Agro: Sojeros advirtieron que van a «resistir» la suba de retenciones
Productores se oponen a cualquier intensificación de la presión impositiva. «Estamos conectados y alertas», advierten en movimientos cercanos al macrismo.
El campo más afín al macrismo, a través de entidades emblemáticas y productores de calibre, ya le muestra los dientes a Alberto Fernández. De cara a la eventual suba de los derechos de exportación -«retenciones», en la jerga popular-, distintos actores del agronegocio predominante activaron contactos y reuniones con vistas a unificar estrategias ante la potencial vuelta de un mayor intervencionismo en la economía.
Representantes de organizaciones consolidadas como Federación Agraria Argentina (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), referentes de la Mesa de Enlace y estancieros nucleados en grupos de aparición post derrota de Mauricio Macri –el movimiento «Campo+Ciudad» es un ejemplo contundente–, comenzaron a aunar criterios para establecer una estrategia común de impedimento a cualquier intento por incrementar los controles.
Algunos de estos actores incluso se permiten elevar la retórica a niveles estratosféricos. Hablan de plantar oposición a Fernández como modo de «defender a la república».
Expresiones de ese tenor abundan en audios que circulan por redes sociales como el protagonizado por Mariela Gallinger, titular de la filial de FAA en Crespo, provincia de Entre Ríos, quien sin escatimar énfasis declaró en las últimas horas que «los Fernández vinieron por todo pero se encontraron con la república».
«Y ahí estamos los defensores de la república. El daño que hemos pasado en la ‘década ganada’ no lo vamos a permitir. Tenemos muchísimas estrategias. Es un campo de pie, organizado; es un campo formado y que la tiene clara», afirma.
En torno a la cúpula de FAA coincidieron con estos dichos. Y reconocieron que, como expuso Gallinger en otro tramo de su audio, «los tractores estarán al costado de la ruta como un símbolo de que el campo está de pie».
En diálogo con iProfesional, Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria, se refirió al malestar predominante ante la presunción de que se elevarán los derechos de exportación.
«El ánimo en el sector productivo no es propicio para soportar cambios. La posibilidad de medidas de fuerza es algo que se podría evaluar. Esperamos a tener reuniones con Fernández y sus equipos para conocer sus medidas y llegar a un consenso. Lo que sí es claro es que Federación Agraria no acompañará que se intensifiquen los derechos de exportación», advirtió.
El dirigente sostuvo que «el productor no puede esforzarse más» dado que ya «pone todo lo que tiene», y comentó que sobre todos los pequeños y medianos productores «no disponen de margen para soportar mayores cargas impositivas».
«No hay espalda para aguantar más. Esperamos que se nos dé un tratamiento diferenciado, escalonado, en cuestiones impositivas. Que ajusten otros sectores. Hoy estamos en contacto con la Mesa de Enlace para tener un criterio unificado. Necesitamos respuestas, interlocutores. Los tiempos prudenciales de espera para ver con quién hay que hablar del nuevo gobierno se están acotando», dijo.
Duro movimiento
A la par del malestar que reconocen en el seno de las entidades, en los últimos días se intensificó el movimiento de agrupaciones nacidas a la sombra de la derrota electoral del macrismo. Aunque, vale decirlo, se esfuerzan por mostrarse ajenas a toda política partidaria y gustan definirse como «autoconvocados».
Uno de ellos es «Campo+Ciudad», una corriente que este fin de semana celebró su primer encuentro nacional en Córdoba. En las redes sociales de la agrupación es fácil ubicar actividades con presencia de referentes del oficialismo como Guillermo Dietrich, actual ministro de Transporte.
De la actividad en la capital de la provincia mediterránea participaron, según indica un comunicado de la agrupación, «casi cien personas provenientes de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Santa Fe y la Ciudad autónoma de Buenos Aires».
«Ante la incertidumbre que genera el cambio de gobierno, el posible aumento de las retenciones a las exportaciones también fue tratado. El consenso fue total: los integrantes de Campo + Ciudad se oponen enérgicamente al sistema de retenciones, sea directo o ‘encubierto’, como el desdoblamiento del tipo de cambio u otras medidas distorsivas», precisa el texto divulgado.
