Cómo será el plan de A. Fernández para combatir la pobreza
El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández promete ponerse al frente de la lucha contra el hambre: ¿cómo lo hará?
El candidato del Frente de Todos lanzó «Argentina sin Hambre» y destacó la necesidad de «reperfilar los precios de la canasta básica». Sin embargo, una de las cuestiones fundamentales del acuerdo es saber cómo se financiará este programa que busca garantizar alimentos básicos a aquellas personas que estén debajo de la línea de la pobreza.
Según el documento difundido este lunes, se conformará un sistema federal de financiamiento, que implica un «fondo federal de alimentación y nutrición sobre la base de un porcentaje del presupuesto nacional».
Si bien no se especifican ni la modalidad ni los montos de este fondo, ese fondo contempla el «compre estatal a los productores de la economía social y popular, de la agricultura familiar y campesina y a micro y pequeñas empresas» y la transferencias de recursos Nación, Provincias y Municipios.
Este último punto puede convertirse en controversial, ya que podría ir a contramano del fallo de la Corte Suprema contra los cambios en el IVA y Ganancias que dispuso el Gobierno nacional después de la aplastante derrota que sufrió en las PASO, donde el máximo tribunal argumentó que no se pueden «afectar los fondos de coparticipación que reciben las Provincias».
Luego de que el INDEC difundió el dato de pobreza la semana pasada, en el Frente de Todos aceleraron las tratativas para presentar esta iniciativa. Allí se califica a la alimentación y a la nutrición como «derechos humanos fundamentales».
El plan consta de siete ejes clave:
- Mejor alimentación y nutrición.
- Bajar el precio de los alimentos.
- Generar más ingresos para las familias.
- Romper el círculo de hambre-exclusión-pobreza.
- Crear empleos.
- Articular en red alimentación con salud, educación, desarrollo local y generación de trabajo. -Implementar un sistema de alimentación sustentable desde la producción hasta el consumo.
Para su implementación, se prevén tres etapas, con acciones urgentes, locales y estructurales. En la presentación, sin embargo, no se especificó cuáles son las acciones concretas mediante las cuales se pretende cumplir con esos objetivos generales.
Asimismo, el plan tiene cinco componentes. El primero es la creación de un consejo federal llamado Argentina sin hambre. Estaría integrado por universidades, sindicatos, empresas, iglesias y organizaciones sociales. Está concebido como un espacio institucional de articulación para garantizar la seguridad alimentaria.
El segundo componente es garantizar el acceso a la canasta básica de alimentos, lo que implica, regular por ley el programa Precios Cuidados, «fortalecer y ampliar la Tarjeta de Alimentación» y reducir los precios de los productos saludables.
El tercero son los canales de comercialización y economía social, que apunta a promover los mercados locales de cercanía y ferias populares. También se promueve el «compre argentino». El cuarto componente es el programa nacional de seguridad alimentaria. Allí se realizarían, por ejemplo, programas de educación y nutrición saludable.
Para su implementación, se prevén tres etapas, con acciones urgentes, locales y estructurales. En la presentación, sin embargo, no se especificó cuáles son las acciones concretas mediante las cuales se pretende cumplir con esos objetivos generales.
Asimismo, el plan tiene cinco componentes. El primero es la creación de un consejo federal llamado Argentina sin hambre. Estaría integrado por universidades, sindicatos, empresas, iglesias y organizaciones sociales. Está concebido como un espacio institucional de articulación para garantizar la seguridad alimentaria.
El segundo componente es garantizar el acceso a la canasta básica de alimentos, lo que implica, regular por ley el programa Precios Cuidados, «fortalecer y ampliar la Tarjeta de Alimentación» y reducir los precios de los productos saludables.
El tercero son los canales de comercialización y economía social, que apunta a promover los mercados locales de cercanía y ferias populares. También se promueve el «compre argentino». El cuarto componente es el programa nacional de seguridad alimentaria. Allí se realizarían, por ejemplo, programas de educación y nutrición saludable.
El último componente es el sistema federal de financiamiento. Implica un «fondo federal de alimentación y nutrición sobre la base de un porcentaje del presupuesto nacional». Igualmente, no se especifican ni la modalidad ni los montos de este fondo.
