Ladrones asaltaron una farmacia, huyeron y cayeron en velatorio de policía
Dos ladrones trataron de escapar por el lugar donde unos 300 agentes daban su adiós al agente Marcos Di Fazio. Ante la sorpresa de todos fueron apresados.
Drama, dolor y comedia se entremezclaron ayer a media mañana en el cementerio El Prado, ubicado a 400 metros del cruce de las rutas nacional 33 y provincial 14, en Pérez. Luego de asaltar una farmacia, ser perseguidos por móviles policiales a lo largo de 15 cuadras y chocar en una rotonda, dos ladrones ingresaron a la carrera al cementerio privado cuando alrededor de 300 policías se desconcentraban tras dar sepultura al oficial Marcos Di Fazio, muerto al ser atropellado en un control de tránsito (ver página 3). Fue cuestión de segundos para que los ladrones fueran perseguidos y reducidos sobre el césped del cementerio, al costado de un sepulcro. Les incautaron una pistola calibre 380 y el botín sustraído en la farmacia. Un tercer integrante de la pandilla había sido detenido en el cruce de rutas donde quedó averiado el auto en el intentaron fugar.
Otra sorpresa fue conocer la identidad de los detenidos. Uno de ellos es Marcelo «Oso» Ifrán, de 54 años y que supo trabajar con Néstor «Cumbia» Robledo, condenado en noviembre pasado a 24 años de prisión por liderar una banda de ladrones armados. En tanto, en mayo de 2011 «Oso» fue condenado a 7 años y 6 meses de cárcel por robar un súper chino y una empanadería. Pero como tenía una condena anterior a 15 años le unificaron la pena en 22 años y 6 meses. Al acceder a las salidas transitorias no regresó.
Ifrán ganó un espacio en las crónicas policiales también el 3 de septiembre de 2018 cuando empuñando una pistola ametralladora FMK3 se bajó junto a cuatro hombres frente a la concesionaria Merri Automotores y se llevaron a empujones al propietario del negocio Miguel Colián, un comerciante de 80 años y referente de la colectividad gitana.
Colián estuvo retenido tres horas y luego fue liberado. Por esa causa, en manos del juez federal Marcelo Bailaque, hay tres procesados: Gustavo Rodolfo «Bocha» Figueroa, Joel Nicolás Escalante e Ignacio Alejandro Ojeda. Ifrán, en tanto, era buscado hasta ayer.
Sus compañeros en la desgracia esta vez fueron Juan «Smuky» A., de 40 años, y Luis P., de 33. Del primero el Ministerio de Seguridad precisó que tiene prontuario abierto por homicidio, robo calificado, resistencia, robo simple y lesiones. Sobre el segundo se precisó que con el robo de ayer abrió su prontuario. Los tres quedaron a disposición del fiscal de la Unidad de Flagrancia Pablo Socca, quien los imputará por robo calificado doblemente agravado por uso de armas y por ser en poblado y en banda, resistencia a la autoridad agravada por uso de armas y portación de armas.
El lugar menos pensado
Ayer a media mañana Ifrán, «Smuky» y Luis P. llegaron a una farmacia de Estanislao López al 1100 de Pérez, a metros de la ruta nacional 33. Entonces dos bajaron de un Volkswagen Gol en el cual se quedó un tercero esperando para huir. Robaron a dueños y clientes y se fueron con un magro botín.
No fue explicado oficialmente cómo, pero un móvil del Comando Radioeléctrico comenzó a perseguirlos por la ruta 33 hacia Rosario. Al llegar a la rotonda con la ruta 14 el Gol hizo una mala maniobra, quizás por un disparo policial preventivo, y despistó. Quien conducía fue retenido por los agentes y los otros tomaron un atajo por detrás de una estación de servicios.
A la carrera los delincuentes hicieron unos 400 metros y entraron al cementerio El Prado por uno de sus costados, sin siquiera valorar que a media mañana alrededor de 300 uniformados de la policía rosarina despedían al oficial Damián Di Fazio. El agente, padre de 4 hijos, fue atropellado mientras trabajaba en un control de tránsito rutinario la madrugada del sábado en avenida Carrasco y Castagnino. Y falleció el lunes en Heca.
Di Fazio fue velado en una cochería de barrio Belgrano y ayer a la mañana sepultado en el cementerio El Prado con el acompañamiento de numerosos uniformados. A ese escenario, como salidos de una comedia de enredos, llegaron «Oso» Ifrán y «Smuky» A. mientras policías de la Guardia de Infantería los corrían dando la voz de alto. En cuestión de segundos, la dupla fue reducida. Les secuestraron el botín del robo a la farmacia y una pistola 380.
La investigación del hecho está en manos del fiscal Socca, quien comisionó a la Policía de Investigaciones (PDI) para que trabaje en el lugar y ordenó que a los detenidos se les practicara dermotest y se peritaran las armas de los policías que intervinieron en la persecución. También solicitó las grabaciones de videovigilancia de las 17 cuadras por las que se desplegó el operativo. (La Capital)