto que parte de los servicios continuaron realizándose de forma presencial porque son considerados esenciales para el funcionamiento mínimo de la sociedad y la economía».
Pero a la vez, esas empresas «pudieron implementar mecanismos de teletrabajo para así mantener la prestación en forma relativamente más sencilla que otros sectores, por las características propias del ‘proceso’ de provisión de los servicios», dijo la experta.
No obstante, advirtió también que las micro, pequeñas y medianas firmas de servicios tienen la particularidad de que tienen menos activos para liquidar y manejan cadenas de pago más cortas que otros sectores: «Servicios suele ser un sector relativamente más flexible en este aspecto que, por ejemplo, la industria, que instala más capital y equipo, o la construcción.
Por último, aclaró que para evaluar por qué algunas de las firmas de servicios se encuentran entre el 6% de las organizaciones que ya están pensando en «bajar la persiana», lo que impacta en esos casos es el «nivel de demanda hay de esos servicios cuando la economía se recorta al mínimo funcionamiento».
Riesgo de cerrar
Las consecuencias de esa inactividad que permanece desde el 20 de marzo, va más allá de los 115 millones perdidos.
Con el cambio de mes ocurrido días atrás, las micro, pequeñas y medianas empresas se encuentran con que no pueden hacer frente a la obligación de pagar sueldos, alquileres, servicios e impuestos.
De acuerdo de la Fundación, sólo el 16% de las MiPyME encuestadas puede afrontar esos gastos fijos y pagar los sueldos sin la asistencia del Gobierno.
«En esta categoría se encuentran empresas de todos los tamaños. Constituyen un grupo de firmas que disponen de suficiente liquidez por lo menos para sostener la actividad del mes de abril. Desde el punto de vista sectorial, las empresas más líquidas pertenecen a la actividad agropecuaria (y otras actividades primarias) y las menos líquidas al sector de la construcción. manufacturas, servicios y comercios, que se encuentran en una situación intermedia», se lee en el reporte.
Por situación intermedia se refiere al 54% de las compañías que declararon contar con la liquidez prevista para el mes y que con la ayuda del Gobierno podrán enfrentar el pago de salarios y los gastos fijos. «En esta situación se encuentra el 62% de las empresas medianas, el 58% de las pequeñas y el 46% de las microempresas. Desde el punto de vista sectorial, prácticamente un poco más de la mitad de las empresas de todos los sectores se encuentran en esta situación», aseguraron desde el Observatorio.
Por otra parte, 24% de las empresas no podrá enfrentar dichos gastos de abril, ni siquiera con dicha asistencia, por lo cual deberán endeudarse o aumentar el aporte de capital propio a la actividad. Se observó en esta categoría mayor presencia de microempresas (30%), así como de empresas manufactureras (26%) y de comercio (27%).
Y como resultado, un 6% de las MiPyME está actualmente considerando abandonar la actividad. Son aproximadamente 35.000 empresas con una dotación actual de 190.000 trabajadores, según la evaluación de la Fundación.
Entre estas empresas en situación de cierre, hay predominio –paradójicamente- del sector servicios (9%), y en la dimensión de micro (7%) y pequeñas (6%) compañías.
El cierre de ese 6% de las organizaciones relevadas podría no ser el peor escenario: «Si parte de las empresas que no pueden afrontar las erogaciones de abril no consigue endeudarse o aumentar el aporte de capital, están en riesgo 415 mil puestos de trabajo adicionales», agregaron desde la mencionada entidad.
Propuestas de solución
El Gobierno emitió el DNU 332/2020 especialmente dedicado a sostener la liquidez de las empresas para el pago de salarios y respectivas contribuciones patronales en esta etapa de aislamiento social obligatorio, pero aun no se encuentra reglamentado. Muchas de sus medidas, «REPRO Asistencia por la Emergencia Sanitaria», no son aplicables a firmas con menos de 100 empleados registrados, por lo que no son útiles para solventar el sostenimiento de las organizaciones analizadas en este informe.
Entre las opciones para paliar este momento de inactividad que se vivió en las últimas semanas, la medida que goza de mayor aceptación entre las MiPyME es la disminución de la presión fiscal. Este apoyo fue cristalizado en la apreciación del instrumento de las moratorias nacional y provinciales y la diminución hasta el 95% de las contribuciones patronales o su postergación.
En segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas piden la flexibilización de la cuarentena de manera que se permita retomar la actividad. El 80% de las firmas relevadas se encolumnaron detrás de esta opción.
Y de acuerdo a la Fundación, las compañías estarían en condiciones de cumplir con las medidas de seguridad e higiene necesarias para eliminar riesgos de contagio en caso de que se tomara esta definición al final del actual período de cuarentena, el 12 de abril.
«A ese resultado de pymes no operativas tenemos que sumarme que ya estábamos trabajando en un contexto de capacidad ociosa. Adicionalmente, en la medida en que la cuarentena sea flexibilizada, la concurrencia de los trabajadores se podría segmentar en turnos. Las empresas ya lo mencionan como una posibilidad para continuar el flujo del proceso productivo, en particular en la industria», contó Bargados.
Respecto a otras medidas instrumentadas por el gobierno nacional, el Observatorio remarcó que el instrumento de la Asignación Compensatoria al Salario también fue muy valorado por los, empresarios de este segmento, pero que e existe el temor de las demoras burocráticas en su implementación visto la comisión interministerial y Ad Referéndum de la Jefatura de Gabinete que debe aprobar el beneficio.
«Este instrumento, debido a lo reciente de su promulgación, es relativamente desconocido por las empresas menores», añadieron.
Por estos días muchas entidades bancarias lanzaron créditos para el Capital de Trabajo, entre otras opciones para que empresas como las mencionadas obtuvieran el financiamiento para sostener la actual situación. Y si bien el crédito bancario como instrumento es valorado por las organizaciones, puede ser utilizado sobre todo en el caso de las medianas, y no tanto por las pequeñas o microempresas, debido a problemas operativos y burocráticos que impone el sistema bancario.
«Sólo si es fuertemente subsidiado logra la aprobación del conjunto del sector, aún de las empresas más pequeñas. Es decir, un fuerte subsidio como compensación a las enormes dificultades que las empresas descuentan que encontrarán con la operatoria», evaluaron en la Fundación, que también recomiendan implementar medidas para obtener una mayor oferta de crédito bancario subsidiado.
Existe otro instrumento poco explorado por las organizaciones de este tipo: el financiamiento en el mercado de capitales. Este martes precisamente la Comisión Nacional de Valores actualizó los montos para que las empresas de distintos sectores puedan ser consideradas Pymes a la hora de acceder este tipo de herramientas.
Consultada por estos cambios Bargados consideró que el mercado de capitales en si en la Argentina es un sistema demasiado pequeño, que pesa muy poco en la operatoria de la economía: «En general se puede financiar poquísimo de esta manera, y en el global de las MiPyme, es muy chiquita la participación en ese mercado de capitales».