La actividad económica en la ciudad se hundió 8,6% durante marzo
Es el séptimo mes de caída ininterrumpida. Construcción, industria, comercio y servicios sufrieron fuertes bajas. La baja llega a 7,2 por ciento en 2019.
La depresión nacional arrastra a la economía de Rosario. La actividad local cayó 8,6 por ciento en marzo respecto del mismo mes del año anterior, de acuerdo a los datos del Centro de Información Económica (CIE) de la Municipalidad de Rosario. Con indicadores negativos en la industria, el comercio, la construcción y los servicios, el derrumbe interanual es el séptimo consecutivo. Los datos provisorios de abril no son para nada alentadores. De acuerdo a las estimaciones de los especialistas que dependen de la Secretaría de Producción rosarina, el derrumbe habría sido del 8,73 por ciento.
«Nuevamente vemos un comportamiento de la actividad económica de la ciudad de Rosario similar al del país, se repiten las tendencias de los rubros en caída», analizó el secretario de Producción, Empleo e Innovación, Germán Giró.
En ese sentido, el funcionario indicó que «los rubros más afectados de la industria son los productos de metales y maquinarias, los vehículos y equipos de transporte y los minerales no metálicos, lo que corrobora la caída de la construcción».
La evolución de la economía rosarina se calcula en base a la facturación total, tomada a valores constantes, de los locales habilitados en la ciudad.
El desempeño de la facturación de marzo muestra una caída en todos los sectores, con la construcción y la industria manufacturera como las actividades con peor desempeño, con una baja interanual del 18,4 por ciento y el 17,2 por ciento respectivamente. El comercio bajó un 9 por ciento y los servicios privados cayeron un 1,8 por ciento interanual.
Hacia el interior de esos grandes sectores se encuentran cifras todavía más dramáticas. El rubro metalmecánico cayó 26,3 por ciento en marzo, mientras que la fabricación de vehículos y equipos de transporte se hundió 32,6 por ciento.
Dentro del comercio, el segmento minorista bajó 8 por ciento y el mayorista 5,1 por ciento. La venta y reparación de vehículos se desbarrancó 26,5 por ciento.
Sólo la intermediación financiera creció en marzo en la ciudad de Rosario, un 11,4 por ciento. Pero el resto de los servicios presentaron pérdidas: 9 por ciento cayó el sector inmobiliario, 3,9 por ciento el de transporte, almacenamiento y comunicaciones, 7 por ciento el sector de alojamiento y servicios de comida, y 12,4 por ciento el segmento de servicios comunitarios, sociales y personales.
La caída de la actividad económica en marzo, del 8,6 por ciento, fue la mayor del año. En el acumulado de 2019 el derrumbe llega a 7,2 por ciento. Entre febrero y marzo la caída fue del 2 por ciento en el indicador desestacionalizado.
Al mismo tiempo, el informe del CIE adelantó algunos datos provisorios respecto a abril de 2019, mes en el que se registra una caída similar en la facturación total a valores constantes de los locales habilitados en la ciudad respecto a igual mes del 2018 del 8,7 por ciento. En la comparación con marzo de 2019, muestra una caída del 4,7 por ciento en la facturación.
Mientras en Rosario se acumulan siete meses consecutivos de actividad, a nivel nacional son once los meses de recesión los que se suman.
La actividad económica nacional se derrumbó 6,8 por ciento interanual en marzo, mes en el que además se produjo una caída de 1,3 por ciento respecto de febrero. En el primer trimestre del año 2019, la retracción acumuló 5,7 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer los datos de las ventas en los supermercados: bajaron 14,5 por ciento en marzo, en relación con igual mes de 2018. La comercialización en shoppings retrocedió 16,6 por ciento en la misma comparación.
Las consultoras privadas estimaron que la tendencia declinante en el consumo siguió también en abril y que la retracción oscilará a fin de año entre 2 por ciento, según de «W» y «LLG».
El último informe de Scentia estimó una caída de 6,4 por ciento para abril respecto a igual mes de 2018, por lo que la baja durante el acumulado del primer cuatrimestre alcanza a 7,1 por ciento.
Osvaldo del Río, socio de Scentia, explicó en declaraciones a la prensa que «70 por ciento de la gente con bajos ingresos explica el 50 por ciento del consumo masivo», y este segmento es que no ha tenido todavía una recomposición de su poder adquisitivo.
Por su parte Guillermo Oliveto, de la Consultora W, estimó que el año terminará en caída para el consumo masivo de 2 por ciento. Pero, optimista, espera «un fuerte repunte en el segundo semestre».
La consultora Economía & Regiones estimó que el PBI podría caer 3,1 por ciento en 2019.
Los ingresos provinciales están creciendo por debajo de la inflación en el primer trimestre del año, lo que da cuenta de una caída real en la recaudación. Así lo indicó el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), que señalóó el aumento nominal fue de 40% interanual, ante una inflación de 53,5%. Los recursos propios crecieron 46% y los nacionales 37%. (La Capital)