Desde que gobierna Cambiemos, las empresas argentinas perdieron un 17% de su valor en dólares
Las compañías de electricidad, gas y peajes, las que más ganaron. En el otro extremo, bancos y alimenticias experimentaron las mayores caídas en su market cap.
Por Sebastián Catalano/Infobae
«Cuando la expectativa no se cumple, el mercado te castiga duro», asegura un operador en el cierre de la semana bursátil. Está algo de mal humor; es probable que sea el cansancio del viernes. Se lo escucha agotado.
«Acá están todos igual», se ataja mientras mira una pantalla de operaciones que celebra un buen día en el exterior, con mercados todos en «verde». La Bolsa local subió también un 1,4% y los ADR, las 19 acciones locales que cotizan en Estados Unidos, promediaron subas de 3%, con los bancos recortando algo de las pérdidas del año. Importan los «verdes» en la pantalla del día, claro, pero la Bolsa es un vaivén constante. «Vaivenes, reacción y memoria, acá no nos olvidamos de nada», avisa el broker.
Según un relevamiento de Research for Traders, en lo que va del gobierno de Cambiemos, las empresas locales que cotizan en la Bolsa porteña perdieron un 17% de su valor de mercado medido en dólares. O sea, en poco más de tres años, la capitalización individual sumada de más de 70 empresas se desbarrancó desde los USD 56.400 millones –tomando el valor del «contado con liqui» del día–, que valían cuando Mauricio Macri asumió, hasta los USD 47.000 millones de estas horas (según el dólar mayorista del jueves pasado).
La caída en pesos es similar. Si bien el valor conjunto aumentó de $851.700 millones a $1,9 billones, lo que da un alza de 126%, cuando se le resta la inflación acumulada en el período, la pérdida supera el 22 por ciento.
De la muestra se excluyeron las empresa grandes que cotizan localmente pero son extranjeras tales como Petrobras –que tuvo una increíble suba de más de 400% en dólares desde 2015–, Telefónica, Repsol –que no cotiza más en el país desde comienzos de este año–, y Tenaris, el gigante global de los aceros planos del grupo Techint.
«Es una masacre si se lo mira de punta a punta», asegura el operador cansado. Claro, pocos inversores que apuestan a la Bolsa –los de acá y los de afuera– se quedan tanto tiempo «adentro». Van y vienen.
«Si invertiste en acciones, todo fue muy bien hasta enero de 2018. A partir de ahí fue todo desastroso y retrocedieron las ganancias que habían tenido la empresas argentinas. ¿En todo ese período esa tenencia te cubrió de la inflación y del dólar? Para nada. El dólar estaba en $15 y hoy está en $40. Si hacías un plazo fijo, con intereses que subieron y bajaron, pero se acumulaban, ganabas más plata», describe Gustavo Neffa, director de Research for Trader.
«Hubo un quiebre a comienzos de 2018. En febrero la Bolsa comenzó a derrumbarse: enero daba unos números muy buenos que se borraron a un 50% en dólares a lo largo del año», dice. Tal fue la «fiesta» del 2017, que en todo el año el Merval –ahora S&P Merval– dio un salto de casi 100 por ciento.
«El mercado bursátil local no termina de despegar por la economía, es así. No hay otros motivos. Pero se adelanta a lo que va a pasar. Ahora estamos en recesión, con valores deprimidos, pero podríamos arrancar una buena etapa si las proyecciones de crecimiento se cumplen para 2020 y 2021», asegura el analista.
El factor político importa, y mucho. Subieron las expectativas con la llegada de Cambiemos, luego bajaron fuerte y ahora hay incertidumbre. «Antes de que ganara Cambiemos, apostando a que llegaban, el mercado compró mucha expectativa y subió bastante. La idea era que las cosas iban a mejorar mucho, pero si las promesas no se cumplen, el inversor se va. Pasó eso. Hubo un momento de ganancia, pero los resultados en la economía no se dieron y salieron. Y ahí vino la caída. Eso impactó también en bonos y en el riesgo país», afirma el analista financiero Christian Buteler.
Energéticas, las que crecieron
De las 64 empresas que comparan cifras entre las dos puntas analizadas, solo 21 tuvieron crecimiento en su valor de mercado (siempre hablando en dólares). Entre ellas se destaca un rubro, el de las vinculadas con la energía. Es el caso de Transportadora Gas del Norte, con Techint como principal accionista, con una alta suba de 233,57%; Transportadora Gas del Sur (126,94%), de Pampa Energía y otros inversores; Transener, (124,28%); Camuzzi (68,5%); Capex (67,05%), Pampa Energía (48,1%), Distribuidora Gas cuyana (45,11%), Central Puerto (14,8%), y Metrogas (13%).
