Controlará a los medios de comunicación: El massismo se quedó con el Enacom
Claudio Ambrosini, uno de los asesores de mayores lazos con Sergio Massa, será designado al frente del Ente Nacional de Comunicaciones.
Mientras el juego de las «adivinanzas» para saber quiénes serán designados en ministerios, empresas estatales y organismos públicos sigue de moda, el ente oficial encargado de orientar las políticas del Estado en materia de medios de comunicación y telecomunicaciones ya tiene nuevo número uno.
Se trata del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) que, a partir del cambio de gobierno será presidido por Claudio Ambrosini, uno de los asesores de mayor cercanía con Sergio Massa.
De hecho, en la actualidad ocupa uno de los cargos en el directorio del organismo como representante parlamentario por la minoría del Frente Renovador que lidera el ahora aliando de Cristina Kirchner y ex intendente de Tigre.
Anteriormente, fue subdirector de Prensa en el Senado de la Nación y también ocupó el cargo de Coordinador de Prensa de la Cancillería, así como la gerencia de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Anses y secretario de Difusión de Tigre y subsecretario de Comunicación Estratégica de la Nación.
Al Enacom llegó con aval también del macrismo, teniendo en cuenta sus lazos de amistad con Miguel De Godoy, ex titular del ente, y Jorge Grecco, actual secretario de medios de la Presidencia de la Nación.
En el ente ya es pública su próxima designación en reemplazo de Silvana Gíudici quien presentará su renuncia el próximo 9 de diciembre a la presidencia del Enacom a pesar de que su mandato vence en abril próximo debido a que la duración de su cargo es de cuatro años y la funcionaria llegó al ente para reemplazar a De Godoy.
Sin embargo, su alineamiento con el actual gobierno de Cambiemos y sus polémicas públicas con Alberto Fernández ya definieron su salida del organismo. Con el presidente electo, ya tuvo un enfrentamiento vinculado a declaraciones del próximo Jefe de Estado sobre las posibilidades de los jubilados de acceder a un teléfono móvil
Tras las palabras de Macri en el segundo debate presidencial planteando la idea de la conectividad entre los adultos mayores y la respuesta de Alberto F. sobre que ese sector de la población no tiene acceso a comprarse celulares, la directora del Enacom se metió en la polémica para aclarar que hay más de cinco millones de adultos mayores de 65 años propietarios de líneas de celulares, «al contrario de lo que dice Alberto».
Es más, antes de ese encontronazo, Gíudici había tenido otro cruce con Alberto F vinculado al rol de los medios de comunicación. Lo hizo en julio pasado, durante un programa de TV en el cual cuestionó actitudes del líder del Frente de Todos en contra de periodistas.
«Lo de Alberto Fernández no fue un día de furia, fue el ADN del kirchnerismo, la intolerancia del que piensa distinto y no comprende el rol del periodismo», dijo en el programa 4Días de Luis Majul que se transmite por A24.
En ese marco, se fueron acelerando las negociaciones entre los aliados del Frente de Todos y se definió que el sector del massismo tendrá a su cargo el control del ente que regula los medios de comunicación, de las empresas tecnológicas y de las firmas de correo privado. iProfesional intentó comunicarse con Ambrosini pero el funcionario no respondió los mensajes de este medio.
Si bien puede ser un desconocido para los millones de votantes que cosechó el Frente de Todos en las elecciones presidenciales de octubre pasado, Ambrosini tiene una larga vinculación con el mundo del peronismo desde 1991.
Desde entonces, se mantuvo siempre ligado a los vaivenes del movimiento político más grande de la Argentina, con acercamientos temporales a varios de sus máximos exponentes como Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf y, obviamente, Sergio Massa, con quien lleva ya más de 15 años de compañía.
Bajo el ala del principal aliado político de Alberto Fernández, fue gerente de Comunicaciones de la Anses; jefe de Gabinete del municipio de Tigre y luego como uno de los principales armadores del Frente Renovador con el cual Massa disputó las elecciones presidenciales del 2015.
Y es una figura interesante para definir las relaciones que el Enacom mantendrá con los dueños de las empresas periodísticas del país y en especial con el Grupo Clarín, con el cual el kirchnerismo estuvo en guerra abierta y usando al ex Afsca (antecesor del Enacom) para intentar dividir al holding que preside Héctor Magnetto.
Es que Ambrosini tiene lazos de amistad con varias figuras del grupo como Jorge Rendo, presidente del directorio de Clarín, o Hernán Verdaguer, gerente de Asuntos Regulatorios del holding.
También tiene vínculos lógicos con los principales ejecutivos de las empresas telefónicas que fue cosechando durante todos estos años y que lo hacen ser considerado como una figura razonable y coherente a la hora de analizar qué impronta la dará al Enacom.
Al ente que aún dirige Silvana Gíudici llegó por elección de la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual que, en el 2016 lo designó como representante del Frente Renovador.
Su desembarco fue producto del acuerdo que Massa y Cambiemos alcanzaron para que el Congreso avalara el decreto de necesidad y urgencia con el cual Macri creó el Enacom en reemplazo de la Afsca y la Aftic, las autoridades de aplicación que había creado el Congreso por iniciativa de Cristina Kirchner para controlar la aplicación de la Ley de Medios y de la Ley Argentina Digital (Telecomunicaciones), respectivamente.