«Esta propuesta no es de campaña, es una propuesta de la Argentina que podemos empezar a materializar hoy. Está claro que si llego a ser electo me voy a poner al frente de la campaña contra el hambre, pero si no fuera así, quiero que todos quedemos comprometidos a avanzar con esto», señaló Alberto Fernández al encabezar un acto frente a sindicalistas, empresarios, intelectuales y referentes de movimientos sociales.
En ese contexto, el candidato del Frente de Todos señaló que «los pobres son los más débiles, los más olvidados».
En este sentido, resaltó que los sectores más vulnerables del país son parte de «un mundo que necesita cada vez más alimentarse bien para desarrollar el conocimiento».
«Arremanguémonos, una vez demos la batalla, olvidemos las diferencias y pensemos cuánto nos necesitan los que la están padeciendo, vamos a ser una gran sociedad si lo hacemos», resaltó el candidato presidencial al presentar «Argentina sin hambre».
Además, Fernández destacó que para «terminar con el flagelo» de la falta de comida hace falta el apoyo «de todos», al tiempo que destacó que «los que más se esfuerzan por los pobres son los que menos tienen».
Por otra parte, el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo cuestionó «el precio de los alimentos» y consideró que «no es posible que en el país del trigo y de las vacas, el pan y la leche no deje de subir y falten en la mesa de los argentinos»
«Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica. Eso es lo primero que había que reperfilar», agregó.
Por último, Fernández calificó de «patético» el presupuesto que el Gobierno destina a los comedores escolares y sostuvo que «la batalla más sensata que podemos hacer que es que todos los argentinos dejen de padecer hambre».
«Cuando un chico no recibe la alimentación adecuada durante sus primeros años de vida está condenado a un futuro incierto, es chico es un chico sin futuro», explicó.
Por su parte, el diputado Daniel Arroyo defendió el plan de «Argentina sin Hambre», que impulsa Alberto Fernández, al señalar que «para reconstruir el sistema de desarrollo del país, todos tienen que poder comer».
El dirigente opositor, uno de los principales creadores de esta medida, participaba este lunes del acto en la Facultad de Agronomía, donde se presentaba el proyecto.
«En la Argentina hay algo más grave que la crisis, hay un problema de hambre, eso es comer salteado, es un pan y un mate cocido. Hay un problema de malnutrición: fideos y arroz todos los días», señaló Arroyo.
Ante la multitud presente en el lugar, el diputado resaltó que por esta razón el Frente de Todos decidió avanzar con «la presentación de una política de Estado».
«Queremos partir de una base: para reconstruir el sistema de desarrollo del país, todos tienen que poder comer. Para que haya una sociedad justa y equilibrada, todos tienen que poder comer», agregó.
El respaldo de la COPAL
El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Daniel Funes de Rioja, destacó que Alberto Fernández haya comenzado a buscar ya «políticas de Estado», aun cuando todavía es candidato y faltan las elecciones generales.
Funes de Rioja se mostró de acuerdo con que las empresas donen el 1% de su producción para combatir el hambre en el país si se desarrolla un plan de expansión del consumo interno y de las exportaciones industriales.
«La Argentina necesita consensos básicos para políticas de Estado. Acá hay cuestiones estructurales que hay que discutir para implementar. Tienen que ser consensos de la política más allá de quien gane las elecciones. Me parece importante que candidatos como Alberto Fernández la estén llevando adelante», dijo.
El empresario se refirió a la propuesta del Frente de Todos que está llevando adelante el diputado nacional y eventual ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para la puesta en marcha de un plan contra el hambre.
La comisión directiva de la Copal se reunirá con Arroyo el jueves y según dijo Funes de Rioja, los empresarios están abiertos a dialogar si se pone en el centro del debate al consumo interno y al fomento de exportaciones.
«Esta es una industria fuertemente exportadora. Se llegaron a exportar alimentos industrializados por más de 30.000 millones de dólares y hoy se exportan por 25.000 millones, afectando fundamentalmente economías regionales. No estoy hablando de commodities sino de alimentos», dijo.
Consideró el industrial que «hay espacios de trabajo en común» para buscar promover e incentivar el consumo y darle previsibilidad y rentabilidad a las empresas, impulsando al mercado interno para que se potencie la capacidad instalada para poder exportar más.
«Hay un tremendo grado de informalidad en la economía argentina. Eso también preocupa porque es competencia desleal. Todo esto lo vamos a poner sobre la mesa en pos del diálogo que sea necesario», dijo Funes de Rioja a la radio Futurock. (IProfesional)