Pero lo verdaderamente potente del posicionamiento del movimiento puede apreciarse en algunos de los videos y spots confeccionados por sus integrantes. En uno de ellos se expone: «Marchamos pero no alcanzó. Las urnas eligieron a Fernández. Respetamos ese resultado y trabajaremos como siempre por el bien del país. Pero que nadie se equivoque. Aceptar la decisión de la mayoría no significa que vamos a permitir que nos pasen por encima».
«Estamos organizados y trabajando, a lo largo y ancho del país, y al costado de las rutas. En cada ciudad, en cada pueblo, estamos conectados y alerta. Para responder a cualquier medida autoritaria y abusiva. Delirios como una Justicia militante, la reforma agraria o la persecución a la empresa, nos encontrará juntos y más fuertes que nunca…», anticipa en otro tramo del material.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas, uno de sus referentes, Juan Goya, sostuvo ante iProfesional que la incertidumbre respecto de quién coordinará la política agroindustrial ante el inminente inicio de mandato de Fernández alienta el temor entre los productores.
«Predomina la falta de certezas sobre qué ocurrirá. Todos los días aparecen versiones de terceros pero no hay claridad oficial respecto de qué decisiones se tomarán. El mercado está expectante pero este no saber a futuro lo que hace es profundizar la caída de las operaciones y la actividad en general», expresó.
Respecto de potenciales medidas que podría tomar el sector a partir de un incremento en el tenor de los derechos de exportación, Goya aseguró que «hay conversaciones pero todavía no una decisión clara».
«Los productores están de sobre aviso. Hay reuniones regionales, contactos en búsqueda de información para ver qué paso dar si aumentan las retenciones. Esto es común a todas las economías regionales. Hoy se está operando con estructuras de costos al límite. Sería muy grave para la producción que se intensifique ese régimen», concluyó.
Lo que viene
Según pudo conocer iProfesional, la decisión política ya está tomada: Alberto Fernández subirá el nivel de las retenciones que paga el campo al momento de exportar.
La idea es aplicar ajustes en las cuatro principales producciones agropecuarias: soja, trigo, maíz y girasol. En los próximos días quedará definido el nuevo cuadro de derechos a la exportación.
Como expuso este medio la semana pasada, el presidente electo le ordenó al equipo de técnicos que lo acompañan sacar cuentas y afinar los números. La intención es diseñar un esquema sustentable, que no signifique un perjuicio notorio para los productores. ¿Cuánto? «Algo lógico, que no pueda ser catalogado de confiscatorio», definieron desde el grupo que está trabajando en la cuestión.
Desde el entorno de Fernández aseguraron que el futuro jefe de Estado no tiene ninguna duda sobre la estrategia a adoptar con el «campo» pero que, a la vez, reconocen preocupación por la reacción que pudieran tener la dirigencia del sector y los productores, una vez que se conozcan las nuevas imposiciones.
Si no hay cambios de último minuto, la idea es transmitirle la novedad a la dirigencia del agro en los próximos días, una vez que se termine la evaluación técnica. Fernández no quiere iniciar la gestión con una crisis con el sector del agro, similar a la que él mismo vivió -en su rol de jefe de Gabinete- durante aquel año 2008 en que los productores salieron a cortar rutas.
Por eso mismo, habrá una estrategia política coordinada. El aumento de las retenciones no será una medida aislada. Se encuadrará en una serie de iniciativas que van desde el envío al Congreso de un proyecto para volver a declarar la Emergencia Económica al lanzamiento formal del «Programa contra el Hambre», que requeriría de unos 40.000 millones de pesos anuales.
Al mismo tiempo, Fernández no quiere desentenderse de un objetivo de equilibrio fiscal, en medio de la renegociación de la deuda pública tanto con los acreedores privados como con el Fondo Monetario Internacional.
También habrá gestos concretos hacia los productores agropecuarios. El más notorio, el compromiso de mantener un tipo de cambio competitivo, como el actual. Algo que no será fácil de sostener en un contexto de inflación elevada. (IProfesional)