Lifschitz entregará escrituras a familias relocalizadas del barrio Tablada
Mañana, miércoles 11 de mayo, a las 15 hs, en el auditorio del CMD Oeste “Felipe Moré”, Av. Pte. Perón 4602, el intendente Miguel Lifschitz, junto a la directora general del Servicio Público de la Vivienda (SPV), Susana Nader, entregará escrituras a 100 familias que vivían en barrio Tablada y fueron relocalizadas en la zona oeste por la ejecución del Parque Italia, ubicado entre Av. 27 de Febrero, Berutti, Virasoro y Av. Belgrano.
Los vecinos pasarán a ser titulares plenos de sus propiedades, con todos los derechos y obligaciones que ello conlleva.
Con la regularización dominial de los terrenos y la entrega de las correspondientes escrituras se completan las acciones previstas para lograr la integración física y social de estas familias. El SPV, junto a los vecinos del barrio La Tablada, recorrió oportunamente los terrenos propuestos como alternativa para su relocalización.
Luego de la elección consensuada de los prototipos de vivienda, se construyeron 127 unidades habitacionales en inmediaciones de Uruguay y Río de Janeiro, y otras 58 en cercanías de Dr. Riva y Roullión.
Historia del barrio La Tablada
El primer antecedente de Bº Tablada es la habilitación del matadero municipal en el año 1876, en lo que actualmente es calle Grandoli, entre Ayolas y Bv. Seguí, que funcionó hasta 1931.
A su alrededor se fueron radicando industrias derivadas (jabonerías, curtiembres) y los ranchos y conventillos que albergaban a sus trabajadores, ubicados hacia el sur, lo que se denominó Villa Manuelita. En esa zona se radicó el basurero municipal, concentrando a sus alrededores viviendas precarias de las familias que aprovechaban sus desechos. Hasta su posterior erradicación (1970) este sector concentró el más alto índice de homicidios.
El ferrocarril y el puerto fueron constituyendo los centros de actividad económica que posibilitaron el poblamiento del sector.
La actual conformación del barrio, conocido comúnmente como La Tablada, comenzó a conformarse en la década del ’20, adquiriendo la fisonomía de un barrio obrero. Se les llamaba tabladas a los lugares donde existían los corrales para los remates de hacienda.
Pero también se lo reconoce como barrio General San Martín, nombre que fue impuesto durante la última dictadura militar.