Acuciadas por la crisis, MiPymes reclaman asistencia para abonar salarios
Entendiendo que son circunstancias excepcionales, el sector también solicitó “no hacer aportes patronales durante estos meses, y un diferimiento impositivo”.
Aún faltan los anuncios de asistencia gubernamental a las empresas que no cuentan con un giro propio suficiente o apoyo bancario propio de los grandes clientes. El clamor aumenta con el correr de las horas y mucho ayudaría a muchos emprendedores una palabra gubernamental.
“La cadena de valor textil-indumentaria-calzado ya formuló un pedido para obtener créditos blandos con el fin de pagar los salarios de abril, mayo y junio”, le dijo Horacio Moschetto, de la Cámara de la Industria del Calzado, al diario BAE Negocios, resumiendo el reclamo reiterado de las MiPymes (micro, pequeñas y medianas empresas).
Entendiendo que son circunstancias excepcionales, el sector también le solicitó a los ministros Matías Kulfas y Claudio Moroni, y a la directora general Mercedes Marcó del Pont, “no hacer aportes patronales durante estos meses, y un diferimiento impositivo”.
Martín Tetaz, economista que está estudiando las reacciones en la crisis de varias economías, comparó lo anunciado en El Salvador y la Argentina, y concluyó: «Mi impresión es que el gobierno no ha tomado real dimensión del impacto económico concreto que tendrá el aislamiento social en la micro, que claramente fue comprendido por la dirigencia de El Salvador y de otros países que están encarando paquetes monumentales, como Estados Unidos, Francia, Alemania y Australia.»
Tetaz agregó: «Por las redes sociales me llegan todo tipo de catarsis y pedidos de micro pymes y trabajadores autónomos. Gente que tiene que pagar sueldos pero no produce, o tiene cheques a cobrar que quedaron en cuarentena por la disposición del BCRA de suspender el clearing, monotributistas a los que el viernes la AFIP le debitó la cuota del mes, como si nada hubiera pasado, profesionales que tiene que pagar el alquiler del estudio o el consultorio, pero que no van a tener ingresos por lo menos por dos semanas, deudores de créditos que sin ingresos no pueden afrontar los pagos, desempleados que deben presentarse por ventanilla para cobrar su seguro, exportadores de servicios que también tienen que hacer el tramite presencial para cobrar sus honorarios, forzosamente pesificados, etcétera.»
Damián Regalini, presidente de la cámara que agrupa a los fabricantes de medias, explicó: “Se frenó la actividad el día 15/03. No vamos a tener la mitad de nuestro ingreso para atender la situación que va a ser desesperante. Precisamos más medidas, y medidas inmediatas, urgentes. Tenemos un montón de cancelaciones, ya sea por deudas, erogaciones, gastos fijos, la salida mensual de las empresas”.
Orlando Castellani, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), coincidió en la necesidad de contar con líneas a tasas muy blandas para afrontar los sueldos en el 1er. semestre, junto a un alivio tributario.
Rubén Pallone (CIMA, las manufacturas del cuero), dijo: «La actividad esta 100% parada, con expectativas de que esto no sea demasiado largo, en medio de la temporada otoño-invierno. El temor es que el tiempo pase y no tenga sentido la temporada; necesitamos los Repro (N. de la R.: asistencia del Ministerio de Trabajo) para conservar el empleo. Tratar de mantener la actividad es imposible. Los clientes cierran locales porque lo nuestro no es primera necesidad; mayoristas y minoristas cierran”.
Emmanuel Poletto, presidente de la industria del juguete, su presidente, aseguró: “Muchas Pymes no tienen carpeta calificada en los bancos. Estamos preocupados. Nuestro sector acató el decreto, no abrió ninguna fábrica y ahora el problema lo vamos a tener cuando haya que pagar sueldos, servicios, impuestos. Esperemos que el gobierno piense cómo contener la situación”.
Volviendo a Tetaz, él propuso que todas las tarjetas de debito puedan girar en descubierto para pagar los servicios, los impuestos, los alquileres y las deudas bancarias, con un límite del 50% del movimiento promedio de las cuentas en los ultimos 60 días, permitiendo que esa deuda sea abonada en un plazo de 2 años, con 3 meses de gracia a contar desde el fin de la cuarentena y a una tasa del 24%, que puede ser subsidiada por el gobierno en escalones; por ejemplo estableciendo tasa 0% para los primeros $10.000 girados en descubierto, 5% para los siguientes $10.000 y así sucesivamente.
Debe considerarse que el BCRA difundió 9 comunicaciones en 2 días, que lucen insuficientes como asistencia, coinciden todos.
Según recordó el diario Ámbito Financiero, desde ofrecer una línea especial de crédito a micro, pequeñas y medianas empresas a una tasa de interés anual máxima del 24% (N. de la R.: ¿ese préstamo cubrirá al menos una masa salarial completo mensual?); liberar encajes en el marco del financiamiento del Programa Ahora 12; suspender la posibilidad de la distribución de resultados por parte de las entidades financieras, hasta postergar los vencimientos de financiaciones hasta el 01/04 y cerrar sucursales para atención al público hasta el 31/03.
El Bancos Central resolvió, a través de la Comunicación «A» 6938 que, desde el 20/03/2020 y hasta septiembre de 2020, a la clasificación de cada deudor se le añadirán 60 días de plazo para los niveles de clasificación 1, 2 y 3.
El BCRA dará a conocer un cronograma para que las entidades financieras reclasifiquen a sus deudores conforme a los plazos originales de mora preexistentes a la emisión la Comunicación “A” 6938.
Otra medida, por ejemplo, es la Comunicación “A” 6938 adapta el importe de referencia (valor de ventas totales anuales para la categoría «Micro» correspondiente al sector «Comercio» según Secretaría de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa) utilizado para la clasificación de la cartera de préstamos en las categorías “comercial” y “consumo y vivienda”; pasando de ser del equivalente de dicho valor de referencia – a hoy, $ 29.740.000 a ser dos veces dicho importe.
Pero estas formalidades parecen delegar en los bancos ciertas responsabilidades, y en lo posible minimizar la asistencia financiera directa, que es el reclamo de las empresas, que crecerá con el correr de los días.