La Iglesia advierte acerca de cada vez más gente pidiendo ayuda alimentaria
El vicario general del Arzobispado, Emilio Cardarelli, señaló que el pedido de alimentos en los barrios más carenciados de Rosario ascendió entre un 25 y 30 por ciento. Llamó al diálogo de la clase política para buscar una solución.
El vicario general del Arzobispado de Rosario, Emilio Cardarelli, aseguró que hubo un “incremento bastante notable” en el pedido de alimentos por parte de los sectores más humildes de la ciudad, que oscila entre el 25 y 30 por ciento.
Para ello, solicitó políticas de Estado que puedan revertir esta situación, al tiempo que llamó al diálogo a la clase política para tratar de llegar a un acuerdo. “Hay mucha solidaridad, pero sólo son medidas paliativas que no solucionan la cuestión de fondo”, le indicó a La Capital.
La ola de frío que comenzó a registrarse en los últimos días puso de manifiesto la situación crítica que atraviesa un amplio sector de la población, ya sea a la hora de tener un plato de comida en la mesa o poder refugiarse de las bajas temperaturas.
Es por eso que la intendenta Mónica Fein se reunió ayer con las organizaciones sociales y civiles para coordinar los operativos a fin de evitar que siga muriendo gente en situación de calle, como el caso ocurrido con un indigente en una plaza lindera a la Terminal de Omnibus.
“Hay un incremento bastante notable de solicitud de alimentos, que ronda entre el 25 y 30 por ciento, de acuerdo al voluntariado que realizan nuestras comunidades cristianas”, precisó Cardarelli a La Capital, para precisar que ese porcentaje “se observa, en general, en los barrios más humildes, donde se ve con mayor medida de la ayuda de nuestras Cáritas parroquiales”.
No obstante, el integrante de la Pastoral Social local destacó que la ola de frío y la necesidad de alimentos activó “una gran muestra de solidaridad en las calles, con gente que colabora y se suma a la ayuda de alimentos secos de personas como del Estado”.
Sin embargo, el vicario hizo un llamado de atención a la clase política para desarrollar políticas de Estado que puedan revertir la situación económica y social. “Necesitamos que nuestros dirigentes políticos se puedan sentar en una mesa a dialogar para trabajar en esta situación, ya que la solidaridad no solucionará el problema de fondo”, apuntó.