Fernández se reunió con Moyano y podría darle un lugar en el Gabinete
El presidente electo almorzó con el camionero y unos 40 gremios afines. No dio precisiones, pero se mostró concesivo para incorporar personas del gremialismo.
Alberto Fernández almorzó ayer con Hugo Moyano y sus gremios afines y dio una señal favorable a las expectativas del camionero de tallar en el futuro Gabinete, al menos en el área de transporte. Del encuentro -que se concretó en paralelo con la reunión del Consejo Directivo de la CGT-, sus participantes destacaron una frase del presidente electo: “Ustedes saben que me siento más cerca de este espacio”, pronunciada luego de una serie de elogios al anfitrión por su rol en el acompañamiento del primer kirchnerismo en sus horas más críticas
La comida se llevó a cabo en la Federación de Camioneros en el barrio de Constitución con la participación de dirigentes de unos 40 gremios, duró tres horas y estuvo precedida por una charla más acotada a una decena de sindicalistas, entre los que se encontraban el dueño de casa y dos de sus hijos, Facundo y Hugo Antonio Moyano. Fernández acudió junto a Santiago Cafiero, nominado para ser jefe de Gabinete, y su habitual vocero, Juan Pablo Biondi. No estuvo presente Claudio Moroni, futuro ministro de Trabajo, quien por encargo del mandatario electo ya se reunió con la “mesa chica” de la CGT, aunque el presidente dio garantías de que esa cartera tendrá un accionar ecuánime respecto de los distintos sectores del movimiento obrero.
El líder de los choferes hizo pesar la localía en el arranque de la charla: le planteó abiertamente a Alberto Fernández que nombrara en el área de Transporte a Guillermo López del Punta, un abogado que encabezó la secretaría del rubro durante la presidencia de Eduardo Duhalde y que cuenta con el aval de varios sindicatos de la actividad. El mandatario se limitó a dar un guiño respecto de integrar a personas de confianza de los sindicatos en las áreas de su incumbencia, pero evitó precisar si atendería el reclamo.
De hecho hasta ahora no trascendió si Transporte seguirá como Ministerio o bien bajará su rango a Secretaría, y tampoco quién encabezará la repartición. Como había adelantado este diario, uno de los nombres más firmes es el de Raúl Pérez, un diputado cercano a Sergio Massa que volvió a posicionarse para el cargo luego de que se desinflara la alternativa del senador cordobés Carlos Caserio. Cerca de Moyano especulaban con la posibilidad de que Transporte se mantuviera como Ministerio y que López del Punta lo liderara, o de mínima fuese secretario de Pérez.
Escucharon la charla Omar Plaíni (canillitas), Domingo Moreyra (ceramistas), Leonardo Fabre (personal de Anses), Miguel Díaz (docentes bonaerenses de Udocba), Rubén García (municipales), Raúl Durdos (marítimos, SOMU) y Mario Manrique (mecánicos, Smata). Otra definición que destacaron los presentes fue cuando Fernández volvió a descartar la implementación de una reforma laboral integral y sólo dejó abierta la posibilidad de instrumentar modificaciones en los convenios colectivos de trabajo, pero sólo en el marco de las negociaciones paritarias. Además de Facundo y Hugo Antonio en parte de la conversación se involucró Jerónimo Moyano, el benjamín de la familia, de 20 años.
La tensión constante del camionero y su Frente Sindical por el Modelo Nacional con la conducción de la CGT sobrevoló todo el primer tramo de la reunión más reducida. Los dirigentes celebraron cuando el Presidente puso en valor el acompañamiento de Moyano a Néstor Kirchner desde 2003 y también su rol en la puja contra las entidades del agro a partir de 2008. Entonces Fernández era jefe de Gabinete. En esa instancia, según reconstruyeron cuatro de los concurrentes, el mandatario le hizo saber al anfitrión que su postura ideológica se encontraba más cercana al espacio sindical hoy disidente.
Para Moyano fue un encuentro clave. El camionero sabe que Fernández deposita confianza total en Héctor Daer, cotitular de la CGT y miembro cabal del grupo de los “gordos” de los grandes gremios de servicios. Obligado a hacer equilibrio para contener a todas las expresiones sindicales, el presidente electo debió, sin embargo, multiplicar gestos a favor de los disidentes al visitar en varias ocasiones la Asociación Bancaria y cerrar un congreso de la CTA en el que su jefatura, a cargo de Hugo Yasky, votó por reincorporarse a la CGT. Ayer le recordaron a Fernández que a pesar de su apoyo a aquella iniciativa, ningún referente de la principal central obrera lo acompañó en esa iniciativa.
El camionero busca agudizar las contradicciones con la conducción de la CGT tras convencerse de que resultaron estériles sus esfuerzos por desbancar a los “gordos” y a los “independientes” -los grupos más influyentes- de la jefatura de la central. Como explicó este diario, a partir de esa certeza Moyano resolvió refugiarse en su gremio y en todo caso pujar por el control de la gravitante Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) para sostenerse como actor de peso en la gestión del Frente de Todos.
En paralelo ayer se reunió el Consejo Directivo de la CGT. Como había adelantado este diario, los referentes acordaron un acompañamiento institucional a la movilización pautada para el 10 de diciembre por la asunción de Alberto Fernández y confirmaron que reincorporarán a los gremios que en los últimos años dejaron de pagar la cuota de afiliación a la central.