YPF registra una caída de 16%, aunque tuvo períodos de alzas en 2017, y Naturgy (ex Gas Natural Fenosa), de 25,5 por ciento.
«El sector eléctrico tuvo una recomposición de tarifas como nunca se vio en la historia. Venían de tarifas pesificadas y congeladas, todo eso cambió, pero está atado a inversiones. Son las empresas que han logrado refinanciar sus deudas a tasas más bajas en 2016 y 2017 y tienen ahora tarifas que hacen que la ecuación de ingresos y costos les de valor. Pero es un sector de mucho riesgo si hay peligro de retrotraer los aumentos un 50%, como piden en Unidad Ciudadana», explica Neffa.
Otro grupo que festejó, también vinculado a los aumentos tarifarios, fue el de las compañías de peajes. Autopistas del Sol, sumó 135,2% a su valor, y Grupo Concesionario del Oeste, 179 por ciento. Las químicas como Solvay Indupa (85,37%) e Insuagro (61,79%) celebraron y se registraron subas también para Cresud, la empresa de Eduardo Elsztain que es una de las principales dueñas de tierra del país (9,68%); la cementera Holcim (86,99%); y Telecom Argentina, con 109% de incremento.
En rojo
Entre los sectores más golpeados, sin duda el primer puesto se lo lleva el rubro financiero. «Los bancos están muy impactados por la coyuntura. Son un segmento muy cíclico, muy expuesto al sector público. Se vio con las Lebac antes y ahora con las Leliq, con una ponderación muy alta entre sus activos», dijo Neffa.
«También está el tema de la dolarización de portafolios y la salida de dólares del sistema, pero otros dólares llegaron y hoy el total de depósitos en esa moneda es mayor que antes de la corrida. Eso, para las ganancias y el valor de las empresas, es cíclico e impacta», detalló.
La única empresa de rubro que se «salvó» es Grupo Financiero Galicia, cuyo market cap en dólares creció durante lo que va de la gestión de Cambiemos un 21,3 por ciento. Entre las caídas, se destacan Banco Santander Río (51,7%), Banco Patagonia (49,6%), BBVA Francés (40,41%), Banco Hipotecario (26,24%) y Banco Macro (4,14%).
Alimentos es otro rubro con un fuerte impacto, en medio de la caída de consumo y la aceleración de la inflación. Molinos Río de la Plata tuvo un fuerte impacto de -87,5%; la citrícola San Miguel, -30,5%; Molinos Juan Semino, -72,19%; y Bodegas Esmeralda, -22,68 por ciento.
«El mercado de acciones, también el de bonos, pero sobre todo el de acciones, bajó muchísimo en volumen de operaciones. Hoy, todo se hace en ADRs, que también bajaron. Es por el riesgo electoral», afirmó Ariel Sbdar, Head of Equity Strategy de Bind Inversores. «Soy optimista a mediano plazo. Si las elecciones son a favor de un candidato que no sea antimercado, las energéticas se van a ver más favorecidas. Están bien, pero pueden estar mejor. Generadoras, distribuidoras y oil & gas, son las que más upside va a tener», aseguró.
«Para adelante, se ve más incertidumbre en un año electoral, con una economía parada y con una moneda débil y golpeada», agregó Buteler.
«Será un año de mucha volatilidad que no se sabe cómo terminará. En el contexto bursátil impacta porque las inversiones se piensan mucho y se hacen con las encuestas en la mano. No es lo mismo que gane uno u otro. Incluso para el oficialismo no será fácil porque no se sabe si habrá mejoras. El mercado sabe que con Cambiemos tampoco le fue bien», dijo.
Neffa, en tanto, cree que Macri será reelecto en segunda ronda. «Tiene todo el apoyo del FMI, no veo una reestructuración de la deuda en 2020 y la economía crecería por sobre el 2 por ciento. Eso hará que las acciones tengan otro color, pero hay que esperar la recomposición del poder adquisitivo de los salarios y la mejora del precio de los commodities para que sea un buen año», cerró el analista de Research for Traders.
Bolsa es sinónimo de riesgo, expectativas y efervescencia. El mundo bursátil suele adelantarse a lo que vendrá, pero los inversores no pierden la memoria en medio del dinamismo. Se acuerdan de todas las promesas, sobre todo de las que no se cumplen. (Infobae)