Recreo: Encontraron muerto y con treinta puñaladas a menor de 12 años
Estaba en un sitio cercano a un cañaveral, en un campo privado. Más de cien vecinos habían organizado un operativo para encontrarlo.
El cuerpo sin vida de un nene de 12 años que era intensamente buscado en la localidad de Recreo fue hallado sin vida y con 30 puñaladas en su cuerpo, en un descampado en inmediaciones del barrio Mocoví de esa ciudad del departamento La Capital ubicada a 187 kilómetros al norte de Rosario.
Diego Román, de 12 años, era buscado desde el miércoles, cuando no regresó de la escuela y su padre hizo la denuncia en la Comisaría 16 de Recreo. Diego fue hallado anteanoche en un sitio de difícil acceso, cercano a un cañaveral, en el barrio Mocoví, a 17 kilómetros de la capital provincial. El cuerpo estaba entre la vegetación de un descampado cercano a su casa.
Tal cual lo difundió el diaprio UNO de Santa Fe, el jueves por la mañana se organizaron a más de cien personas para emprender un rastrillaje junto a la Municipalidad y los bomberos por toda la ciudad. A medida que pasaban las horas, hacía cada vez más frío y aumentaba la preocupación.
Pasadas las 22 del jueves, vieron su cuerpo tirado en un campo privado. Un equipo de búsqueda de cuatro profesores del Club Social Nobleza, entre ellos, Jorge Silva, le había solicitado al dueño del terreno —ubicado en Menchaca y Rivadavia— acceder al lugar, primero con autos y, cuando ya no podían seguir, a pie.
Entre la maleza se encontraron con el peor de los escenarios. «Un ángel de paso», describió Silva al diario UNO entre lágrimas, para agregar que el niño «era muy bueno. Nunca pensamos que iba a terminar en esto, que es macabro».
Las prácticas de fútbol son de 17.30 a 18.45 y después les dan una copa de leche «para que se vayan calentitos a las casas, a veces es la única comida que tienen». Sobre los últimos días de Diego Román, el profesor recordó que el lunes «practicó contento y estuvo con sus amigos acá».
«Desnudito, con la ropa al lado«
El presidente del club Social Central Oeste, Jorge Vicente, donde el niño jugaba al fútbol, afirmó: «Lo encontramos en un cruce de alambrado de campos. Hicimos un rastrillaje por zonas con la policía y lamentablemente fuimos nosotros los que lo encontramos, estaba desnudito y la ropa al lado», afirmó Vicente.
El directivo explicó que había visto a Diego por última vez el martes, cuando fue a entrenarse al club. «Se dice que había discutido con la madrastra y se escapó. Los otros chicos dicen que cuando la madrastra lo fue a buscar, él se fue para el lado del campo, donde hay una canchita», explicó Vicente, quien sostuvo que nunca escuchó comentarios por parte de la víctima acerca de que tuviera problemas en su casa.
Apuñalado y mordido
Posteriormente, en la zona del hallazgo (Mateo Booz y Menchaca en el barrio Mocoví), arribaron policías de la Comisaría 16 y del Comando Radioeléctrico, ambos de la ciudad de Recreo, que preservaron la escena del crimen hasta la llegada del médico policial que constató que el cuerpo estaba desnudo y que presentaba numerosas heridas de arma blanca en distintas partes, y que la muerte databa desde 12 a 24 horas del hallazgo. Además presentaba heridas compatibles con mordeduras de perros.
Sus familiares habían denunciado su ausencia al ver que no regresaba a su hogar como lo hacia habitualmente con el consiguiente pedido de paradero desde el miércoles 3 de julio, y desde entonces se movilizaron en su búsqueda policías, bomberos y la guardia urbana.
Del macabro hallazgo fueron informadas las jefaturas policiales de la Unidad Regional 1 La Capital, desde donde hicieron lo propio con el fiscal de la Unidad Especial de Homicidios Andrés Marchi. El representante del Ministerio Público de la Acusación ordenó que el cadáver sea trasladado a la morgue judicial para la realización de la necropsia, y que en la escena sean hechos los peritajes criminalísticos de rigor, los que fueron ejecutados por los agentes del área Científica de la Policía de Investigaciones (PDI).
El trabajo de los médicos y peritos del área Científica y de los pesquisas de la Policía de Investigaciones (PDI) arrojaron en el examen del cadáver hallado en un pastizal de la zona rural de Recreo, que a Diego Román de 12 años lo apuñalaron 30 veces en distintas partes de su cuerpo.
