Los primeros remedios para salir de la emergencia
Argentina es un país con urgencias. Por ende de emergencias. Y en este marco, los diferentes gobiernos, deben establecer prioridades de acuerdo a su ámbito. Queda claro que el gobierno nacional tiene la mayor responsabilidad y marzo aparece como el mes en donde se debería realizar un primer tibio testeo para conocer algunos resultados. El presidente Fernández lo sabe. La sociedad civil también. En el orden nacional, el primer paso está dado y ha comenzado a rodar: la emergencia contra el hambre, que es el gran delator de la pobreza argentina. El ministro Arroyo a la hora de traducir en hechos lo prometido, implementó la tarjeta alimentaria en Concordia, la ciudad con más pobreza relativa del país, según el Indec. Siguiendo con el cronograma de las urgencias extremas, ayer hizo lo propio en Chaco. El ministro Arroyo ha advertido: “La situación social está agarrada con alfileres y no hay margen para escatimar ayuda».
El segundo paso a nivel nacional, y no de menor importancia; es acomodar la macroeconomía para que el Estado funcione y, conjuntamente, renegociar la deuda. En cuanto a esto último, se sabe que las negociaciones se están llevando adelante, no hay demasiadas precisiones, pero trasciende que las mismas están encaminadas. La política internacional en este enero de principio de década está muy convulsionada. Trump ha logrado que el parlamento estadounidense le apruebe en su período de gobierno un presupuesto en seguridad y defensa de USD 2,5 billones, equivalente a lo gastado por el resto del mundo en este rubro. Parlamento que también aprobó su impeachment. En esta situación, la Argentina y su Presidente deben echar mano a todo el pragmatismo del que disponen, dado que a la hora de las declaraciones y negociaciones, el cowboy del mundo no da nada sin obtener algo a cambio.
Las medidas implementadas hasta aquí a nivel nacional van además en la dirección de embozalar al “monstruo” argentino que habita en los bolsillos de todos los ciudadanos: la inflación. Todo indica que luego de marzo vendría un plan de reactivación productivo integral. Marzo lo dirá. La ficha de empresarios y gremios está puesta en la casilla que dice Consejo Económico y Social, ámbito donde, con mayor o menor expectativa, las fuentes consultadas estiman que se podrán discutir políticas de mediano y largo plazo.
Santa Fe es una provincia con urgencias. Por ende con emergencias. La seguridad y la economía son las dos prioridades. Días atrás, la muerte de un joven que perseguía a motochorros en Rafaela fue la gota que colmó el vaso del hartazgo social ante el delito creciente y produjo que un grupo reducido de manifestantes, dentro de una gran movilización, llegase al domicilio particular del gobernador Perotti hostigando a su familia. Aquí dos temas para analizar: a) la cada vez más frecuente iniciativa de los ciudadanos haciendo “justicia” por sus propias manos. No sólo nunca esto es bueno, sino que además pone a la sociedad al límite de la anomia; b) las declaraciones inoportunas del ministro del área Saín, adjudicándole ser autor intelectual de este hecho al ex gobernar Lifschitz, hoy presidente de la Cámara de Diputados. Marcelo Saín es uno de los especialistas más capacitados en este tema, pero está acostumbrado a tratar el delito con la mirada bonaerense. Santa Fe tiene otra idiosincrasia. El gobernador Perotti asumió su mandato denunciando un pacto de gobernabilidad entre el Estado y el delito, cuyo eje en esta geografía es el narcotráfico.
La segunda emergencia en Santa Fe es similar a la que atraviesa la nación: el rojo de las cuentas. El ministro de Economía Walter Agosto ha manifestado que el déficit 2019 es de $22.000 mil millones. El diputado Joaquín Blanco, en representación del Socialismo, expresa: “¿Cuánto tiempo más el gobierno de Perotti seguirá mostrando un enero apocalíptico demonizando a la gestión socialista?”. Entiende el socialismo que el gobernador quiere ganar tiempo y que transcurra enero atacando a la gestión anterior para “minimizar la cantidad de compromisos presupuestarios y así disponer de mayor cantidad de plata en gastos corrientes, para transferencias discrecionales”. Sigue diciendo: “Si Santa Fe no tiene espaldas para atender lo social ¡qué le queda al resto!. Le pido al gobernador que no haga colchón con lo social”. Los dichos de Blanco con respecto a lo social se deben a que directoras que tienen a su cargo comedores escolares han denunciado que tanto provincia como nación no han depositado las partidas correspondientes a raciones escolares. Al cierre de este análisis, ambos gobiernos no precisaban la fecha de depósito.
Mientras tanto, los ministros del gobierno de Perotti convocan a conferencias de prensa, mostrando las cuentas en rojo de sus respectivas áreas.