Fin a la «no emisión de pesos»: Volverá a crecer la base monetaria
Guido Sandleris dice que obedece a la mayor inflación y la caída en la oferta del dinero. Además aseguran tasa mínima en 78% para Leliq.
Después de defender a capa y espada el crecimiento «cero» de la base monetaria, o sea la cantidad de dinero que se inyecta a la economía, el Banco Central le dio el acta de defunción.
El Comité de Política Monetaria (COPOM) del BCRA decidió adecuar los parámetros de su esquema monetario: aumentar las metas a un crecimiento de la base monetaria del 2,5% mensual en septiembre y octubre.
En el caso de septiembre, la variación se considera respecto de la meta bimestral de julio-agosto, quedando la meta de base monetaria para el corriente mes en 1.377 mil millones de pesos. Estas metas serán ajustadas de acuerdo a las operaciones cambiarias netas que realice el BCRA desde la fecha de publicación de este comunicado.
«La aceleración de la inflación producida por la depreciación del peso implica una reducción en la oferta real de dinero, mientras que el nuevo régimen cambiario permite proyectar una demanda real de dinero sostenida. A fin de evitar una contracción monetaria excesiva, en un contexto que ya presentaba una liquidez ajustada, se requiere actualizar las metas de base monetaria originalmente establecidas», se disculpa la entidad en un comunicado difundido este miércoles.
Según el Central, las metas de base monetaria anunciadas se establecen en un contexto en el que las proyecciones de demanda de dinero pueden perder precisión.
En consecuencia, dice, y para garantizar el carácter contractivo de la política monetaria, el COPOM aumentará el límite inferior para la tasa de interés de las Letras de Liquidez (LELIQ) del 58% actual a 78% en septiembre, durante el pico inflacionario.
Para octubre, este límite se establece en 68%, de manera consistente con las proyecciones del mercado respecto a una desaceleración en la tasa de inflación.
«El COPOM considera que estas medidas permitirán sostener una tasa de interés real positiva y retomar el proceso de desinflación a partir de octubre», argumenta.
Las resoluciones fueron adoptadas con la aprobación unánime de las personas que conforman el COPOM. El mismo está integrado por el presidente, Guido Sandleris, el vicepresidente, Gustavo Cañonero, la vicepresidenta segunda, Verónica Rappoport, Enrique Szewach, director designado por el directorio del Central, y Mauro Alessandro, subgerente general de investigaciones económicas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene metas estipuladas con el Central sobre la creación de dinero que ahora la entidad acaba de modficar, dijo lo suyo:
«Esperamos que las reuniones con las autoridades argentinas en las próximas semanas sean una oportunidad para dialogar (sobre estos y otros temas). El personal del FMI sigue comprometido con Argentina y continúa trabajando con las autoridades para abordar la difícil situación que enfrenta», señaló un vocero del organismo.
¿Un efecto búmeran?
Lo cierto es que la medida responde a poner más pesos en la calle en un proceso de inflación galopante tras la suba del dólar post PASO. El esquema de escasear pesos, que venía dando ciertos resultados en los últimos meses, termina de chocar con la necesidad de volcar plata a una economía ahogada.
La incógnita es qué pasará con esos pesos que volcará de más. ¿Irán al dólar? Por eso el Central mantendrá las tasas altas. Pero en la Argentina, y con el grado de incertidumbre actual, podría actuar como un búmeran para Sandleris.
«La política monetaria cambió tanto en estos meses que ya difícilmente pueda ser llamada política», disparó el economista Iván Carrino. (IProfesional)