La policía y el fiscal Marchi cuentan con la casi certeza de que el crimen no fue cometido en el lugar del hallazgo del cadáver, que además de contabilizar 30 puñaladas, tenía cortados los genitales y estaba completamente desnudo.
Los analistas, investigadores y perfiladores policiales tuvieron como inicio de la investigación del caso la hora de la denuncia que realizó su padre en la Comisaría 16ª de Recreo, con un pedido de paradero ya que su hijo no regresó de la escuela en la tarde del miércoles como lo hacia habitualmente.
Un segundo tramo estuvo orientado a dialogar con vecinos del barrio y con familiares sobre los hábitos del menor. Además, y en esta época del año, se comenzó a buscar al menor en distintas viviendas de Recreo ya que es muy difícil dormir a la intemperie.
En la escuela
Por su parte, Amanda Ludueña, directora de la Escuela 1.338, contó que en niño asistía «todo los días, salvo cuando llovía mucho. Como él vive cerquita de acá, le encantaba venir. Qué se puede decir de Diego…un chico de doce años lleno de vida, inquieto, travieso, muy expresivo, le gustaba el fútbol. Estamos muy sorprendidos porque no pudimos percibir si le estaba pasando algo», narró la docente.
«La verdad que nunca pensamos que iba a pasar esto. Pensamos que se había ido a la casa de un primo, de un amigo. Con el frío que hacía anoche pensamos que estaba escondido en algún lado. Lo fuimos a buscar porque temimos que muera de frío, pero cuando lo encontramos ya estaba muerto. Se ve que pasó la noche ahí pobrecito. Lo buscamos por todo Recreo, de barrio San José al norte o sur, pero al final estaba ahí cerca», describió Silva.
Con el paso de las horas surgen versiones y rumores que algunos medios locales expanden para intentar darle un contexto al crimen. El asesinato fue violento y con saña, según la información que dieron a conocer desde el Ministerio Público de la Acusación y del Ministerio de Seguridad a UNO Santa Fe. Hasta ayer, no había sospechosos ni detenidos. Ludueña dijo que «según tenemos entendido estuvo jugando a la pelota y a las balitas con sus compañeritos hasta las 16. A partir de ahí, se pierde el contacto con él. Es terrible, nadie está preparado para esto».
Sobre los motivos que indican que Diego se habría escapado de un primer momento de su hogar, Silva dijo que «nunca nos comentó nada, por ejemplo si tenía problemas en la casa como están diciendo. Estaban jugando en unas de esas canchitas barriales que se arman entre pibes. Cuando supo que venía su madrastra dejó sus útiles y todo lo que tenía tirado y se fue para el lado del campo. Eso dicen ahora, pero viste que son chicos de once o doce años, es una edad difícil».
Suspensión de actividades
Todas las actividades del Club Social Nobleza y las clases en la Escuela 1.338 fueron suspendidas. «El domingo no jugaremos en la Liga Paivense», agregó Silva, quien adelantó que participarían del velorio.
Por su parte, Ludueña describió sobre el establecimiento educativo que «justo era el último día de receso, estamos acá para la contención. Se decidió hoy ofrecer alimentos a los niños por el frío, pero o habrá clases. Contamos con el apoyo del Ministerio de Educación, nos ofrecieron todos los recursos para sobrellevar esta situación y después del receso empezaremos a trabajar en la contención para todos los compañeros de Dieguito».
«Es difícil de entenderlo. Nos echamos la culpa a nosotros, no se… Somos un equipo pobre sin psicólogos, sin muchas cosas, de padres, trabajadores. A lo mejor podríamos haber hecho algo por él. Lo único que espero es que no haya sufrido. Esperamos lo que diga la autopsia», dijo Silva. Y volvió a hablar del niño: «Un pibito cumplidor, calladito, con su grupito de cuatro o cinco del mismo barrio. Primero pensamos que como hacía frío no lo habían mandado. Muy buen alumno, cumplidor, respetuoso. Nunca faltaba a la escuela. Cuando llegaba te decía «buen día, buenas tardes». Cuando se iba te decía «gracias profe»», remató, emocionado, el alumno. Diego asistía a la escuela bilingüe de Recreo, donde no salen de la conmoción por lo sucedido. (La Capital)