Un largo y espinoso camino a octubre
El Presidente Mauricio Macri, más allá de sus convicciones sobre política económica, cometió múltiples errores políticos que catapultaron su derrota. Y luego de ella, cometió uno final que empobreció a su país en segundos, un 25% más.
El Presidente creyó y apostó a suplantar al electorado por los mercados. Con ellos pretendió llevarse bien. Es más: gobernó para ellos. Y, como se sabe, el dinero no tiene códigos ni respeta lealtades. Sí enojos cuando sus bolsillos adelgazan. Fue el propio Macri quien, encuesta en mano, el sábado previo a las PASO reforzó las conversaciones del viernes encargándose de transmitir optimismo a ejecutivos influyentes. Ellos emitieron órdenes de compra. El resultado electoral adverso provocó el enojo manifiesto del día lunes. Mientras tanto, el dolor abnegado y silencioso de las grandes mayorías y de la clase media defraudada esperaba con ansiedad ser escuchada el pasado domingo. Primer error: gobernar para los mercados y un diagnóstico equivocado de la realidad. Tanto el Presidente como los mercados creyeron en las encuestas. He mencionado desde esta misma columna mi respeto por la ciencia estadística, no por el método aplicado.
¡Resulta increíble que con los antecedentes de las consultoras, hombres de la política y de los negocios decidan su futuro a través de ellas! El Presidente no tuvo vasos comunicantes con la realidad. En su equipo nadie le planteó lo que es para una persona dejar de alquilar y pasar a vivir en una villa. Nadie le planteó al Presidente lo que significa no tener un peso en el bolsillo porque se perdió el empleo, se consumió la indemnización y hay hambre. Nadie le habló de la indignación que sienten un hombre y una mujer de bien al ir a buscar alimentos o medicamentos para sus hijos y no poder comprarlos. Tremendo error del Presidente al no valerse de la realidad. Es verdad que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, puso planes en el territorio como nadie. Pero también es cierto que eso tiene un límite, insisto, el de la dignidad de las personas. La Argentina, a pesar de generaciones de desempleados y planeros, estos todavía conservan en su ADN la idea del trabajo, de la superación, del ascenso social. El error que aparejaron los banquinazos terminó con un Presidente echando mano a políticas en las que no cree. Distantes del FMI y de los mercados, y con la entendible renuncia de su ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, reemplazado por Hernán Lacunza. El último error del Presidente fue mostrar su desnudez. La desnudez de un Presidente carente de un traje mínimo de política. Sin una dosis de templanza. Temperantia, así define el latín a una persona que reacciona de manera equilibrada ante la realidad. Mauricio Macri no lo hizo. Reaccionó ante el resultado adverso igual que los mercados: desbocándose. Sin medir que su destemplanza ocasionó el empobrecimiento de los argentinos en un 25% más.
Alberto Fernández estuvo cerca del contagio. Por suerte ambos actores principales recapacitaron e inauguraron un nuevo camino. Espinoso. Largo. Barrancoso. Pero posible: el del diálogo. Esto ayudó a que el daño no se profundizara. Ahora hay que sostenerlo. 112 días nos separan del final con una parada previa dentro de 68 días, el 27 de octubre. Como decía el gran escritor Jorge Riestra: «Un escritor debe llegar erguido al punto». En este caso es la política la que lo tiene que hacer. Queda claro que la sociedad a través del voto siempre impone límites a los gobiernos.
Consultado sobre el paquete de medidas tributarias aplicadas, el especialista César Litvin, me dijo: «Es un alivio fiscal que se verá reflejado en los bolsillos. Los asalariados que pagan ganancias en setiembre y octubre tendrán un monto proporcional de devolución por el recálculo. Con el nuevo mínimo no imponible los trabajadores que tributan Ganancias, algunos pagarán menos y otros ya no pagarán. Con los jubilados pasará exactamente lo mismo. En cuanto a los monotributistas, se reduce el pago de la cuota levemente en todas las escalas. Sobre la eliminación del IVA en algunos productos, dependerá de los comercios-su aplicación- y la rebaja real será del 15%» . Y agregó: «En los países donde se privilegia a los más necesitados, se cobra el IVA a todos y se le devuelve a los que menos tienen». En este aspecto, otros economistas coinciden con el Dr. Litvin en que no les gusta la reducción del IVA generalizada, dado que la baja en el IVA Compras tiene un efecto que diluye el beneficio. Algunos inclusive creen que hubiera sido mejor aumentar las retenciones, que no generan más déficit sino más recursos.
El Dr. Litvin siguió analizando los efectos en este caso sobre las empresas. «El alivio fiscal a través de este nuevo plan a 10 años cuya situación es contemplada hasta el pasado 15 de agosto es una buena medida. Pero para que sea aún más beneficiosa, el Congreso Nacional debiera sancionar una ley de moratoria que condone las sanciones. El Poder Ejecutivo no lo puede hacer». Y aprovechó la ocasión para solicitarle a las provincias que «en los productos de la canasta básica en los que se ha eliminado el IVA, contribuyan anulando el impuesto a los ingresos brutos». Remató diciendo: «Es un momento de compromiso de todos».
Ante el congelamiento del precio de combustibles, Vaca Muerta estuvo esta semana en el tapete. Los entendidos dicen que no se debió congelar. Sí buscar amortiguar los aumentos consensuando con los actores. Dado que el congelamiento produce la incertidumbre del día después. Al respecto existen reservorios convencionales cuya capacidad es limitada. Sus reservas se agotan en pocos años de producción. Y existen los de shale gas, no convencionales como el de Vaca Muerta, cuya capacidad es prácticamente ilimitada, se habla de 200 años. A diferencia de los convencionales, para ser económicamente rentable Vaca Muerta requiere producir mucho y, por lo tanto, exportar a gran escala. Sintéticamente es lo que necesita Argentina.
Para ello los entendidos señalan que hay que dar señales claras de continuidad del suministro de gas especialmente a nuestros principales clientes iniciales, el mercado chileno. Chile es esencial no solo como consumidor de un 20% de la actual producción argentina sino para que mediante una planta de liquefacción en la costa chilena, salir en forma directa con nuestras exportaciones al principal consumidor mundial de gas natural: el mercado asiático. En definitiva, si a Vaca Muerta no se la prepara para la exportación a gran escala no ayudará a resolver la crónica falta de dólares de la economía argentina.
Mientras tanto el candidato Alberto Fernández seguirá en su campaña apuntalando provincias como Mendoza y Córdoba, así como también municipios de la provincia de Buenos Aires. Esta será su primera recorrida incrementando en su decires las bondades del federalismo. Un gobernador muy allegado expresó: «Tendrá en nosotros veinticuatro hombres y mujeres trabajando codo a codo para hacer real la Argentina Federal». Fernández se respaldará en los gobernadores e intendentes y en los senadores nacionales para lograr su propia construcción política.