Además de de modificar dichas leyes sin pasar por el Congreso, el DNU había removido a todos los directores de ambos organismos, incluyendo a aquellos designados por los legisladores. En ese marco, se sellaron acuerdos parlamentarios para avalar los nuevos directors del Enacom llegando así Ambrosini al organismo.
El Frente para la Victoria, en cambio, se abstuvo de nombrar a su representante al objetar la validez del DNU de Macri, informó Parlamentario. (APFDigital)
Ahora, habrá que esperar qué estructura, qué políticas públicas y qué otros integranres tendrá en Enacom para seguir regulando el negocio de los medios de comunicación y las telecomunicaciones.
El macrismo le puso como objetivo central al ente el de modernizar y transparentar las normas que venían regulando los servicios de comunicación audiovisual y las telecomunicaciones, así como toda la industria de medios en general. Es decir, englobar en un solo mercado de las comunicaciones que incluye a las telefónicas y las operadoras de cable para que compitan en todos los servicios.
Para encarar esa estrategia se le otorgó al Enacom todas las funciones que cumplían el Afsca y la Aftic que habían sido usados por el kirchnerismo en su guerra contra el Grupo Clarín y otros medios no afines al pensamiento e ideología que profesaba y profesa la familia Kirchner.
En su origen, el Enacom fue presidido por Miguel De Godoy y conformado por un directorio compuesto por tres directores nombrados por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y otros tres propuestos por las tres primeras fuerzas opositoras con representación en el Congreso Nacional.
Desde su génesis, Macri intentó con el Enacom poner fin a la Ley de Medios que había votado el Congreso kirchnerista y a la que desde Cambiemos se la calificó como «anticuada y distorsiva», además de sostener que heredaba un marco regulatorio y de negocios de la industria de medios local «que conduce a un deteríoro creciente».
Ahora habrá que esperar para saber si Cristina y el kirchnerismo más combativo tendrán injerencia en el armado político y en las decisiones del Enacom que presidirá uno de los hombres más cercanos a Massa o si el propio Ambrosini le dará una impronta profesional.
De todos modos, el resto de los directores del Enacom también se irán el 9 de diciembre. Un día antes de la jura presidencial que entronará nuevamente a Cristina Kirchner en el poder aunque en esta oportunidad como vicepresidenta de la Nación.
Es que todos los integrantes del Enacom se irán para que el próximo gobierno pueda analizar el futuro del organismo y su conformación.
Por eso se irán antes de que finalicen su mandato los tres directores que actualmente representan al PEN y que también tienen estabilidad por cuatro años. Es decir, además de Giúdici, son Agustín Garzón, Eber Martinez y Oscar Zavalaga, todos designados por Macri en el directorio. En este último caso ya presentó su renuncia.
Había sido nombrado en mayo pasado. Antes, ocupó cargos ejecutivos en Socma, con 25 años en Autopistas del Sol (Ausol), concesionaria de la Panamericana en la cual la empresa del Presidente tuvo acciones hasta el 2017.
Con respecto a Garzón, llegó al directorio del Enacom desde el inicio de la gestión de Miguel De Godoy. Luego de un breve impasse en su cargo, regresó en el 2018 para reemplazar en el cargo a Giúdici, quien a su vez en ese momento asumió la titularidad del ente luego de la renuncia de De Godoy.
Se desempeñó también como gerente Ejecutivo del organismo, tras su pasado como legislador del PRO. Algunos lo califican como uno de los más comprometidos políticamente con la actual visión del Enacom, al punto que fue el primer funcionario nombrado por Macri para intervenir la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), antes de la creación de Enacom, en reemplazo de Martín Sabbatella.
En lo que respecta a Eber Martínez, es el único director del ente que proviene de la filas de la industria y no de la militancia política. Es abogado y llegó al Enacom para restableer el diálogo perdido entre el Gobierno y los medios después de tantos años de presiones K.
Fue gerente de Asuntos Corporativos y de Relaciones Institucionales en el Grupo Telefe y presidente y vicepresidente de la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA). También fue miembro del directorio de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIRIAB) y presidente de la Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes (CEMCI) y del Círculo de Directores de Comunicación de Argentina (DirCom).
En el de los directores nombrados con acuerdo de las fuerzas políticas minoritarias del Congreso se encuentran Miguel Giubergia, Claudio Ambrosini y Guillermo Jenefes.
Giubergia está en el Enacom en representación de Cambiemos. Proviene de las filas del radicalismo y es hombre del gobernador de Jujuy, Gerardo morales.
Fue director de la Aftic en el 2015, diputado Nacional durante cuatro períodos y ejerció dos mandatos como diputado Provincial en Jujuy, además de Convencional Constituyente en 1985.
Por su parte, Jenefes también es jujenño, donde fue vicegobernador provincial entre 2011 y 2015, senador Nacional y presidente y vicepresidente de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión del Senado de la Nación entre 2001 y 2011.
Su desembarco en el Enacom fue respaldado por el Frente para la Victoria (FpV), con el apoyo de los gobernadores pero con el rechazo de La Cámpora. (IProfesional)