La Geopolítica llega a las aulas

Con una importante concurrencia estudiantil, se realizó el pasado miércoles en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario una actividad dedicada a repasar la actualidad geopolítica global y la inserción de nuestro país y sus prioridades.

Organizada por el Grupo de Estudios sobre Malvinas de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la U.N.R., se realizó el día miércoles 4 la jornada “Las prioridades geopolíticas argentinas en un mundo en conflicto”. La misma contó con dos especialistas en la materia: el Gral. (RE) Fabian Brown y el Contralte. (RE) Manuel Tomé.

La jornada contó con la presentación del Lic. Fabián Vidoletti, ex director de Operaciones de Mantenimiento de Paz del Ministerio de Defensa, quien celebró que una temática como la geopolítica pudiera discutirse en el interior del país.

Comenzó el Gral Brown, actualmente docente de la Universidad Nacional de Lanús, con un relato de los grandes cambios sociohistóricos mundiales y su impacto geopolítico, destacando cómo en la actualidad el eje del comercio global pasó del Atlántico al Pacífico y, consecuentemente, esto ha repercutido en la conducta internacional de las naciones: Estados Unidos – señaló citando a Robert Kaplan – ha ido trasladando paulatinamente sus tropas desde Europa y Oriente Medio hacia el Pacífico, donde suman ya un 40% de sus hombres en el extranjero.

Ha cobrado gran relevancia China a través de la Organización de Cooperación de Shanghai, de la cual participan Rusia y otros países de su órbita de influencia y se destaca la presencia de India e Irán en calidad de miembros observadores. Sus fuertes inversiones en África y la disputa por los recursos, han hecho que este país pasara de ser un aliado a un contendiente de los norteamericanos, en la mirada de Donald Trump.
Ante una consulta sobre el futuro de la soberanía sobre Malvinas, Brown indicó que “no podemos colaborar con el adversario en la explotación de recursos, para ayudarle a que se lleve lo que es nuestro” – en clara alusión a la actual política de acercamiento al Reino Unido que desembocara en el protocolo Foradori-Duncan (2016).

Cabe mencionar que mediante el protocolo aludido, nuestro país se comprometió a remover todos los obstáculos al desarrollo económico de las Malvinas, incluyendo la explotación de la pesca y de los hidrocarburos, lo que ha motivado un fuerte rechazo de la provincia de Tierra del Fuego, a cuya jurisdicción pertenecen las Islas.

Argentina, de espaldas al mar

Tomé, por su parte, destacó la necesidad de abordar en un proyecto nacional los diversos espacios: el terreste, el aéreo, el marítimo y el ultraterrestre. Subrayó como tres ejes para el control del Atlántico Sur el dominio de los pasajes bioceánicos, la Cuenca del Plata y las islas Malvinas. Los tres, han sido perdidos por nuestro país.
Una errónea política ha llevado a que las empresas que operan en nuestro mar utilicen el puerto de Montevideo como plataforma logística, aseguró Tomé.

Para salir del modelo que concentra la población en el heartland (zona central de la Argentina) hay que salir del modelo agroexportador y buscar la integración territorial de la isla de Tierra del Fuego.
El mar, es un espacio que ha estado históricamente infravalorado en las políticas de nuestro país.

Seguridad + Desarrollo

Sobre los desafíos para el control soberano de nuestro litoral marítimo, el marino apuntó a la explotación de los recursos ictícolas, energéticos y minerales. Sobre dicha base se podría sumar, a su criterio, lo equivalente a un PBI adicional. Para ello, el mar debe ser visto como algo más que la vía por la cual sale el comercio agroalimentario argentino.

Históricamente el Reino Unido ha deseado abaratar lso costos logísticos del mantenimiento de las Malvinas. A través de su presencia en las islas, se han dedicado a la explotación petrolera, ictícola pero también a la investigación sobre la biodiversidad marina.

Tomé, ex jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto indicó que hay unas 6.000 boyas que se utilizan para la investigación marina en el mundo y que el 90% de las que se encuentran en el Atlántico Sur corresponden a los británicos.

Orientar nuestra política de ciencia y tecnología con nuestros intereses en el mar resulta, entonces, igualmente importante. Como ejemplo, se resaltó la ventaja que Brasil había sacado por su temprana explotación petrolera offshore. Es menester recordar que un porcentaje de los ingresos de Petrobras, la compañía petrolera brasilera, va al presupuesto de la Armada de dicho país, el cual ha difundido videos de ejercicios de recuperación de rehenes en plataformas petoleras de alta mar.

Geopolítica, necesidad impostergable de su estudio

Como conclusión, resta felicitar la iniciativa del Grupo de Estudios sobre Malvinas por realizar esta actividad en la universidad pública. Es importante que los futuros profesionales cuenten con conocimientos sobre los desafíos territoriales de nuestro país y que se dejen de lado prejuicios de una parte importante del claustro académico, que observa con recelo la Geopolítica como una disciplina militarista.

El país necesita más civiles consustanciados con los estudios de la Geopolítica y de la Defensa Nacional en general y, en el caso de las carreras de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de nuestra universidad pública, se requiere la inclusión de estas disciplinas en los programas de estudio.

Un país de las dimensiones de la Argentina, en estado de indefensión, debe prontamente abocarse a reconstruir su industria de producción para la defensa, por su efecto multiplicador para la economía nacional y, en consonancia con ello, fomentar la reflexión geopolítica en los círculos académicos civiles ya que, como indicaba el General Juan Enrique Guglialmelli en su artículo “Economía, Poder Militar y Seguridad Nacional”: “En las superpotencias y naciones altamente industrializadas, la ciencia militar es parte de la revolución científica y tecnológica”. (Revista Estrategia, Marzo-Abril 1978).