Asumió Lacunza: «La inflación se da por herencia, errores propios y algo de mala suerte»
El nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, aseguró que su principal prioridad en el cargo es «estabilizar» el tipo de cambio para lograr brindar «bienestar a la gente de a pie». Sin embargo, admitió que los resultados de crecimiento e inflación «fueron inferiores a los esperados» por una «combinación de herencia, errores propios y mala suerte». Además, aseguró que no han incumplido las metas fiscales acordadas con el FMI y que incluso prevé «sobrecumplir» por 5 mil millones de pesos la pauta establecida.
«Es cierto que los resultados económicos en términos de bienestar, medidos por crecimiento e inflación, han sido inferiores a los esperados. Seguramente ha sido una combinación de herencia, errores propios y algo de mala suerte», planteó Lacunza durante una conferencia de prensa luego de asumir formalmente como ministro.
A pesar de eso, aseguró que «el legado para el próximo mandato» será «una plataforma más robusta para apalancarse y poder aspirar a ese crecimiento sostenido que tanto costó en este primer mandato, pero que no es excluyente de esta gestión», ya que «hace ocho años que no crecemos de manera sostenida».
«Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer por las familias de menores ingresos e ingresos medios, por la inflación asociada a los altos cambios. Tenemos razones suficientes para pensar que tras la corrida de la semana pasada el tipo de cambio está largamente por encima de su valor de equilibrio», enfatizó Lacunza.
En referencia a las declaraciones de Alberto Fernández, quien dijo que el dólar a $60 era «razonable» por haber tenido un tipo de cambio «ficticio» antes de las elecciones, Lacunza sostuvo que «no hace falta un tipo de cambio más alto». «Cualquier presión alcista no va a obedecer a fundamentos reales, sino meramente especulativos, innecesarios y nocivos para el buen funcionamiento de la economía y los ciudadanos de a pie», remarcó.
También indicó que el Banco Central «propondrá a su exclusivo criterio todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone el rango de precios en el que se movió la semana pasada, limitando una posible volatilidad que genere incertidumbre sobre los ahorristas e inversores», lo cual «no será posible si no hay una política fiscal consistente con el programa monetario».
El nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, aseguró que su principal prioridad en el cargo es «estabilizar» el tipo de cambio para lograr brindar «bienestar a la gente de a pie». Sin embargo, admitió que los resultados de crecimiento e inflación «fueron inferiores a los esperados» por una «combinación de herencia, errores propios y mala suerte». Además, aseguró que no han incumplido las metas fiscales acordadas con el FMI y que incluso prevé «sobrecumplir» por 5 mil millones de pesos la pauta establecida.
«Es cierto que los resultados económicos en términos de bienestar, medidos por crecimiento e inflación, han sido inferiores a los esperados. Seguramente ha sido una combinación de herencia, errores propios y algo de mala suerte», planteó Lacunza durante una conferencia de prensa luego de asumir formalmente como ministro.
A pesar de eso, aseguró que «el legado para el próximo mandato» será «una plataforma más robusta para apalancarse y poder aspirar a ese crecimiento sostenido que tanto costó en este primer mandato, pero que no es excluyente de esta gestión», ya que «hace ocho años que no crecemos de manera sostenida».
«Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer por las familias de menores ingresos e ingresos medios, por la inflación asociada a los altos cambios. Tenemos razones suficientes para pensar que tras la corrida de la semana pasada el tipo de cambio está largamente por encima de su valor de equilibrio», enfatizó Lacunza.
En referencia a las declaraciones de Alberto Fernández, quien dijo que el dólar a $60 era «razonable» por haber tenido un tipo de cambio «ficticio» antes de las elecciones, Lacunza sostuvo que «no hace falta un tipo de cambio más alto». «Cualquier presión alcista no va a obedecer a fundamentos reales, sino meramente especulativos, innecesarios y nocivos para el buen funcionamiento de la economía y los ciudadanos de a pie», remarcó.
También indicó que el Banco Central «propondrá a su exclusivo criterio todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone el rango de precios en el que se movió la semana pasada, limitando una posible volatilidad que genere incertidumbre sobre los ahorristas e inversores», lo cual «no será posible si no hay una política fiscal consistente con el programa monetario».
Respecto a los cuestionamientos por incumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que recibió el Gobierno frente al paquete de medidas económicas anunciadas la semana pasada, manifestó: «Nuestra contribución a la estabilidad nominal es que garantizaremos el cumplimiento de las pautas fiscales establecidas con el FMI. Ayer me contacté con las autoridades, quedamos en que en los próximos días estarán haciendo la visita convencional de revisión de las metas del Fondo».
En este sentido, mostró los números del impacto fiscal de las medidas. Según los datos expuestos, la mayor recaudación proyectada es de 54.841 millones de pesos, mientras que el costo fiscal de las medidas es de $59.986 millones. La diferencia es de -$5.146 millones, por lo que aseguró que «las medidas de la semana pasada no ponen en riesgo el cumplimiento de las metas fiscales para este año porque están financiadas con la mayor recaudación que tendremos en los meses que quedan del año».
«Es cierto que los resultados económicos en términos de bienestar, medidos por crecimiento e inflación, han sido inferiores a los esperados. Seguramente ha sido una combinación de herencia, errores propios y algo de mala suerte», planteó Lacunza durante una conferencia de prensa luego de asumir formalmente como ministro.
A pesar de eso, aseguró que «el legado para el próximo mandato» será «una plataforma más robusta para apalancarse y poder aspirar a ese crecimiento sostenido que tanto costó en este primer mandato, pero que no es excluyente de esta gestión», ya que «hace ocho años que no crecemos de manera sostenida».
«Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer por las familias de menores ingresos e ingresos medios, por la inflación asociada a los altos cambios. Tenemos razones suficientes para pensar que tras la corrida de la semana pasada el tipo de cambio está largamente por encima de su valor de equilibrio», enfatizó Lacunza.
En referencia a las declaraciones de Alberto Fernández, quien dijo que el dólar a $60 era «razonable» por haber tenido un tipo de cambio «ficticio» antes de las elecciones, Lacunza sostuvo que «no hace falta un tipo de cambio más alto». «Cualquier presión alcista no va a obedecer a fundamentos reales, sino meramente especulativos, innecesarios y nocivos para el buen funcionamiento de la economía y los ciudadanos de a pie», remarcó.
También indicó que el Banco Central «propondrá a su exclusivo criterio todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone el rango de precios en el que se movió la semana pasada, limitando una posible volatilidad que genere incertidumbre sobre los ahorristas e inversores», lo cual «no será posible si no hay una política fiscal consistente con el programa monetario».
Respecto a los cuestionamientos por incumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que recibió el Gobierno frente al paquete de medidas económicas anunciadas la semana pasada, manifestó: «Nuestra contribución a la estabilidad nominal es que garantizaremos el cumplimiento de las pautas fiscales establecidas con el FMI. Ayer me contacté con las autoridades, quedamos en que en los próximos días estarán haciendo la visita convencional de revisión de las metas del Fondo».
En este sentido, mostró los números del impacto fiscal de las medidas. Según los datos expuestos, la mayor recaudación proyectada es de 54.841 millones de pesos, mientras que el costo fiscal de las medidas es de $59.986 millones. La diferencia es de -$5.146 millones, por lo que aseguró que «las medidas de la semana pasada no ponen en riesgo el cumplimiento de las metas fiscales para este año porque están financiadas con la mayor recaudación que tendremos en los meses que quedan del año».
Además, mostró que en julio el superávit de 4.293 millones de pesos. «Lo notable es que los ingresos totales vienen creciendo a casi 11 puntos porcentuales superiores a los gastos».
El nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, aseguró que su principal prioridad en el cargo es «estabilizar» el tipo de cambio para lograr brindar «bienestar a la gente de a pie». Sin embargo, admitió que los resultados de crecimiento e inflación «fueron inferiores a los esperados» por una «combinación de herencia, errores propios y mala suerte». Además, aseguró que no han incumplido las metas fiscales acordadas con el FMI y que incluso prevé «sobrecumplir» por 5 mil millones de pesos la pauta establecida.
«Es cierto que los resultados económicos en términos de bienestar, medidos por crecimiento e inflación, han sido inferiores a los esperados. Seguramente ha sido una combinación de herencia, errores propios y algo de mala suerte», planteó Lacunza durante una conferencia de prensa luego de asumir formalmente como ministro.
A pesar de eso, aseguró que «el legado para el próximo mandato» será «una plataforma más robusta para apalancarse y poder aspirar a ese crecimiento sostenido que tanto costó en este primer mandato, pero que no es excluyente de esta gestión», ya que «hace ocho años que no crecemos de manera sostenida».
«Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer por las familias de menores ingresos e ingresos medios, por la inflación asociada a los altos cambios. Tenemos razones suficientes para pensar que tras la corrida de la semana pasada el tipo de cambio está largamente por encima de su valor de equilibrio», enfatizó Lacunza.
En referencia a las declaraciones de Alberto Fernández, quien dijo que el dólar a $60 era «razonable» por haber tenido un tipo de cambio «ficticio» antes de las elecciones, Lacunza sostuvo que «no hace falta un tipo de cambio más alto». «Cualquier presión alcista no va a obedecer a fundamentos reales, sino meramente especulativos, innecesarios y nocivos para el buen funcionamiento de la economía y los ciudadanos de a pie», remarcó.
También indicó que el Banco Central «propondrá a su exclusivo criterio todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone el rango de precios en el que se movió la semana pasada, limitando una posible volatilidad que genere incertidumbre sobre los ahorristas e inversores», lo cual «no será posible si no hay una política fiscal consistente con el programa monetario».
Respecto a los cuestionamientos por incumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que recibió el Gobierno frente al paquete de medidas económicas anunciadas la semana pasada, manifestó: «Nuestra contribución a la estabilidad nominal es que garantizaremos el cumplimiento de las pautas fiscales establecidas con el FMI. Ayer me contacté con las autoridades, quedamos en que en los próximos días estarán haciendo la visita convencional de revisión de las metas del Fondo».
En este sentido, mostró los números del impacto fiscal de las medidas. Según los datos expuestos, la mayor recaudación proyectada es de 54.841 millones de pesos, mientras que el costo fiscal de las medidas es de $59.986 millones. La diferencia es de -$5.146 millones, por lo que aseguró que «las medidas de la semana pasada no ponen en riesgo el cumplimiento de las metas fiscales para este año porque están financiadas con la mayor recaudación que tendremos en los meses que quedan del año».
Además, mostró que en julio el superávit de 4.293 millones de pesos. «Lo notable es que los ingresos totales vienen creciendo a casi 11 puntos porcentuales superiores a los gastos».
«Cuando se toma el acumulado de los primeros siete meses del año la diferencia es de 14 puntos porcentuales. El resultado primario también viene cumpliendo por encima de lo que debería ocurrir», en 34.514 millones de pesos (0,2% del PBI). «En la proyección del tercer trimestre se prevé un sobrecumplimiento» de 20.942 millones de pesos y con «ingresos creciendo a un ritmo del 51% y gastos a un ritmo de 38,6%», expuso.
Además, indicó que «en la proyección anual se prevé sobrecumplir» por $5.197 millones «aquella pauta del acuerdo celebrado con el Fondo Monetario, consistente con la tendencia acumulada en los primeros siete meses y la proyección de los primeros nueve meses de ingresos creciendo al 50,8% y gastos primarios en 36,9%».
En las proyecciones fiscales hasta julio inclusive, indicó que «hay superávit» y aseguró que puede «anticipar que también va a haber superávit en agosto».
Por otro lado, aseguró que Macri le pidió que convoque a los referentes económicos de todos los espacios políticos que siguen en carrera presidencial, para ponerse «de acuerdo en algunas condiciones básicas para preservar esa estabilidad como condición de primer orden».(Baenegocios)